Siria: Al-Raqqa declarada zona militar
Por Guido Luppino
Al-Raqqa es la Capital de la homónima provincia dentro de Siria, donde el 29 de junio del pasado año el Estado Islámico (ISIS) anunció oficialmente el comienzo del Califato islámico, teniendo a esta ciudad como capital del mismo. Hoy en día es declarada como zona militar.
Desde el 30 de Septiembre de este año, Rusia manifestó su entrada en escena al conflicto civil que atraviesa Siria. Esto se debe en apoyo al presidente Bashar al-Assad, y la intención de mantenerlo en el poder, pero a la vez combatir al terrorismo político y religioso del ISIS.
Por estos días, los fundamentalistas religiosos del Estado Islámico pierden fuerza en los territorios ocupados. La explicación de lo sucedido se encuentra desde dos frentes. De un lado, las tropas rusas y su ayuda al Ejército Sirio que responde al presidente, sumado a los ataques aéreos en bases del ISIS que le quitan poder a estos últimos. Por otro lado, desde Washington se asiste financieramente al Ejército Sirio Libre (ESL), principal opositor del gobierno, con el fin de derrocar a al-Assad, pero también poder combatir al terrorismo que atemoriza a los Estados Unidos y siempre expone como su principal enemigo. El ESL tiene el apoyo del presidente Barack Obama, ya que se lo considera la mejor opción política dentro del conflicto sirio, al ser tildados de “oposición moderada” desde los Estados Unidos.
Las tropas del ISIS ya han perdido distintos combates en el norte de Siria, a manos de las milicias kurdas. Los mismos kurdos son quienes han tejido una alianza con cristianos y árabes para poder seguir debilitando a los yihadistas islámicos y entrar en combate en la capital del Califato, al-Raqqa, ya que se encuentran posicionados a tan sólo 50 Km. de la misma.
La alianza consta de milicias árabes de la rama sunní del islam, que se unieron a principios de este mes con las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) y brigadas cristianas, para dar forma a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF). Estos diversos grupos se han unido con el compromiso de tomar al-Raqqa, para intentar darle un golpe de gracia al ISIS.
De igual manera, es necesario recordar que si bien la capital del Califato Islámico representaría una pérdida enorme simbólicamente para los yihadistas, mientras permanezcan con dominación en ciudades con pozos petroleros, hablamos principalmente de Mosul en Irak, continuarán teniendo grandes ingresos económicos para mantenerse con fuerza en el conflicto sirio, y proseguir sus aspiraciones de agrandar el Califato en la región.
Habrá que esperar para saber finalmente qué sucede en la capital del Estado Islámico, pero la declaración de la zona militar ya nos anticipa futuros y nuevos combates.