Primer año de Milei: “Para él, su principal enemigo es el sindicalismo”

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    Matías Velázquez Claudia Lazzaro Federico García
    Foto: Daniela Morán
APU EN GELATINA

Primer año de Milei: “Para él, su principal enemigo es el sindicalismo”

11 Diciembre 2024

APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Federico García, prosecretario de Organización del SATSAID (Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos) y concejal de Presidente Perón, Claudia Lazzaro, tesorera de FATICA (Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines) y directora provincial de Empleo, y Matías Velázquez, secretario adjunto de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB).

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo analiza el primer año de Javier Milei?

Claudia Lazzaro: Primero, dato mata relato. Ante el despido masivo que está haciendo en el Estado nacional, en la provincia de Buenos Aires (PBA), con el gobernador Axel Kicillof a la cabeza, no hay un solo despido. No hay políticas públicas sin los trabajadores y trabajadoras. Ante un achique fenomenal de las mismas por parte de Milei y la recesión económica, el “industricidio” que está haciendo. Tenemos más de 160 mil desempleados nuevos en todo el país, eso afecta a la provincia que en su 50% está constituida por industrias y el sector productivo, tanto del agro. Hay una diferencia ideológica, y grande, en para quién se gobierna y cómo. 

Me parece que nuestro gobernador, está a las claras, está en la vereda más opuesta al gobierno de Milei en cuanto a la defensa del trabajo y la producción. Estamos convencidos que nuestra provincia es productiva y que necesitamos no sólo pensar el trabajo sino en el empleo. Hablamos de empleo de calidad, registrado y con todos los derechos, entonces hay una diferencia muy grande entre uno y el otro. 

APU: ¿Cómo analiza el empleo y la producción en relación al gobierno del Frente de Todos?

CL: Quien votó a Milei no lo hizo con todo el convencimiento, votó lo que pensó en ese momento porque si no es ningunear al votante. Pensó que iba a hacer alguna transformación en sus vidas. Hoy la heladera de los argentinos y argentinas está vacía. En el gobierno de Alberto Fernández, sobre todo durante la pandemia, hubo mucha inversión en programas para el sostenimiento del empleo. Fue muy dura en términos económicos para los empresarios pymes, pero para los laburantes también, y así y todo pudimos sostenerlo con medidas que fueron directamente al bolsillo. 

En este contexto, PBA es un espejo totalmente distinto ante el avasallamiento del empleo. Milei no cree en el trabajo sino en pequeños monopolios que pueden supuestamente, lo hemos vivido en otras épocas, derramar de manera mágica el empleo y con eso el ascenso social. En PBA seguimos sosteniendo programas de empleo y de las industrias, pero, también nos pasa y hay que decirlo, el dinero no alcanza. El gobierno le adeuda más de 7 billones de pesos a la provincia en distintos fondos. Milei, lo dijo en campaña, propone los supuestos bonos y el desfinanciamiento de la educación. Estamos en una batalla cultural, ellos lo están planteando en torno al trabajo y su destrucción, y por sobre todo de las organizaciones que defendemos el mundo del trabajo. Por eso el adversario mayor de Javier Milei es el sindicalismo.

APU: ¿Cuál es la realidad de SATSAID?

Federico García: Creo que es la realidad que avasalló a todos los sindicatos. Milei viene por las organizaciones, porque si hay algo que le molesta es que el trabajador esté organizado, que se defienda y cuide el bolsillo. Empieza a tener un problema el gobierno, en las bases, con los trabajadores. Venían por la casta política y resultamos ser nosotros los laburantes. Milei y su gente tienen un plan en contra de todo el sindicalismo y las organizaciones, pero empieza a socavar en los laburantes que la heladera está totalmente vacía. 

Nuestro gremio es una actividad que, si bien lo que es el streaming ha crecido y viene muy bien, cuando una familia tiene que pagar el cable o comer, elige la segunda y empieza a darse de baja de servicios que no son tan esenciales. Las empresas comienzan a despedir, los retiros voluntarios y un montón de cosas que hacen al detrimento en la cantidad de trabajadores que tenía nuestro gremio desde que asumió Milei hasta acá. Toda esta nueva tecnología, que los empresarios la muestran como muy buena, nosotras decimos que sí pero tampoco puede venir en contra de los trabajadores. Una cámara robótica deja laburantes afuera de la actividad y nosotros queremos hacer discutir sobre eso. Que venga todo lo que tenga que venir, pero con los laburantes adentro. 

