Pablo Moldovan: “La inflación está estancada en niveles altos”

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Pablo Moldovan: “La inflación está estancada en niveles altos”

17 Septiembre 2024

Desde Salvador, Bahía


Entrevista con el economista Pablo Moldovan, Director de la consultora C-P, que analiza la situación económica argentina en el contexto financiero global. Delante de las mejoras en la inflación de las que habla el gobierno, entrevistamos a Moldovan para conversar al respecto.


AGENCIA PACO URONDO: ¿La inflación está mejor como dice Milei?

PABLO MOLDOVAN: Por cuarto mes consecutivo la inflación dio un valor en torno al 4%. Empieza a consolidarse la idea de que la inflación se estanca en estos niveles, que son altos. El gobierno tuvo una primera etapa exitosa para bajar la inflación desde niveles muy altos, provocados por las propias decisiones de política económica del gobierno y ahora tiene un piso difícil de romper. Eso abre desafíos, porque este era un programa muy recesivo, muy doloroso, muy costoso, que en los últimos meses, gracias a la desinflación muy fuerte había conseguido construir algo de aire.

Cuando la inflación empezó a bajar muy fuerte, en la media que la economía argentina tiene dinámica de inflación inercial en los contratos. Las negociaciones paritarias de los trabajadores formales se pactan mirando la inflación pasada, las fórmulas jubilatorias también. Si la fórmula mira la inflación pasada y la inflación pasada fue 11 y de repente pasa ser 4, a vos te actualizan 11 un mes que fue 4 y te sentís un poco mejor.

En la medida que el proceso de desinflación se sostenía, eso era consistente con una cierta recuperación de los ingresos. Esa recuperación de los ingresos amenaza y empieza a generar indicios de recuperación de la actividad, muy leve, desde niveles muy bajos, pero es una recuperación que parece que se empezó a quedar trunca y sin nafta, porque la inflación se planchó, y el motor que estaba mejorando los ingresos desaparece. Ahí tenemos un primer núcleo de problemas para el esquema del gobierno.

APU: Considerando que hace cuatro meses que la inflación está en 4% ¿El gobierno puede decir estabilizamos la economía?

PM: No, estamos muy lejos. 4% de inflación es el número que tiene un país de la región en el año, nosotros lo tenemos en un mes. Para que tengas una referencia de valor: 4% mensual de inflación anualizada da cerca del 50%. Esa inflación que tuvo la economía argentina en 2018-2019, en el medio de la crisis de la deuda de Macri y la corrida cambiaria. Son niveles muy altos. Venimos de una situación muy compleja, muy inestable desde finales de 2023 pero Argentina necesita romper estos niveles tan altos.
Nosotros desde la consultora venimos trabajando que el principal problema de la economía es la inflación y hasta que no se resuelva ese problema va a ser muy difícil resolver cualquier otro problema, sea el de la distribución de los ingresos, de la restricción externa o el problema de la deuda. Es muy difícil de resolver los problemas con los niveles de inflación a los que llegó Argentina.

APU: Ustedes dicen que el principal problema es la inflación, Cristina dijo que es la economía bimonetaria, que impactaría en la inflación. ¿Cuál creés que es el principal problema?

PM: Creo que gran parte del problema es que tenemos niveles de inflación que lo que hicieron fue destruir nuestra moneda y esa destrucción de la moneda nos deja con menores márgenes de soberanía económica. En la medida que un país pierde su moneda y pierde su mercado de deuda, pierde la posibilidad de gestionar la política económica con algún margen de déficit fiscal, pierde la posibilidad de endeudarse, de hacer una política monetaria más autónoma.

Respecto al planteo de Cristina tengo una diferencia que creo que es un planteo que era más válido para finales de 2015 que para la actualidad. Esto me obliga a historizar un poco el proceso. Cuando analizamos las distintas etapas, creo que probablemente Argentina se topó contra la restricción externa en 2011, 2012, cuando puso los controles cambiarios y a partir de ahí la economía argentina se topó con la restricción externa y empezó a tener los problemas típicos de una economía con escazes de dólares. De hecho, la devaluación del 2014 se puede leer en ese contexto, como una devaluación tradicional del ciclo de stop and go.

