Nicolás Kreplak: "Hay una incertidumbre grande acerca de las condiciones epidemiológicas con las que llegaremos al verano"
Por Martin Massad | Foto Daniela Amdan
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo es la situación actual de contagios por COVID- 19 en la provincia de Buenos aires?
Nicolás Kreplak: Actualmente llevamos cinco semanas de un descenso leve y lento en el territorio del AMBA, que es el territorio que padeció más restricciones y nunca tuvo aperturas significativas, a diferencia de lo que sucede en otras provincias o en el interior de la provincia de Buenos Aires. Con lo cual también la sociedad tiene una necesidad muy grande, en la medida en que se vayan consolidando situaciones epidemiológicas que lo permitan, de ir organizando y abriendo actividades. Considero que es un avance positivo, aunque con mucho cuidado y análisis porque es coincidente la reducción en la cantidad de casos detectados, consultas de la población y cantidad de ocupación de las camas de terapia intensiva.
Sin embargo, es peligroso si se abriera demasiado rápido, con descontrol y sin la utilización de los cuidados adecuados. Hemos podido observar que hay un poco de relajación en el uso del barbijo y en el aislamiento social, cuando es exactamente al revés. Debemos aumentar el cuidado teniendo en cuenta que va a ver un poco más de circulación, porque no queremos que a consecuencia de un protocolo de apertura gradual tengamos más cantidad de casos.
APU: ¿De qué manera se va a comunicar a la población la apertura gradual?
N. K.: Nosotros tenemos una realidad en la provincia de Buenos Aires, respecto a que el interior de la provincia se comporta un poco parecido al interior del país, pero el caso del AMBA es distinto. Entonces, en el AMBA, donde notamos la reducción de casos, es donde tenemos que reforzar esta idea de mayor cuidado individual y una utilización de los protocolos más estricta, sino los casos no van a reducirse o nos va a suceder lo que ha pasado en diferentes países del mundo y en el interior del país, que es que ante la falta de cuidados hay un rebrote, y eso sería perjudicial tanto social como económicamente.
APU: ¿Cómo es la situación en la provincia de Buenos Aires respecto a la vuelta a clase?
N. K.: El trabajo que estamos llevando adelante con respecto a la vuelta a clases es muy grande. Se vienen realizando actividades de continuidad pedagógica muy complejas, pero, ahora bien, para poder avanzar en recuperar alguna presencialidad, lo primero es poder identificar a quienes está destinada esta medida. Sabemos que no se puede volver a las clases con normalidad porque las condiciones epidemiológicas serían desastrosas, pero, sin embargo, se puede volver con ciertos grupos que requieren actividades presenciales para garantizar la recuperación del tiempo y el vínculo perdido en lo educativo.
Luego hace falta un trabajo de discernimiento respecto del distrito donde efectivamente se puede aplicar esta medida de presencialidad. En este sentido, realizamos un trabajo amplio en todo el país, en colaboración con el Ministerio de Educación, mediante una serie de indicadores y objetivos que después cruzamos con lo más cualitativo, conociendo los territorios, hablando con los actores locales, intendentes y delegaciones educativas de cada territorito.
Así, entonces, tenemos un proceso que nos permite revincular presencialmente en las escuelas en los distritos de bajo o nulo riego de circulación del virus. La idea es, pues, planificar aquí cierta presencialidad de modo gradual, junto con algunas actividades. Sobre todo, con los grupos mas avanzados de los últimos años, asistiendo dos veces por semana, y en los primeros años, una vez a la semana. Se trataría de actividades de unas horas de docencia para poder recuperar el vínculo perdido y la capacidad de estudiar en la casa.
En función de la efectividad de este proceso, que compromete al 8% de la población en los 24 distritos que están en condiciones de comenzar ahora, es posible progresar en el tipo de actividades. Además, se irán agregando otros distritos de acuerdo a su funcionamiento.
Es importante tener en cuenta que, actualmente en distritos que son del interior de la provincia de Buenos Aires se detectaron más cantidad de casos, lo que implica más responsabilidad para toda la sociedad, porque si empiezan a aumentar los casos, debemos cerrar las clases que comenzaron. Es un escenario de mucha complejidad.
