Homenaje a Jorge Lafforgue
Por Sergio Kisielewsky | Foto: Twitter @SocialesUNLZ
La escena viene desde el fondo de los tiempos. El sitio era el Centro Municipal de Exposiciones. Allí a fines de los años 90 se realizaba a metros de la Facultad de Derecho de la UBA la tradicional Feria del Libro. En los pasillos que bordeaban el predio se realizaban cursos y mesas redondas muchas de ellas al aire libre y hasta allí fuimos un grupo de amigos a escuchar a Jorge Lafforgue. La conferencia era sobre la obra de Rodolfo Walsh. Todo transcurría con el rigor de una clase magistral de alguien que pone el acento en otra zona fuerte del autor de Operación Masacre. Me refiero a su libro Variaciones en Rojo y las desdichas en la ficción de Daniel Hernández tal vez su alter ego, pero a la vez un detective peculiar, una suerte de romántico empedernido, también sagaz, con la visión de un gran jugador de ajedrez y con un carácter que no desbarrancaba en los casos que no podía resolver.
En los pasillos de la Feria por suerte se escuchaba lejana la voz de la locutora llamando a tal o cual conferencia en el recinto municipal hasta que Lafforgue lloró. Fue un llanto breve, sin bulla pero que cortó la charla al medio. Todos quedamos atónitos y acompañamos en silencio lo que él no podía pronunciar. Luego de unos minutos se recuperó, volvió a sus papeles y la charla sobre la obra de Walsh terminó con un aplauso sonoro. No sólo lo merecía por lo que había dicho sino por lo que callaba, es decir su vínculo con Walsh, el tránsito por los años turbulentos, la pasión compartida por la gran escritura y el dolor irreparable por el modo en que los esbirros de la dictadura acabaron con su vida. Nunca lo pude saber con exactitud y no es frecuente que alguien que da una clase magistral sobre un escritor de gran estirpe se deje ganar por la emoción. A la luz del tiempo transcurrido eso lo hace más inmenso como persona. Años después cada vez que lo encontraba a Lafforgue por la Avenida Corrientes le pedía que reeditara (lo había hecho en la Editorial Legasa) Pretérito Perfecto de Hugo Foguet quizás una de las mejores novelas de amor en el medio del Tucumanazo, un gran levantamiento popular contra la dictadura de Lanusse.
Lafforgue tenía pasión por los libros de nuestros escritores. Su paso por el Centro Editor de América Latina, Alianza, Eudeba, El Ateneo y su larga trayectoria como asesor editorial en Losada le permitió tener un vínculo fuerte con la producción de literatura policial, lo transformaron en un experto de estilos y formas, en un descubridor de talentos, prueba de ello es el libro Asesinos de papel que escribió con Jorge B. Rivera. También estudió Derecho, ejerció el periodismo en La Opinión, Panorama y Crisis entre otras publicaciones y gran parte de sus artículos fueron recopilados en su libro Cartografía personal. Escritos y escritores de América Latina. Entrevistó a Borges, Neruda, Jorge Amado y Antonio Di Benedetto por nombrar sólo algunos. En Legasa publicó en la década del 80 a Daniel Moyano, Rodolfo Rabanal, Pedro Orgambide, Héctor Tizón, Luis Gusman y Guillermo Martínez entre otros. Además editó obras de investigación periodística. Fue docente universitario y publicó ensayos sobre Florencio Sánchez, además de Explicar la Argentina, Textos de y sobre Rodolfo Walsh. Historias de caudillos argentinos y Manuel Pampín, Editor Argentino, una biografía de Manuel Pampín pionero de Editorial Corregidor.
El 5 de enero a los 86 años falleció y nos dejó un legado, descubrir nuevos escritores y escritoras será un horizonte que nunca se debe dejar de mirar, de estar atentos a nuevos estilos y propuestas.