Esa dinámica te llevó a niveles de inflación relativamente altos, era una inflación que estaba en torno del 20%. Después de ese proceso vino un proceso opuesto, donde vino una apertura financiera y de endeudamiento muy fuerte, que explotó en un problema de deuda. De la combinación de esos dos problemas se engendró uno nuevo, que es que la economía ingrese en un proceso de alta inflación. En la medida que ya acumulamos demasiados años expuesta a altos niveles de inflación, la inflación empieza a tomar vida propia, se explica por la propia inflación. La inflación tiene inercia, los contratos se actualizan mirando para atrás, es difícil salir de esa dinámica y requiere un abordaje integral y fuerte.

Atender el problema de la inflación cuando vos llegás a niveles como los que tiene Argentina, requiere abordajes especiales, no se aborda igual que una inflación baja. Eso es una tarea pendiente. El gobierno actual lo hace, lo asumió como propio, él asumió que la agenda de la inflación es la agenda prioritaria de la Argentina, el problema que tiene es que lo hace desde un abordaje que, a nuestro entender, es incorrecto. Es muy doloroso y le suele pasar estas cosas que estamos empezando a ver, se queda sin nafta, sin potencia para continuar bajando la inflación antes de llegar al objetivo. Una vez que se te estacionó la inflación durante cuatro meses en cuatro puntos da la sensación de que tendrías que darle otra ronda. ¿Pero qué le vas a poner, otra ronda de ajuste fiscal semejante al que hiciste antes? La economía ya no lo tolera. ¿Otra ronda de ajuste monetario brutal? Las condiciones sociales ya no lo toleran. Este tipo de programas históricamente tuvieron estos límites para resolver estos problemas. Generalmente los abordajes son más de shock y más complejos. Suelen incorporar alguna cuestión vinculada a desindexación de contratos, acuerdos sociales, sumar a las partes y tratar de coordinar a la baja de la inflación sin tener necesidad de usar herramientas macroeconómicas. Es un abordaje más integral y mejor.

APU: ¿Qué herramientas les quedan para intentar bajar la inflación?

PM: Bajo nuestro diagnóstico hay un momento que ubicamos entre abril y mayo donde el programa económico de Milei viró y cambió sus prioridades. Cuando uno analizaba en el inicio era un programa que uno podía entender que tenía como norte una reforma monetaria. ¿A qué llamamos reforma monetaria? Lo que Milei llamó dolarización, una nueva convertibilidad. Era hacia donde parecía que apuntaba el programa, un esquema de reforma muy fuerte que viniera a resolver el problema de la inercia y la indexación en la economía. Era una respuesta que para nosotros no era la óptima, porque significaba sacrificar la soberanía monetaria, pero sí son respuestas que suelen ser efectivas para bajar las inflaciones como la que tiene Argentina.

Si dolarizás una economía tenés que renegociar todos los contratos. Los contratos dejan de ser indexados en pesos, como las cláusulas de los alquileres o paritarias, empezás a tener una economía que funciona en otra moneda y en esa medida construye contratos nuevos que marca un punto de arranque distinto en el que estabas, que podía ser un shock transformador de la dinámica inflacionaria.

Hoy estamos en una situación medio rara, en donde el gobierno se desvió de ese programa. Ese programa tenía dos metas: achicar la cantidad de pesos y aumentar la cantidad de dólares en el Banco Central, para en algún momento hace una convertibilidad o una sustitución de unos por los otros. Pero el programa, desde finales de mayo, pasó a perder muchos dólares y no necesariamente a ajustar la cantidad de pesos. La reforma monetaria que podría ser una alternativa se alejó del horizonte y el gobierno se quedó con este programa que en los últimos meses perdió fuerza y construye mucha incertidumbre hacia adelante.

Cuando uno hace la programación cambiaria, la mirada de cómo le va a ir al mercado del dólar de acá en adelante, la verdad es que lo que el gobierno tiene por delante son meses muy difíciles. Septiembre, octubre y noviembre suelen ser meses malos en términos del mercado cambiario.

APU: ¿Por qué?

PM: El mercado del dólar está dominado por el principal sector exportador, el sector agropecuario. El mercado es superavitario cuando se vende y liquida la cosecha gruesa de exportación y en los momentos en que ya se vendió la cosecha gruesa el mercado se vuelve deficitario. Estamos entrando en esa etapa. El año que viene es un año muy complejo en términos de dólares, los vencimientos de deuda en dólares empiezan a ser mucho más grandes. Cuando se renegoció la deuda con acreedores privados lo que se armó fue un período inicial donde no se pagaba mucho, después de ese período inicial entran muchos vencimientos de deuda. Se empiezan a engendrar dos problemas: la inflación que no baja y la escasees de dólares que amenaza el programa económico.