El caso de Omar Carrasco: una crónica, 31 años después

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EL JOVEN MURIÓ MIENTRAS SERVIA A LA PATRIA

El caso de Omar Carrasco: una crónica, 31 años después

10 Marzo 2025

El joven soldado resultó muerto por excesos en las modalidades de adiestramiento durante el servicio militar obligatorio en el Regimiento de Montaña de Zapala, Provincia de Neuquén.

El nombre y la historia de Omar Carrasco son, a lo largo del tiempo, más recordados por ser el caso que puso fin al Servicio Militar Obligatorio en la Argentina, más que por la muerte en sí del joven soldado y el entramado que quedó al descubierto. Ocurrió durante el gobierno de Carlos Menem y causó gran conmoción pública y cobertura periodística.

Este sistema de reclutamiento de civiles se había puesto en marcha en 1901 y prácticamente no había sufrido reformas, pero si eran conocidas las prácticas excesivas, vejatorias y denigrantes cometidas por militares a cargo de la instrucción, situación que llegó su máxima expresión durante la Guerra de Malvinas, configurando crímenes de lesa humanidad que aún se intentan condenar.

Cada año, muchachos entre 18 y 24 años eran convocados a presentarse en reparticiones militares de cualquiera de las tres fuerzas armadas, a la que se resultaba vinculado durante un “sorteo” entre las últimas tres cifras del Documento Nacional de Identidad, un número aleatorio que se le asignaba como resultado. 

El crimen del soldado Omar Carrasco

Omar era un muchacho de origen humilde que profesaba la fe evangelista y leía diariamente la Biblia. El 3 de marzo de 1994 y con 19 años de edad, salió de su casa para cumplir con la obligación como ciudadano de servir a su Patria. Según el sorteo debía incorporarse al Grupo de Artillería 161 de Zapala.

A poco más de un mes, el 6 de abril fue hallado su cuerpo sin vida, a 700 metros de las instalaciones del cuartel, en un baño cerrado y abandonado. Estaba vestido solo con un pantalón de un tamaño mucho mayor al suyo, lo cual fue leído por los peritos forenses como una decisión de vestirlo precipitadamente para abandonar su cuerpo, La autopsia reveló que había sido asesinado a golpes, presentando costillas fracturadas, un pulmón perforado y un ojo gravemente lesionado. También, que habría sobrevivido entre 48 y 60 horas durante las cuales fue atendido en el hospital de cuartel bajo un nombre falso.

Para justificar la ausencia del soldado fue declarado desertor pero fueron sus padres Francisco y Sebastiana, quienes descartando esa posibilidad, comenzaron una búsqueda para la que pidieron ayuda a las autoridades y medios locales.

Por el asesinato de Carrasco, el 31 de enero 1996, el Tribunal Oral Federal de Neuquén, determinó que el subteniente Ignacio Canevaro fue “autor material responsable del delito de homicidio simple” y lo condenó a 15 años de prisión. Los soldados Cristian Suárez y Víctor Salazar recibieron una pena de 10 años de encierro. El sargento Carlos Sánchez fue condenado a tres años por encubridor. Consta en la sentencia que,  a Carrasco lo golpearon porque fue sorprendido deambulando por la cuadra y ante ese comportamiento, Canevaro ordenó a Suarez y Salazar, “corregir” su conducta.. Lo golpearon con tal brutalidad que le vaciaron el ojo izquierdo con un golpe de lampazo y le fracturaron tres costillas que le provocó un hemotórax que lo llevó a la muerte.

Canevaro estuvo en prisión hasta 2004 cuando, habiendo cumplido dos tercios de su condena, salió en libertad. Durante los años de detención estudió Derecho y se recibió de abogado Siempre pregonó su inocencia y escribió un libro, presentado en 2009, en el que cuenta su versión de los hechos y como el crimen del soldado fue utilizado para encubrir cuestiones como la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.

Este caso sirvió de inspiración a Guillermo Saccomanno para su libro “Bajo Bandera” que derivó en una película del mismo nombre en 1997, dirigida por Juan Jose Jusid, coautor  del guion cinematográfico.

Omar Carrasco tendría hoy 51 años. Lamentablemente su historia es un nombre más de la triste lista que tenemos en Argentina y demuestra una los vínculos entre la corrupción, el encubrimiento y la impunidad asociada al poder, siempre traen consecuencias irremediables.