APU: ¿Los medios de comunicación empiezan a tomar distancia del gobierno por eso?

FG: Pega directamente, si hablamos de pauta. Canales que dejaron de recibirla. No por lo que tenga o no que decir, sino que ayudaba a sostener los puestos de trabajo. Empieza a caerse el relato de que los canales sólo dicen lo que el gobierno quiere porque empieza a pegar en el corazón del empleo y también en el bolsillo del empresario. Obvio en algunos no, porque dicen que no tienen pauta pero la deben arreglar por otro lado. 

APU: Por ejemplo, Clarín, que tiene una línea más compleja.

FG: Claro, estos canales empiezan a jugar a presionar un poco para ver cómo van acomodando las fichas en el tablero. Juegan así, lamentablemente.

APU: Por otro lado, Milei puso al sindicalismo en el centro de la discusión. ¿Cuál es la respuesta?

Matías Velázquez: El sindicalismo, desde un primer momento, viene dando una pelea contra este gobierno. Parto de la base de que dentro del sindicalismo hay varias vertientes. En particular, somos parte de la Corriente Federal de Trabajadores. Abrazamos el sindicalismo de liberación, que es una concepción que no sólo pelea por reivindicaciones propiamente laborales sino que, desde ahí, hace un aporte al conjunto de la comunidad. 

En ese sentido, tuvimos una primera etapa dentro de nuestra central obrera, que fue la que demandábamos muchos trabajadores, pero que de un tiempo a esta parte no está haciendo, por lo menos, lo que entendemos que las bases están pidiendo. Nos referimos a los plenarios regionales del interior, que es necesario que nuestra CGT los convoque, y a los plenarios de secretarios generales o federal. Es necesario que volvamos a tener la iniciativa porque nuestro pueblo lo está demandando y lo necesita. Hay un ataque directo contra las organizaciones del pueblo, vienen por los sindicatos, por los hermanos de la economía popular y por las organizaciones barriales populares. En ese sentido, la CGT tiene una responsabilidad histórica y la tiene que tomar. Nosotros, por lo menos, estamos trabajando en ese sentido. 

APU: ¿Cómo pega la política de Milei en su sector?

MV: Similar a lo que está afrontando el pueblo trabajador. La recesión profunda a la que nos ha sumido este gobierno, tarifazos para el sector Pyme y apertura indiscriminada de importaciones, que en particular, al sector gráfico o a los industriales, pega muy de lleno. Hace unos quince días cerró una fábrica de manera total porque producían cuadernillos, libros y demás cuestiones, que ahora vienen importadas. Hay un combo explosivo en contra de los trabajadores en general y de la industria en particular. Eso se debe a que el sector industrial argentino está compuesto en su gran mayoría por pymes y si hay algo que detesta este gobierno son los trabajadores de las pymes. 

APU: ¿Qué ve de las discusiones en la dirección de la Confederación General de Trabajadores (CGT), sobre todo tras la salida de Pablo Moyano?

MV: Venimos insistiendo en que es necesario confrontar a este gobierno. No hay posibilidad de diálogo ni mesa que garantice que nuestro pueblo coma todos los días, salud para nuestros hermanos y que nuestros jubilados tengan su medicamento. Si eso se resolviera en una mesa de diálogo no tendríamos inconveniente en acompañar pero eso no se está resolviendo. La historia lo ha marcado, si no hay lucha contra los poderes fácticos que históricamente han confrontado contra el pueblo no va a haber solución para el mismo. 

En ese sentido, es claro que tenemos que dar una pelea contra ellos. No hay posibilidad de acuerdo ni de ningún contubernio porque no hay solución detrás de eso. Nos gustaría saber qué es lo que se está discutiendo en esas mesas chicas, por eso la importancia de confederar y del plenario. Hay que respetar la organicidad que tiene nuestra CGT, hay un estatuto que marca cuál es el método por el que se debe regir y queremos que se cumpla.

APU: Uno podría decir que la batalla cultural, contra el sindicalismo, la justicia social y demás, la viene ganando el gobierno. ¿Por qué creen que sucede?

CL: Sí, agregaría en ese cúmulo que también es contra las mujeres y las diversidades. Me parece que todo actor que realmente quiere confrontar al gobierno es su enemigo. Está en disputa la batalla cultural, lo que se ve claro es cómo se plantea y quién. En su relato, Milei claramente la está disputando. Los trabajadores siempre lo tenemos claro. 