Por último, es importante tener en cuenta que después de las vacaciones de invierno, es habitual que empiece a haber más dificultad en la evaluación pedagógica, esto es algo que se da todos los años. Con la pandemia, después de las vacaciones de invierno, aumentó más de lo habitual la cantidad de chicos y chicas que no lograron continuidad en las clases. Entonces, es ese grupo identificado hacia el mes de agosto es el que principalmente vamos a poner a trabajar ahora. Para el resto de estudiantes, hay una planificación educativa interesante para que no pierdan los aprendizajes que corresponden a este año.
APU: ¿Cuándo sería el inicio de esta prueba?
N. K.: Hay dos partes. Una de estas es no presencial en las escuelas, y es lo que llamamos ATR, un programa de trabajo en las casas, para lo cual hay equipos de trabajadores de la educación que se acercan a las casas en toda la provincia de Buenos Aires. Esta etapa, que consiste entonces en visitas domiciliarias de equipos pedagógicos en todas las casas de chicos con mayores dificultades, comienza este martes. La otra etapa, que sería el trabajo en la escuela, comenzaría la otra semana. De hecho, esta semana se están preparando los equipos de trabajo, las capacitaciones, garantizando que tengan los elementos de protección personal para los cuidados. Finalmente, vamos a realizar una evaluación semanal para determinar si los distritos continúan con su proceso presencial y cuáles otros se podrían incluir.
APU: Respecto a la temporada de verano, ¿de qué manera se van a diagramada en la costa y demás zonas turísticas?
N. K.: Si bien este tema está en tratamiento desde hace varios meses, hay un marco de incertidumbre muy grande acerca de las condiciones epidemiológicas con las que llegaremos al verano. A mi entender, para poder tener una temporada de verano, que no va a ser como las habituales, y sabiendo que, de todas las industrias, la más afectada fue el turismo, tenemos que reducir la cantidad de casos de coronavirus.
Hoy tenemos distritos como Gral. Pueyrredón, que es Mar del Plata, que desde hace dos meses es el distrito con más cantidad de casos que tiene la provincia de Buenos Aires. También distritos como Pinamar o Tandil tienen una enorme cantidad de casos por transmisión comunitaria, con contención del sistema de salud. Si en estos distritos logramos trabajar lo suficientemente bien como para reducir la transmisión comunitaria y el sistema de salud pueda estar liberado para el verano, es un escenario de determinadas características. Sin embargo, si cuando llegamos al verano, la situación es de semisaturación con los habitantes locales, la llegada de turistas tiene que ser extremadamente reducida. Además, es difícil pensar que se puede transformar en un destino turístico muy reclamado cuando hay un brote en el lugar.
Pensemos que si estamos mejorando las condiciones en el enorme entramado del AMBA, después de casi un año de trabajo, no sé quién iría a un lugar donde las condiciones son peores. Entonces hay que trabajar mucho en este momento. Después, con mucho protocolo, seguramente será mucho más reducido el acceso de quienes puedan ir, pero es importante para todos que exista alguna actividad turística.
APU: ¿Cuáles son las medidas de prevención o protocolos que van a contemplarse durante esta temporada?
N. K.: Dentro del protocolo que vamos a utilizar en cada destino turístico, el principal elemento es la prevención, sobre todo durante este período de pandemia. Es decir, más allá de fortalecer las camas de terapia intensiva, lo que hacemos constantemente, lo primero es el trabajo en la prevención. También es importante, para la gente, que desestime algunos “protocolos mágicos” como el hisopado al ingresar a las provincias o el pedido de las provincias de test negativos para entrar las provincias, ya que esto no impide los brotes, es decir, no hay forma de tener un escudo o una barrera en los distritos.
Lo único que podemos hacer es prevenir. En este sentido, una de las formas de prevención que tenemos es usar la extensión de las playas en su totalidad y garantizar así que los turistas tengan movilidad propia. La opción es contabilizar por sector la cantidad de gente en las playas para respetar el distanciamiento social. Seguramente en términos económicos, esto va a ser más equitativo entre las playas céntricas y las más alejadas, lo cual es beneficioso dentro de lo que se puede hacer en estas condiciones.
APU: ¿Cuál es la panorama respecto a la vacuna?
N. K.: Respecto al escenario de la vacuna, va a cambiar la situación, no sabemos en qué condiciones y cuándo podremos contar con ella, por lo que estamos muy expectantes. Nuestro deseo y el del mundo es que sea para fin de año y se está trabajando para eso. Argentina puso un Estado muy presente para coordinar, para absorber las consecuencias políticas de la pandemia y tenemos toda la vocación de conducir la salida y creemos que la principal estrategia para la pospandemia es la vacunación.