Contundente paro y movilización a 45 días del gobierno de Milei
45 días tardaron los trabajadores en hacer el primer paro y movilización contra el gobierno de Javier Milei. Convocados por la CGT, las dos CTA y distintas organizaciones sociales y políticas, la multitud superó las expectativas de los organizadores y desbordó la Plaza de los Congresos.
Las columnas continuaron por Av de Mayo hasta la 9 de Julio. A pesar del calor infernal de pleno enero, la situación económica y el deterioro en los bolsillos de los laburantes hicieron que decenas de miles salieran a la calle para oponerse a las medidas del gobierno libertario.
La movilización se desarrolló el día después de que el gobierno hubiera conseguido el dictamen de mayoría para llevar al recinto de la cámara de diputados el proyecto de ley ómnibus. Diseñado por el presidente del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri, Federico Sturzenegger, el proyecto tiene en su interior la reforma del estado incluido en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que Milei puso en práctica apenas tomo poder en el ejecutivo.
El paro comenzó a las 12 del mediodía en todo el país y tuvo un alto acatamiento. A pesar de que el epicentro de la movilización fue en las puertas del Congreso y en las adyacencias del mismo, distintas ciudad del país también mostraron postales multitudinarias. Por caso la ciudad de Bariloche presenció una aglomeración que copó el centro cívico. Otro polo de concertación fue el monumento a la bandera en Rosario, donde también se pudo apreciar una gran convocatoria.
El mediodía porteño de pleno enero mostró una fisonomía distinta a la de cualquier otro año para la misma época. La presidencia de Milei logró lo que nunca antes había logrado otro gobierno: que a tan poco tiempo de andar (45 días para ser más exactos) tanta gente saliera en defensa propia y en contra del presidente. La situación económica y los recortes en las distintas partidas estatales sumadas a los aumentos exorbitantes en los precios de los comestibles, combustibles y servicios hicieron que todo se precipite en pocos días.
En calles se podían ver muchas banderas de distintas agrupaciones desde organización políticas hasta militantes en favor de la cultura o la educación universitaria, pero también miles de autoconvocados. Familias que no pueden conseguir lo indispensable para vivir: comida.
Los únicos oradores fueron los líderes sindicales, Pablo Moyano y Héctor Daer, quienes en representación de la central de trabajadores expusieron críticas a la conducción del país y plantaron un plan de lucha. "Venimos con la Constitución en la mano, que dice claramente que los derechos son progresivos y que no pueden volver atrás", expresó el cosecretario general de la CGT y titular del gremio de Sanidad, Daer.
En tanto que Moyano advirtió que "un peronista no puede votar este DNU que va en contra de los trabajadores y la soberanía nacional". "Les pedimos a los diputados que tengan dignidad y principios y no se ofendan si les dicen algo en los medios. Les pedimos que no traicionen a los trabajadores, a la doctrina del peronismo, que es defender a los laburantes, a lo que menos tienen y a los jubilados".
El paro y la movilización tuvieron un éxito acorde a lo esperado. Ahora la pelota está del lado de las diputadas y diputados, quienes a partir del martes que viene expondrán sus argumentos respeto de la ley ómnibus. De ellos dependerá si se le pone o no un freno al gobierno que quiere quedarse con todos los derechos de los trabajadores y con un poder supremo por un año. Con los votos propios y una oposición amigable todo parecería a favor del ejecutivos, igual todo está por verse.