Litio: desafíos del "tesoro de oro blanco" que se encuentra en el norte argentino
Por Elizabeth Pontoriero
De acuerdo con los estudios realizados por la Universidad Nacional de La Plata y el Banco Interamericano de Desarrollo, la Argentina se encuentra entre los principales países en lo que hace a reservas de litio del mundo. Debido a esto, el Gobierno Nacional apuesta a desarrollar proyectos que promuevan e intensifiquen la explotación de este mineral apto para la elaboración de baterías para celulares y vehículos eléctricos y a potenciar el desarrollo de energías renovables y la movilidad sustentable.
El litio, llamado “oro blanco” por su gran valor y su color blanco plata, es un mineral utilizado como alternativa de los combustibles contaminantes que sirve para fabricar las baterías de los celulares, tablets, laptops y de los vehículos eléctricos. Es un elemento fundamental para la producción de sistemas de energía más limpios y eficientes, según expresan los expertos.
Nuestras reservas de litio se encuentran en el noroeste argentino y se concentran en los Salares de tres provincias: los Salares de Hombre Muerto y Antofalla en Catamarca, el Salar del Rincón en Salta y los de Olaroz y Cauchari en Jujuy, lo que sitúa a la Argentina en un lugar privilegiado. Según el informe “Litio: un tesoro escondido en la Puna Argentina”, elaborado por cinco investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para el portal Investiga: Ciencia y Tecnología de dicha institución en 2019, “se estima que allí se esconde entre el 10 y 12 por ciento del total de las reservas del mundo. Un verdadero tesoro de oro blanco sumergido en las entrañas de la Puna Argentina, que puede transformarse en una millonaria fuente de ingresos”.
No obstante, cabe destacar que, a pesar de que estas cuencas nacionales de litio se unen a los Salares de Atacama en Chile y al del Uyuni en Bolivia para conformar el denominado Triángulo del Litio, de acuerdo con el informe “Litio en la Argentina: Oportunidades y desafíos para el desarrollo de la cadena de valor”, realizado por el Banco de Desarrollo Interamericano (BID) en 2019, la Argentina “cuenta con 1/7 de las reservas, lo que la ubica en la cuarta posición global, y aporta cerca de 1/6 de la producción total, lo que la coloca en la tercera posición en el ranking mundial”.
Dada la riqueza que alberga la región, ambos informes destacan la importancia de que el país aproveche la oportunidad de explotar un mineral que brinda tanta utilidad y que puede beneficiar a la economía argentina con la generación de nuevos puestos de trabajo.
Según el informe del BID, este es el momento preciso para la explotación, “existe un cierto consenso sobre la existencia de una “ventana de oportunidad” (algunos la sitúan en torno a los 20 años) para explotar la riqueza del litio disponible en la Argentina, ya que los pronósticos sugieren que, tarde o temprano, dicho material será reemplazado por otros o incluso por el reciclado de las baterías agotadas”.
Por su parte, Guillermo Garaventta, investigador del Centro Tecnológico Aeroespacial de la Universidad Nacional de La Plata, afirmó que “el litio es un mineral que se encuentra en toda la tierra, es uno de los metales menos escasos”, pero, agrega, “la ventaja es que en nuestro país existe una enorme cantidad de litio en los salares, lo que permite su fácil extracción. Eso explica que los ojos del mundo estén puestos en nuestras reservas”.
Proyectos mineros
Actualmente, en la Argentina hay dos proyectos extractivos que se llevan a cabo: uno en el Salar de Olaroz, provincia de Jujuy, que está en manos de la empresa Sales de Jujuy S.A., conformada por la empresa de minerales industriales australiana Orocobre Limited, la sociedad bursátil japonesa Toyota Tsusho Corporation (TTC) y la empresa minera de la provincia de Jujuy, Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE); el segundo está el Salar de Hombre Muerto, en Catamarca, que dirige la empresa norteamericana FMC.
Ahora bien, según un informe detallado de la Subsecretaría de Desarrollo Minero del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, hay más de 20 proyectos de Litio en desarrollo, entre los que se encuentran 16 de “Factibilidad a Exploración Avanzada”, que comprenden Cauchari, en la provincia de Jujuy; Salar del Rincón, Salar de Pular, Río Grande, Mariana, Sal de Oro, Pozuelos-Pastos Grandes, entre otros, en la provincia de Salta y Tres Quebradas y Kachi en la provincia de Catamarca, además, hay 20 proyectos “en etapas temprana de exploración” distribuidos entre las tres provincias.
De acuerdo con el documento de la UNLP, de los proyectos activos se logran extraer aproximadamente 40 mil toneladas anuales, “esto representa más del 15% del litio a nivel mundial y ubica al país como el segundo exportador de carbonato de litio proveniente de salmueras”. Sin embargo, si prosperan los proyectos mencionados, “la Argentina puede llegar hasta 130.000 toneladas al año”, según afirma la doctora Martina Gamba investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de la Plata.
Por otra parte, de acuerdo con datos de la Secretaría de Minería del Ministerio de Desarrollo Productivo, se estima que la extracción puede llegar a 350.000 toneladas anuales. A pesar de que las expectativas son muy altas, los científicos coinciden en que, para hacer viable esta aspiración, es necesario implementar políticas y estrategias que incluyan una capacitación orientada a la explotación del litio y un trabajo conjunto entre los particulares y el Estado Nacional, pero con una mayor participación estatal, como ocurre en Chile y Bolivia, pioneros en este tipo de explotación.