El modelo macrista creó 3,6 millones de nuevos pobres (un millón más de indigentes) en el último año
"¿4 años más de macrismo?", suele ser uno de los ejes discursivos de los dirigentes del Frente de Todos. El argumento central: todos los indicadores económicos y sociales emperaron desde que Mauricio Macri llegó a Casa Rosada. A saber: empleo, pobreza, indigencia, actividad, inflación, deuda. Todo pésimo.
Este fin de semana, el ultraoficialista Clarín analizó los datos del Indec referidos al primer trimestre de 2019 en el ítem pobreza e indigencia. Los datos son desoladores. Sólo en los últimos 12 meses, hay 3,6 millones de nuevos pobres y un millón más de indigentes.
Según el Indec, en manos del economista macrista Carlos Todesca, la pobreza y la indigencia llegaron al 34% y al 8%, respectivamente.
En buena medida, esa suba notable se explica por la inflación récord, que supera el 50% en el último año. Mientras, los salarios, jubilaciones, pensiones y asignaciones crecieron muy por debajo de ese porcentaje. En 4 años, la pérdida de poder adquisitivo promedio fue del 17%.
La realidad es desesperante: muchos argentinos tienen trabajo pero no logran salir de la pobreza. El 24% está en esa situación, cuando hace un año lo estaba el 17%. Además, el parate de la economía aumentó el desempleo (y la precarización), que ahora afecta a 4,5 millones de compatriotas.
Esos datos objetivos se enfrentan con un problema estructural, al que el macrismo sometió a la economía doméstica. Para controlar una inflación altísima, el Banco Central autorizó tasas muy elevadas, que alientan la timba financiera pero golpean sobre la actividad. Cambiemos no sabe qué hacer ante ese dilema, que es parte central de la lógica económica que se instaló en 2015 y que no será fácil de desmontar.