Esta fracción sindical, y es la constitución de nosotros como movimiento, fuimos los que en el 15 salimos a la calle. Después otros se sumaron, la política partidaria se sumó en 2017. Hubo dos años que estuvimos luchando en soledad. Esto es un periodo agudizado del macrismo, es su continuidad. Las medidas económicas son las mismas que hacía la Junta Militar, es una consecuencia. Nosotros quizás, en esos doce maravillosos años que gobernó el kirchnerismo, no pudimos dar del todo la batalla cultural y esa deuda pendiente la vemos hoy. 

Por eso más que nunca tenemos que salir a dar esa pelea, los sindicatos tenemos claro quién es el enemigo. Es Javier Milei. No hay ningún compañero y compañera que sea nuestro enemigo. El enemigo es el de la clase, Milei, Luis Caputo, Federico Sturzenegger, Patricia Bullrich, Mauricio y Jorge Macri, María Eugenia Vidal. Esos que entregan los derechos de los trabajadores y no sólo, ya que también es al empresario pyme, que es el mayor productor de empleo para la clase de trabajadora y lo ven como un enemigo. 

APU: En ese camino, ¿qué pasa con el peronismo?

FG: Primero, cuando se habla de la batalla cultural no sólo la tenemos que dar sino que también nos corre de atrás la batalla de la heladera. En nuestro distrito nos pasa eso. Creo que debemos unificarnos todos en un solo objetivo, que es que este gobierno termine y poder poner uno peronista que realmente se preocupe por los nuestros y las nuestras. Esa es la realidad.

A nosotros nos toca, desde nuestro distrito y desde nuestro propio bloque, con mi compañera Laura castillo, trabajar todos los días, primero, por ver qué comen los nuestros. Esa es una gran problemática en un distrito chico, que está muy golpeado al no tener obra pública. Todas las que tenemos vienen directamente desde la provincia de Buenos Aires por nuestro gobernador. Además, tratar de trabajar por un espacio político que realmente llame a todos a la mesa a discutir y poder ponernos de acuerdo rápidamente en tener una estrategia para que este gobierno termine y venga un gobierno peronista como el que estamos acostumbrados.

APU: ¿Cómo salieron las elecciones en Presidente Perón? 

FG: Como dice el nombre, no le ha ido bien a Milei en ese distrito particularmente, como en muchos otros de la provincia de Buenos Aires, pero tiene un crecimiento. El correlato de que todos somos malos y encima siempre tergiversan, o tratan de buscar la estrategia, para poner a los nuestros en el peor en el peor lugar empieza a socavar en la gente. Tiene como enemigo a ese relato que el laburante se empieza a dar cuenta que no era lo que le decían que iba a pasar. 

APU: ¿Eso se ve?

FG: Lo vemos, por lo menos, cuando hablas con compañeros y vecinos. Lo que no hay que hacer, y siempre lo remarco, es enojarse con quienes votaron a este gobierno. Eso fue, lamentablemente, por errores nuestros. Autocrítica, porque si no nos mentimos entre nosotros. No enojarse con eso y empezar a laburar porque en la provincia las políticas que tenemos son peronistas. Es un gobernador, y lo puedo decir porque tengo la suerte de estar cerca de él durante toda la semana, que recorre de una punta a la otra la provincia trabajando por y para los bonaerenses. Tenemos una herramienta sobre cómo defender la gestión y eso yo lo quiero hacer.

APU: ¿Y la discusión interna?

FG: Las discusiones están, y están buenas que se den. En un momento trataban de medir el amor por Cristina. No me puede discutir nadie lo que siento y punto. La gestión del gobernador la quiero defender y estar al lado de los compañeros que gestionan y salen a la calle y ponen el cuerpo. Vamos a discutir la política, no hay ningún problema. ¿Estamos en tiempo de interna? Desde lo personal te digo que no, sino de discutir cómo vamos a sacar a este tipo tratando de ponernos de acuerdo lo más rápido posible. 

APU: ¿Eso no replicaría errores del Frente de Todos?

