“La segunda independencia es para con EEUU como Estado, ejército, economía y cultura”
Por Juan Manuel Ciucci
APU: ¿Cómo ha visto el Foro y qué le ha interesado de participar?
Enrique Dussel: Me parece muy interesante el hecho de una exposición y la discusión que se hace después en los pasillos. Creo que es una gran iniciativa, en especial para el público que puede escuchar esto en el teatro o en los medios. Porque tiene mucho nivel y gente que tiene mucha experiencia. Creo que es algo muy interesante, que sería importante poder continuar, hacerlo de un modo habitual para que la gente pudiera encontrarle un cierto gusto al conectarse con este tipo de experiencias. Me parece muy bueno.
APU: Uno de los puntos es pensar los dos Bicentenarios, ¿cómo analiza esa recuperación pensada hacia el futuro?
ED: Ha habido muchas y buenas, aunque cortas claro, reinterpretaciones de la primera independencia. Aspectos que se ocultan en las narrativas hegemónicas, esas que estudiamos todos en la escuela primaria y secundaria. Pero hay que revisar mucho, mostrar otros aspectos que ahora son los relevantes. En mi caso no me voy a situar tanto con respecto a la primera independencia, más bien me voy a centrar en todo el proceso de la segunda independencia, de la cual hablan Martí o Mariátegui. En especial Martí, porque los cubanos en el siglo XIX mientras la América hispánica y lusitana vivían su etapa neocolonial, ellos estaban en la pura colonialidad española: Cuba, Puerto Rico y Filipinas que a veces la dejamos de lado pero es parte de nuestra historia. La segunda emancipación, Martí la vio mucho más clara, porque en pleno siglo XIX estaba la cuestión española real, pero él vivió la experiencia norteamericana. Martí vivió mucho en las entrañas del monstruo, y se daba cuenta que ese era el problema que venía. Ya no España sino EEUU.
Y el segundo proceso, aunque Negri hable del Imperio sin Estados, en realidad es con respecto a un Estado muy preciso: EEUU. La verdad es que nos debemos independizar de EEUU, que desde la doctrina Monroe en el tan lejano 1826 dijo: “América para los americanos”, cuando creíamos que nuestra América Latina sería para nosotros liberados de España. Fuimos deglutidos por el nuevo Imperio, tenemos que tomar conciencia de que debemos ponerle límite a esa potencia. Y tener muy claro que la independencia es con ellos como Estado, como ejército, como economía, y hasta como cultura. Tenemos que empezar a tener una teoría política de esta segunda emancipación. Así como se usaron algunos conceptos franceses para tener un marco teórico para fundamentar la primera independencia, ahora nosotros tenemos que realmente formular una teoría de la segunda emancipación. En mi intervención me voy a centrar en esas nuevas teorías y políticas que deben dar posibilidad a una independencia mucho más profunda, no al nivel meramente superficial político, militar y económico sino aún cultural/histórica.
APU: ¿Cómo ve esa posibilidad en un mundo cada día más multipolar?
ED: Ciertamente la guerra fría terminó pero empezó de nuevo. Y el ponerse un poco de pie Rusia ahora, ya no la URSS, para nosotros es un elemento fundamental. Si no existiera ese contrapié sería desastrosa nuestra situación. Creyó EEUU que podía hacer lo que le daba la gana, pero ahora Rusia le pone algún límite.
APU: ¿Y cómo analiza la situación de China?
ED: Bueno, durante siglos fue la potencia civilizadora, luego sufrió una crisis que hay que estudiar por qué se apagó. Se dedicó a la invasión del occidente chino, y eso le llevó un gran esfuerzo. Se tomó una siesta de dos siglos y se despertó ahora, y se ha conformado en la primera potencia productiva. Lo que es también un problema ecológico, que va descubriendo que eso tiene límites. Estamos viviendo una nueva historia y la Argentina debe saber situarse dentro de esa nueva multipolaridad. Debe hacerse desde otra concepción de la política, del Estado y de la fuerza que tenga desde una concepción cultural. Y sobre todo descolonizarnos epistemológicamente de una dependencia cultural que nos anula, porque tenemos explicaciones construidas desde otros lugares para su beneficio, y los de las élites que creen que la realidad es un lavado de cabeza, una visión de nuestra subordinación. De tal manera que los más cultos en definitiva son los que culturalmente más dependientes, que han aprendido lo que los anula. Es necesaria una creatividad epistemológica de la segunda independencia, desde el punto de vista teórico no nos independizamos.