El gobierno pone la lupa sobre la carne y el maíz: ¿cómo generar mayores exportaciones sin impactar en los precios locales?
Por Elizabeth Pontoriero
En junio de este año, a partir del Decreto 408/21, el Gobierno nacional decidió prohibir la exportación de carne hasta el 31 de diciembre, con el fin de controlar el aumento de los precios y garantizar el suministro en el mercado interno. Sin embargo, ahora dictó un nuevo decreto que autoriza la exportación a China de las categorías D o E, hasta alcanzar una faena de 140 mil vacas. Por otro lado, resolvió implementar nuevos controles en la exportación del maíz, por los que solo se aceptarán las Declaraciones Juradas de venta, para la campaña 2020/21, de mercadería que ya haya sido adquirida, se esté por embarcar durante los próximos 30 días en barcos nominados y que tengan fechas estipuladas de arribo.
A mitad de este año, el Gobierno nacional anunció medidas para restringir el comercio de carne al exterior y así garantizar el consumo interno y controlar los precios de la carne que, en promedio, se venían incrementando más del doble que otros alimentos. El gobierno busca articular el reclamo de los exportadores, el ingreso de divisas a partir de las ventas al exterior con el precio local del alimento. Es una ecuación compleja en un escenario de escasez de dólares e inflación. Según el instituto CEPA, el cierre de exportaciones permitió contener el precio de los cortes populares que se mantuvieron estable en los últimos meses (después de aumentos muy grandes en la primera parte del 2021).
Así, decretó la limitación de la exportación de carne para un grupo de 12 cortes, entre los que figuran el asado, la tapa de asado, cuadrada, paleta, vacío, falda, matambre, medias reses, reses enteras y cuartos traseros y delanteros con hueso, quedando exceptuados los cortes de cuota Hilton y otras cuotas internacionales que ya fueron acordadas para la exportación.
Sin embargo, el 12 de octubre, el Ejecutivo decidió publicar el Decreto 700/21 para modificar el anterior decreto (408/21) y permitir la venta de carne vacuna a la República Popular China a ciertas empresas habilitadas para tal fin.
De acuerdo con este decreto, “la situación actual del mercado de ganado de carne bovina requiere incrementar la producción y comercialización de carne bovina, a través de la mejora de las existencias ganaderas, aumentando el peso promedio de faena, permitiendo sostener el abastecimiento del mercado interno e incrementando paulatinamente los saldos exportables”.
De este modo, en el documento se mencionó la necesidad de permitir que la actividad se realice de manera progresiva para “estimular un adecuado ambiente de negocio para todos los actores de la cadena productiva, desde el criador hasta el frigorífico”.
En consecuencia, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, publicó la Resolución 219/21, por la cual las empresas habilitadas que cuenten con establecimiento faenador puedan exportar a China hasta un límite de 100 toneladas mensuales y las que tengan un establecimiento procesador hasta 50 toneladas mensuales, hasta alcanzar en total una faena de 140 mil vacas, de acuerdo con lo que expresa el artículo 3 de esta normativa.
Por su parte, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias valoró positivamente las medidas de flexibilización en la exportación de carne, ya que consideró que es un paso importante para lograr “la libertad comercial y exportadora” y que es la única manera “de tener rentabilidad en la gandería”.
La mirada sobre el maíz
A su vez, además de las flexibilizaciones en la exportación de carne, el Gobierno nacional decidió este lunes enviar un comunicado al sector agropecuario con nuevas directivas para la emisión de las declaraciones juradas de las ventas de maíz al exterior.
Así, según el comunicado emitido el lunes 11 de octubre por la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, “A partir del día de la fecha, sólo se aceptarán para su registro de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior dentro del régimen especial denominado DJVE-30 establecido por el Artículo 13 de la citada Resolución N° 128/19, siempre que las mismas correspondan con operaciones debidamente respaldadas con sus compras físicas y con barcos nominados con fecha estimada de arribo”.
Cabe aclarar que la resolución 128/19 es una normativa dictada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en noviembre de 2019 por la cual se estableció el procedimiento para presentar las Declaraciones Juradas de las ventas al exterior de los productos agrícolas y que habilita a la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios a imponer las condiciones de las ventas de granos.
Frente a este comunicado, distintas entidades del agro, entre ellas la Federación Agraria, las Confederaciones Rurales y la Sociedad Rural, se mostraron muy disgustadas y rápidamente salieron a distorsionar la información, asegurando que se había dispuesto un cepo a la exportación de maíz, dado que se llegó a completar el cupo de exportación por 38,56 millones de toneladas.
De este modo, en el mismo comunicado en el que se celebraron las medidas del Gobierno para flexibilizar la exportación de carne, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias se mostró con “preocupación por las decisiones adoptadas en el mercado del maíz que generan confusión y desconfianza en toda la cadena” y que llevan a “desalentar la producción”.
A raíz de estos comentarios, el Ministerio de Agricultura, emitió un comunicado en el que explicó que estas medidas no se tratan de un cepo y que no existen limitaciones para la exportación de maíz, las exportaciones continúan abiertas: "No existe limitación ni cepo. El productor rural tiene que tener la plena certeza de que es la base de esta cadena de valor y que en ningún momento se actuará con alguna medida que lo perjudique".
Por otro lado, la cartera que preside Julián Domínguez indicó que la Argentina va camino a exportar “un volumen histórico de maíz, con una producción récord de 60,5 millones de toneladas, de las cuales 38,5 millones son para la exportación”, por lo tanto, debe quedar claro que, aunque se busca garantizar abastecer al mercado interno, no existen limitaciones de ningún tipo para la exportación de este cereal.