Violencia es mentir: la cobertura mediática sobre la situación en cárceles
Por Alan Geronimo
“Acabo de ver a un preso sin barbijo comprando armas en un supermercado con la tarjeta alimentaria”, reza un meme que anda circulando en las distintas redes sociales. La verdad es que el chiste resulta gracioso por lo absurdo de lo que se plantea. El problema es cuando la mentira no resulta tan evidente en la realidad y más aún, cuando se miente con clara intencionalidad de causar daño, temor e indignación dentro de la sociedad.
Las grandes corporaciones mediáticas lanzaron una furibunda campaña en contra del otorgamiento de prisiones domiciliarias y liberación de presos. Títulos como “Violadores y asesinos a las calles nuevamente” o “Salió por el coronavirus y mató a su hija de 9 años”, colaboran en la construcción de una quinta columna amarillista y sensacionalista.
“Salió de la cárcel y mató a su hija de 9 años”, fue otro de los titulares que hacía a alusión a un crimen aberrante. Pero ¿cuál es la intencionalidad? el temor de que una persona así esté entre nosotros, lo cierto es que si empezamos a indagar, encontramos que el crimen fue en Turquía. Nadie duda de la importancia de visibilizar tal crimen, el problema es cuando omiten en el título donde fue que sucedió, para el lector podría haber sido en su mismo barrio.
“Violadores y asesinos a las calles nuevamente”, señala otro de los titulos. Si vamos al Sistema Nacional de Estadísticas de Ejecución de la Pena en el Servicio Penitenciario Federal encontramos que de un total de 13.358 personas privadas de su libertad hay 781 homicidios dolosos, 742 delitos contra la integridad sexual, 5.093 en robos, tentativas de robo, hurtos y tentativas y 5.358 personas en infracción con la ley de drogas. De este total el 57% se encuentra con prisión preventiva, por ende se las presume inocente.
“Nadie piensa en las víctimas”, fue otro de los leitmotiv y caballitos de batallas que usaron en contra del otorgamiento de prisiones domiciliarias y liberaciones de personas privadas de su libertad. Sin embargo, lo que nadie destacó es que los mismos internos del Penal de Devoto convocaron a una mesa de diálogo a agrupaciones como “Madres del Dolor” y “Víctimas por la paz” en un comunicado que subrayó: “No pretendemos revictimizar y revivir todo el dolor que han transitado con esta incertidumbre que genera la desinformación malintencionada, sino debido al público reclamó queremos darles integra participación. El contexto es muy complejo y las operaciones diversas. Nos parece fundamental que participen y nadie manipule la información que llega a sus oídos mal intencionadamente con el fin de hacer política con su dolor, para así tengan voz víctimas de delitos y la sociedad en su conjunto”.
El comunicado concluye: “Ante todo pedimos perdón por el escándalo generado que jamás se previó y que lógicamente conllevo un dolor indeseado de nuestra parte hacia ustedes” . Es decir, son las mismas organizaciones de personas privadas de su libertad las que hacen querer llegar la participación a las personas víctimas de delitos. En dialogó con AGENCIA PACO URONDO uno de los delegados que participa en la mesa de negociación señaló: “Hay toda una opereta de un grupo de medios de comunicación que quieren aprovechar todo este escándalo para marcarle la cancha a Alberto Fernández para deslegitimar su imagen. Y obviamente también es una movida de los servicios de inteligencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF)”.
Un dato poco recordado es que la ley que rige al SPF data en dictadura de Alejandro Agustín Lanusse. Menos presos para ellos es, menos caja, se destinan casi $70.000 por cada preso alojado pero ¿dónde están las condiciones mínimas? ¿Dónde está la salud, educación o alimentación básica?
Por su parte, Alberto Fernández se expresó en contra de los indultos y dejó entrever que la responsabilidad era del Poder Judicial. Desde la perspectiva de este humilde autor, caer en la discusión indulto si o no, o en la discusión sobre la división de poderes, es hacerle el caldo gordo a los grandes medios de comunicación. ¿Qué problema habría si el presidente usara las facultades presidenciales del indulto para descomprimir las cárceles con las personas que tienen delitos menores? La realidad es que estaríamos discutiendo exactamente lo mismo con distintos tipos de matices.
Lo cierto es que esta medida, la de liberar a personas con delitos menores no es tomada solamente en Argentina. Se trata de una recomendación de la OMS para evitar focos de extremo contagio. Si hacemos un repaso rápido por los países o Estados que tomaron esta decisión encontramos que: Estados Unidos liberó más de 16.000 presos, Reino Unido planea poner en libertad a 4.000, en Irlanda del Norte a 200 de los 1.500 presos que tiene, en Brasil pusieron en libertad a 30.000, en Colombia estiman llegar a los 15.000 presos con prisión domiciliaria, en Francia pusieron a 8.000, en México la van a obtener 2.000, en Chile a 1.700, en Irán le dieron la libertad a 85.000 presos, en Turquía estiman liberar al 30% de toda la población carcelaria. Las libertades ocurren en otros países como Marruecos, Etiopía y Afganistán. “Nos mean y la prensa dice que llueve”, dice un conocido refrán sobre los medios de comunicación. Cada vez que caiga una gota sobre nuestras frentes y los medios digan probabilidad de lluvia, miremos hacia el cielo para ver si es verdad, aunque sea para verificar si por lo menos hay nubes.