CL: Me parece que hay una diferencia. Gobernaron Alberto y Cristina, y en la provincia Kicillof y Verónica Magario, esos cuatro años que están en discusión y en la crítica. Cuando tuvo que reelegirse con otro candidato, que fue el compañero Sergio Massa, lo que hizo la gente fue poner una tarjeta negra en esa gestión. Ahora, fíjate la diferencia en cantidad de votos que tuvo el gobernador. Más del 20% de diferencia de los vecinos y vecinas de la provincia decidieron elegir su gestión. 

Hemos recuperado 16 municipios gobernados por el PRO, que vieron que caminaba el gobernador en esos distritos. Eso tiene que ver con la gestión porque muchos bonaerenses ven en Axel el futuro, como está pasando también en las provincias. Cuando el que gestiona muestra que quiere a los vecinos y las vecinas eso es impagable. En su primer mandato Kicillof demostró la política de gobernar para los bonaerenses, no hacerse los rulos pensando que tenía que ser el candidato a otra cosa. 

Axel Kicillof se animó a algo que no hizo ningún gobierno propio: que el Ministerio de Trabajo sea conducido por un compañero trabajador industrial sindicalizado. Iba a tener críticas seguramente la incursión por algunos grupos económicos, antibloqueo y demás pero cuando ves la gestión en beneficio de los trabajadores hace a una diferencia muy grande. Eso también hay que ponerlo en claro. 

MV: En complemento, como valoración de una cuestión más profunda, en un punto lo que está en crisis es esta democracia liberal. Todo el tiempo pensamos en los procesos electorales, en cómo armamos un frente, coalición o esquema que nos permita triunfar en una lección, pero no la transformación de fondo que tenemos que dar. Hace ya tiempo que el pueblo no tiene conocimiento de qué es un proyecto de país o de gobierno, de cuáles son los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Nosotros tenemos la responsabilidad de honrar nuestros 30 mil compañeros detenidos desaparecidos. De ahí para adelante el enemigo empezó a estructurar no sólo una matriz económica financiera sino que también nos llevó y entrampó en un proceso democrático limitado. 

Tenemos que interpelar esta democracia. Venimos del sindicalismo, por lo general se dice que no hay solución gremial sin solución política pero en un punto se esté volviendo una frase trillada. Nosotros tenemos que decir que no hay liberación del pueblo sin participación popular y ese es el gran objetivo, que además de constituir una conducción política clara haya una participación real de las organizaciones libres del pueblo. No se puede simplemente siendo gobierno transformar la realidad. Si nos convoca un proceso o proyecto revolucionario, como es el de nuestro movimiento peronista, es con la participación del pueblo. En ese sentido, tenemos que discutir profundamente cuáles van a ser los caminos que vamos a trazar en el corto plazo. 

APU: ¿Cómo salimos de la trampa en la que nos metió el sistema?

MV: Se tendrían que generar ámbitos en donde justamente estén los representantes legítimos y legales de las organizaciones libres de pueblo. Si me preguntas hoy si hay un ámbito en donde se esté discutiendo la salud, la educación, la seguridad, etc., te puedo decir que no está representada la voluntad de los trabajadores. Es necesario que se convoque. Hay ámbitos, esperemos que empiecen a funcionar. Quienes están dentro del Partido Justicialista y quienes están dentro de la gestión, pero es necesario que eso funcione e irradie al conjunto de la sociedad. 

Dudo que podamos modificar algo si no hacemos carne a nuestro vecino de lo que estamos discutiendo en el fondo. Pareciera que lo que le sucede hoy le va a volver a pasar en el próximo gobierno, o en el otro, o va estar un poquito mejor y después va a volver a estar peor. La realidad es que tenemos que decir que el camino de fondo es modificar estructuralmente los condicionamientos que le ponen a nuestro pueblo, pero eso tiene que ser una discusión profunda. Si tuviéramos la receta mágica, la tiraríamos a la mesa. No existe el manual pero sí existe en nuestra historia un ejemplo claro, que fue Juan Domingo Perón llevando adelante ese proceso y con participación activa de la clase trabajadora. 

APU: Hay libertarios que también tensionan con la idea de democracia liberal, sobre todo con la crítica a “la casta”, que es en parte lo que nos lleva a esta crisis.

