Libros ilustrados para todos
Por Boris Katunaric, Maricruz Gareca y Santiago Asorey
El Ministerio de Cultura de la Nación presentó “Leer es futuro”, la colección de narrativa integrada por 21 libros que contienen cuentos de 18 escritores noveles, ilustrados por jóvenes dibujantes, con el objetivo de “difundir sus obras, fomentar la lectura y federalizar la palabra”.
Algunos de los autores que integran la serie, algunos publicados y otros no, son: Juan Diego Incardona, Leonardo Oyola, Hernán Vanoli, Pía Bouzas, Alejandra Zina, Esteban Castromán, Martían Zariello, Cezary Novek, Fabio Martínez y Juan Guinot. A su vez, los ilustradores participantes son jóvenes y talentosos dibujantes interesados en mostrar su trabajo, entre ellos: Mariano Grassi, Nicolás Moguilevsky, Ezequiel García, Otto Zaizer, Ariel López V. y Daniela Kantor. Cada uno de ellos interpretó las diversas miradas y los universos de los narradores para realizar el arte de tapa de cada libro.
Por último, la colección también incluye trabajos de Haroldo Conti, Miguel Briante y Roberto Arlt, padrinos de la colección por su compromiso social y su calidad literaria; y tres volúmenes de literatura infantil.
APU: Juan, contanos sobre la colección “Leer es futuro” que editó el Ministerio de Cultura de la Nación.
Juan Guinot: Yo había participado de una colección similar, lo que sería una hermanita menor, que realizaron tres editoriales independientes, llamada: “Exposición de la nueva narrativa rioplatense”, en la que se convocaron a muchos autores nuevos, emergentes y consagrados. En este caso, “Leer es futuro” es una plataforma muchísimo mayor con todo el aporte que puede dar la estructura pública desde el Ministerio de Cultura para llegar en forma horizontal, idea que comparte con estas producciones independientes de la literatura y el arte, y con una profundidad enorme para llegar a todo el país.
APU: ¿Es la primera vez que escribís para chicos?
J. G.: Yo empecé a escribir para chicos desde algo muy cercano a lo juvenil que es la ciencia ficción, donde no discriminás si lo lee un chico o un grande y eso es lo fantástico del género; eso vengo escribiendo hace muchos años. Lo que empecé a hacer hace un año y medio es a escribir cuentos y novelas infantiles, y estos dos cuentos marcan un poco el registro de lo que estoy haciendo, pero que es bastante nuevo para mí.
Cuando supe sobre este proyecto, comenté que estaba escribiendo infantil y se preocuparon para que les acerque algo porque estaban trabajando en esta idea de editar libros para chicos; entonces, presenté este material que gustó por suerte y forma parte de esta colección que es impresionante.
APU: En tu libro Dos al vuelo, es interesante la forma en que trabajás los cuentos mezclando lo fantástico con lo cotidiano.
JG: La forma de escribir tiene una raíz de origen que es el juego. Soy de Mercedes y cuando era chico jugaba mucho en el fondo de casa con palitos, piedritas y esas cosas, y hacía mega universos; para mí, la construcción dramática tiene esa matriz. En este caso puntual, tengo un hijo que tiene cinco años —Cirano— y con él empezamos a contar historias para escribir un cuento juntos. Yo le contaba la historia del dragón y le ponía impedimentos a la aventura del dragón que en este cuento —“Dragón con hipo”— no puede jugar con sus juguetes o con amigos porque el hipo le hace saltar una llama de fuego y quema todo, entonces se va a llorar a la costa del mar donde el pez piloto se asoma, le cuenta lo que pasa y le dice: “bueno, vení a jugar abajo del agua que el fuego no sale”, y ahí se genera toda una locura donde se arma un partido de fútbol abajo del agua entre tortugas y peces.
La construcción de la historia arranca con un juego y eso me tocó vivir como experiencia con los chicos de Ezeiza en la colonia —en el marco de la campaña “Verano de emociones”, donde se presentaron los libros de la colección infantil—, y engancha cuando tenés esa parte de ver cómo se superan los impedimentos de una forma lúdica, divertida, y cada uno se va imaginando la historia.
APU: El género “ciencia ficción” está muy poco tratado ¿con qué autores te llevás mejor?
J. G.: Empecemos desde Argentina. Soy discípulo de Alberto Laiseca —hice diez años de taller con él—, también me encanta Marcelo Cohen, Elvio Gandolfo, de Uruguay Levrero; después, tenemos autores que se pueden conocer actualmente como Eduardo Carletti, Laura Ponce que tiene la revista Axón. Existen, además, editoriales y revistas donde la ciencia ficción hoy tiene un peso fuerte, pero es cierto que no tiene una visibilidad en librerías, grandes cadenas. Desde el exterior, Philip K. Dick, que para mí es lo más, y Ballard —para mí, esos son los maestros—, Bradbury e Isaac Asimo; por último, William Gibson, el padre del ciberpunk.
APU: ¿Qué libros de literatura infantil te han marcado más?
J. G.: Hay que tener en cuenta que tengo 46 años, por lo que mi infancia transcurrió durante la dictadura. A mí siempre me atrajo Emilio Salgari, me gustaba a figura del antihéroe que venía por otro lado, y que también pasa por el comic.
APU: ¿Pasa Oesterheld por ahí también?
J. G.: Si, ni hablar, pero de Salgari me encanta del héroe que es el colonizado, el que nos va a defender de los que nos vienen a colonizar. A mí eso me atrajo un montón. En infantil, leía los clásicos y consumía mucho cine, muchas revistas, mucha tele, mi bisagra mental se transformó de una forma terrible con “Star Wars”. De hecho, un libro que me publican que se llama Misión Kenobi, que es toda la visión de un chico de 1979 en un pueblo de Mercedes, donde después de la muerte del padre se le aparece vestido de Kenobi y le da una misión y empieza a ver toda su realidad como Star Wars; su tío es Chewbacca y cosas así. Yo era un poco así, interpretaba lo que estaba pasando, lo que se sabía muy poco y se sentía mucho y lo tamicé con esa ficción mental.
APU: Todos estos libros vienen ilustrados. En el caso de tu libro, la ilustración es de Mariano Grassi ¿se pusieron de acuerdo o fue un trabajo paralelo que cada uno lo hizo por su lado?
APU: Fue en paralelo, es más, yo ni sabía quién era el ilustrador y me parece que estuvo buenísimo; todavía no hablé con él, espero cruzármelo (al igual que él, hay muchos ilustradores que son del interior). Yo me sorprendí gratamente al verlo terminado, pero no hubo contacto ni ninguna interfaz de comunicación con él.
Para leer o descargar la colección completa: http://www.cultura.gob.ar/noticias/leer-es-futuro-21-libros-de-nueva-narrativa-ilustrados-por-jovenes-dibujantes/.