Casi 1 de cada tres trabajadores/as es pobre (informales: casi 1 de 2)
En la semana, el Gobierno nacional anunció un refuerzo de ingresos que afectará a trabajadores informales y monotributistas de las categorías más bajas. La medida es lógica: a pesar de la recuperación del empleo del último año y medio, el 28% de los/as empleados/as está por debajo de la línea de la pobreza.
Como es previsible, el número empeora entre los cuentapropistas y los/as informales, donde la cifra sube al 41 y al 45%, respectivamente. Se trata del sector que representa a la mitad de los trabajadores argentinos.
Sin embargo, el problema también impacta sobre los/as empleados/as registrados. Es decir: se puede tener un empleo formal y también ser pobre. Así le pasa al 15% de los/as trabajadores que son contratados con todo "en regla". Eso se debe, en buena medida, a que el salario mínimo que debe cobrar cualquier trabajador formal está por debajo de la línea de la pobreza. Por ahora, no hay avances en ese sentido aunque el gobierno adelantará las paritarias entre gremios y empresas. Además, se evalúa adelantar sumas fijas a trabajadores, a cuenta de futuros acuerdos en las negociaciones salariales.
Según un estudio del Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo, de la Universidad de San Martín la explicación es sencilla: "Los ingresos continúan rezagados, alrededor de la mirad de los trabajadores está inserta en ocupaciones precarias o inestables y el salario de los asalariados formales solo recuperó dos de los 20 puntos de poder adquisitivo perdidos entre 2018 y 2019", resumieron.
El macrismo implicó una reconfiguración en la puja entre capital y trabajo, en favor del primero. Esa reconfiguración no se revirtió hasta ahora, aunque sí se manifiesta un ligero cambio de tendencia en 2021.