FG: Creo que hay algo que está pasando en los territorios que va más allá de si me convoca el PJ o algún político que hable lindo. La gente se empezó a juntar y a discutirle política al intendente, al concejal o a quien sea porque ve que la realidad de la convocatoria a que te digan cómo lo vamos a hacer ya fracasó. Por ejemplo, en Moreno y Hurlingham hay mesas que se están juntando y están pidiéndole a Kicillof más participación de la que están teniendo las organizaciones. Se empieza a dar de hecho. Esas mesas, que muy tímidamente en algunos lugares empiezan a haber banderas de “Axel es la esperanza”, son las cuestiones que queremos discutir. 

¿Cómo entramos en eso? Directamente en la gestión de cada uno de los representantes. Vienen los vecinos y me interpelan y preguntan. Lo primero que hago es respaldarme en la provincia de Buenos Aires porque veo que hay una gestión amplia por sobre cómo vamos a resistir a este gobierno. Tenemos que participar en la gestión porque si cada uno de los que estamos involucrados en política, no sólo desde el sindicalismo sino de cualquiera, hasta la sociedad de fomento, participan en la organización de la política de los distritos vamos a poder discutir otra cosa. Nos vamos a salir de la mesa de los iluminados de siempre, que nos quieren venir a decir cómo es la política. Todos tenemos que salir a discutir y ver cómo hacemos para pasar este vendaval. Algunos te dicen que esto es cíclico, pero empiezan a arraigarse los muchachos.

CL: Me parece que tiene que ver con cómo es la participación de los trabajadores en general, aquellos que tienen recibo de sueldo y los de la economía popular. Nosotros venimos históricamente acompañando los procesos democráticos, fortaleciendo y pariendo la democracia, pero en lugares de gestión, legislativos o ejecutivos, compañeros que trabajan muchísimo después no son convocados. Hay que abrir la cancha, cuando tomas esa decisión empezas a construir y ver lo que vemos nosotros que está pasando en los barrios y en el interior bonaerense. Somos una provincia que cree profundamente en el federalismo. 

Hace un mes estuve en Salta con los compañeros del movimiento obrero y todos piden pista para la discusión y para construir un programa de gobierno que esté en la centralidad de los trabajadores y trabajadoras. Eso es lo que nos faltó y por eso perdimos, si los trabajadores no están en el centro de la política pública no la van a defender. La incorporación que hace Axel de trabajadores a su gestión genera una mirada distinta, inclusive no sólo de la gestión en el mundo del trabajo sino en los distintos ministerios. 

APU: ¿Hay discusiones?

CL: Claro, vamos a discutir salud, ambiente, en el Ministerio de las Mujeres, es lo que hacemos. Lo que no puede estar es la representación en la cámara de infinitos solo dirigentes partidarios y no haber un equilibrio con los dirigentes sindicales, que son mayoritariamente quienes representan. Además, siempre nos dicen que somos la burocracia sindical y no respetamos la democracia sindical. Tenemos procesos de elecciones metodológicos que respetamos, delegados que son elegidos, depende de la organización, por año o cada dos años, procesos de comisiones directivas en los que somos discutidos, reelegidos, ganamos y perdemos cada tres o cuatro años depende la organización sindical. Tenemos nuestras federaciones, que también tienen procesos electorales. 

Los sindicalistas somos quienes más estamos sometidos a las urnas y, paradójicamente, somos los más cuestionados. Quiero saber en las cámaras empresarias quién los elige. Cuando hablan del cupo femenino, ¿cómo están? ¿Quiénes eligen a los representantes? ¿Cómo se arman las listas? Vamos y votamos pero, ¿quién discute esas listas y cómo? ¿Quién va? No va a haber proceso de transformación sin los trabajadores, pero también, y en esto tenemos que tener contundencia, no hay forma de sostener un gobierno sólo pensándolo desde el gobierno mismo. La participación, el ejercicio del poder popular, de generar que las políticas públicas sean parte de ese ida y vuelta entre vecinos y vecinas hace que defiendas a un gobierno o no. Hay gobernantes, nosotros defendemos profundamente un Estado grande, eficiente y participativo, y eso me parece que hace a la diferencia.

APU: ¿Consideran que el peronismo, tal como dicen los libertarios, se volvió casta?

