"Ciclo Licuadora": plataforma de artes escénicas en Neuquén
El Ciclo Licuadora es una plataforma de Artes Escénicas que impulsa la creación artística joven y emergente de la región del Alto Valle y que tendrá su sede en El Arrimadero Teatro y en Casa de la Cultura (Neuquén) los días 17, 18 y 19 de julio.
APU entrevistó a Joaquín Suárez, actor, bailarín y uno de los productores de este joven proyecto.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo es tu recorrido en la danza y las artes escénicas?
Joaquín Suárez: Nací en Moreno, provincia de Buenos Aires. Hice teatro desde muy chico. Apenas terminé el secundario comencé a estudiar actuación en la UNA (Universidad de las Artes). En ese marco me acerqué a la Expresión Corporal y a la Danza Contemporánea. Antes de transitar la universidad mis conocimientos del movimiento se basaban casi exclusivamente en lo deportivo. Actualmente estoy por terminar la licenciatura en Expresión Corporal, en la UNA. Mi acercamiento a la performance se dio por fuera de la universidad, a partir de trabajar en distintas obras y propuestas que dialogaban con ella.
APU: ¿Cómo nació el Ciclo Licuadora y hacia dónde apunta?
J.S.: El ciclo lo formamos y producimos con Camila González, Sol Fuentes Acuña y Julieta Sandoval, las tres son neuquinas y estudiantes avanzadas de las carreras de Danza Contemporánea y Danza Teatro en la UNA. Éramos amigos, con Juli teníamos dos obras cortas, y las chicas también estaban en proceso de creación de sus propias obras. Con este tipo de materiales es más difícil encontrar espacios para mostrarlos o desarrollarlos, así que lo construimos nosotros. En febrero del 2022 tuvimos nuestra primera edición. Hoy el ciclo es una plataforma de artes escénicas que busca impulsar a los artistas emergentes del Alto Valle y fomentar el circuito profesional joven de la región.
La propuesta parte de generar redes de trabajo e intercambio entre trabajadores de distintas disciplinas como danza, teatro y performance. Apostamos a que la programación sea lo más heterogénea y variada. Las propuestas son tres obras cortas de distintas disciplinas por día, no solo por el enriquecimiento que se da entre los creadores que comparten sus procesos creativos, sino también por el público que quizás frecuenta una disciplina en particular y así se acerca a otras experiencias.
APU: ¿De qué se trata otra parte de este proyecto?, ¿qué son las Residencias Licuadora?
J.S.: Después de la primera edición del ciclo, descubrimos que no alcanzaba solamente con brindar un espacio de exposición para los trabajos, sino que teníamos que ocuparnos de la reflexión y construcción de obra, así como también de su futura circulación. Nos parece importante que la práctica y creación escénica mantengan su carácter reflexivo, es decir, que la preocupación por la construcción de la escena se vuelva práctica y ensayo. Por eso priorizamos estos espacios de encuentro para que lo formativo potencie el intercambio de distintas ideas sobre los modos de pensar la escena y la creación. Hacer danza y teatro en el Alto Valle implica registrar las cotidianeidades y realidades propias del lugar para poder construir poéticas arraigadas a los cuerpos que lo habitan. Las residencias buscan eso, oficiar de punto de encuentro entre creadores, intérpretes y gestores.
A partir de esto comenzamos el proceso de las Residencias, donde acompañamos el proceso creativo de las obras hasta su estreno en el ciclo, y conformamos un equipo audiovisual que registra las funciones para entregar un material de calidad que sirva como insumo para enviar a distintas convocatorias.
Además, con el paso de las ediciones construimos alianzas estratégicas con distintos espacios y artistas de la región que colaboran brindando salas de ensayos, acompañamiento a las obras, y formaciones específicas para los directores y sus procesos creativos. Algunos de nuestros colaboradores son El Arrimadero Teatro, que es nuestra sede principal, y Galpón del Medio, de Giuliana Bertoya. Por otro lado, entre los tutores y formadores del ciclo se encuentran Mariana Pessoa, Verónica Martínez, Jorge Onofri, Sebastián Fanello, Claudia Ganquin, y María Belén Zerega.
Nuestra perspectiva intenta poner en valor el trabajo artístico y cultural que han sostenido tantos y tantas artistas a lo largo de estos años. Ofrecer una continuidad histórica a partir de distintos lineamientos de trabajo y creación fue la mejor manera que encontramos para establecer redes entre lo que existe y lo que está por venir.
Equipo de producción
Sol Fuentes Acuña: Neuquén, 1997. Bailarina y gestora cultural. Actualmente forma parte de la producción de Ciclo Licuadora y atraviesa un proceso de primeras obras en Incubadora, DGEART. Recientemente estrenó un cortometraje de danza, Adiós Neuquén, junto a Clara Bravo y Camila Esteban. Ha participado de diversos proyectos de danza Independiente como intérprete, directora y gestora.
Julieta Sando: Neuquén, 1998. Bailarina de tango, directora, coreógrafa y gestora cultural. Actualmente produce Ciclo Licuadora. Dirige dos obras de su autoría: Bastarda y Carne Fresca. Es bailarina del Ballet Escuela del CETBA dirigido por Laura Murphy y Fransley Marcel.
Camila González: Neuquén, 1998. Bailarina e intérprete graduada de la UNA. Formó parte de diversas compañías y elencos, entre ellos la Compañía de Danza de la UNA. Actualmente se dedica a la gestión y producción cultural y a la enseñanza en Danza y Composición Coreográfica.
Joaquín Suarez: Moreno (Buenos Aires) 1997. Se forma en escuelas sin techo y con paredes electrificadas. Hoy es actor, director, performer y todo lo que haga falta.
Las funciones serán el miércoles 17/07, jueves 18/07 y viernes 19/07.
Contacto: redjovenred@gmail.com