CL: No me voy a llamar casta, soy una militante y, donde me toca, elijo militar con mis compañeros, compañeras, vecinos y vecinas. A mí no me toca. Sí quiero discutir cuál es el método de participación y los ámbitos, eso me parece fundamental. En la constitución y conformación de las listas electorales tiene que haber no sólo participación de los trabajadores sino que tenemos que discutir dónde están en esas listas. No es que venga y te elija una persona. Desde el movimiento obrero tenemos la capacidad de síntesis entre nosotros para auto-armar nuestras asambleas. Estoy muy orgullosa de que un compañero como Federico, pero como él hay muchos otros, que vienen del movimiento obrero y están en los ámbitos legislativos municipales. Estoy convencida de que eso no es que el SATSAID puso un concejal en Presidente Perón sino que el movimiento organizado pidió un lugar y fue consolidado. 

En Tres Arroyos uno de los que conduce la CGT es un compañero de Camioneros, que decía que recuperaron el municipio y lograron poner el primer concejal para que sea el del movimiento obrero. Uno pensaría que era camionero, pero era de otra organización sindical. Hubo discusión, debate y síntesis de que ese compañero representaba a todo el movimiento obrero. Eso es lo que se tiene que hacer en la conformación de la lista. La síntesis no la puede hacer otro que no sea del movimiento obrero. Esto lo dijo Perón, y nosotros somos peronistas. En ese peronismo reivindicamos a Perón, a Evita, a Néstor y a Cristina. Para generar un Estado que no sea bobo y legisladores que estén al servicio del pueblo los trabajadores tenemos que estar ahí adentro.

APU: ¿Ven que hay muchas discusiones alrededor de volver a ideas doctrinarias?

MV: Sí, hay que volver a Perón en todo sentido. Por eso marcaba lo de interpelar la democracia liberal, porque con Perón tuvimos una democracia social. Ese es un primer eje central, que es la concepción sobre la cual desarrollas una estructura de poder, en este caso a través de la gestión de gobierno. Se cumple cincuenta años de “Modelo argentino para el proyecto nacional”, que me parece que fue el último gran escrito que tuvimos de Perón y hay que volver a retomarlo, transitarlo y llevarlo a la práctica, fundamentalmente, porque nos demostró, junto al pueblo, que eso se puede hacer. Creo que hay que retomar ese camino. 

Quienes señalan que el peronismo, o parte del mismo, tiene casta, yo asevero que quienes somos peronistas no somos casta. Sí hay algunos que se autoperciben peronistas cerca de las elecciones para usufructuar los cargos y los y la voluntad del pueblo, pero no son. Somos los compañeros y las compañeras que están en la barriada bancando las ollas, que definen representar a sus trabajadores y asumen un compromiso y una responsabilidad frente a eso. Son peronistas quienes patean todos los días los barrios en función de organizar para un bien común. Son, y somos, las y los que con solidaridad, mucho compromiso y militancia llevamos adelante nuestra ideología.

APU: Les pido una última reflexión.

FG: Un año de gobierno de Milei, vienen destruyendo a nuestro pueblo más allá de que algunos nos quieran mostrar o contar otra realidad. Este gobierno cobarde nunca va a ir en contra de las corporaciones, lo que va a hacer es hambrear al pueblo para poder llevar adelante el plan que tienen armado. Hay que convocar a todas las organizaciones sindicales a organizarse, a estar junto a los trabajadores y en los barrios con nuestras compañeras y compañeros, y a entender y dejarles muy muy en claro que tenemos que generar una alternativa que defienda a nuestro pueblo. Para mí es nuestro gobernador, Axel Kicillof, lo digo sin ningún tipo de problema. Hay que seguir generando esa alternativa y que junte a todos y a todas. 

MV: Reafirmo que es necesario que nuestro pueblo pueda encontrar un camino, no desde el epitafio de hablar de la esperanza sino de cuestiones concretas y de volver a llamar a una revolución peronista y, en ese sentido, hacer carne a todo el movimiento obrero. 

CL: Nosotras, las mujeres y las diversidades, tenemos claridad en quien sostiene las políticas de género en la provincia de Buenos Aires ante el avasallamiento y la violencia que estamos sufriendo todas y todes. Seguimos construyendo unidad, así como lo hicimos en 2015, que fuimos las primeras que hicimos un paro en contra de Macri. Hoy estamos convencidas de que con el poder revolucionario de las mujeres, que nos legó Evita, vamos a construir y transformar esta realidad. Para eso tenemos un aliado, que es fundamental y se llama Axel Kicillof, que nos da esperanza, pero por sobre todo nos da lo que nos legó Eva, que es gobernar con amor en beneficio del pueblo. Eso es justicia social y eso es lo que nosotros queremos.

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