El amante de Martínez de Hoz, que Milei no recuerda
La semana pasada el empresario y principal mecenas de Milei, Eduardo Eurnekian, al ser consultado por la prensa sobre el ingreso a los BRICS respondió: “En lo personal no me molesta, veo bien el ingreso de la Argentina a los BRICS.” Agregando: “Vos podés tener tu señora y tu amante, negro” (sic). Convengamos que desde la perspectiva de genero, sonó fuerte. Pero, para graficar la situación, dejó una frase que pasará a la historia.
Poco antes, Milei había criticado el ingreso de la Argentina al grupo que integran Rusia, China, Brasil, India y Sudáfrica y al que Argentina se sumó junto con Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Emiratos Árabes e Irán, y dijo que el “alineamiento” en geopolítica de Argentina, “es Estados Unidos e Israel” .
Eurnekian, como buen empresario, en materia de negocios es un pragmático, y aunque piense igual que Milei, que “la esposa oficial” es EEUU e Israel, no desdeña tener vínculos o relaciones fuera de ese matrimonio que le proporcionen otro tipo de oportunidades. Porque en definitiva es lo que hacen todos los países incluyendo en EEUU: poner los intereses de su nación por encima de las ideologías, de hecho China es uno de sus principales socios comerciales.
Un personaje que debería ser el padre (o abuelo) de los libertarios, el Ministro de Economía de Videla, José Alfredo Martínez de Hoz, dejó otra frase para la historia, que lamentablemente Milei no recuerda: “Hay que saber separar los intereses económicos de la ideología.”
Rusia comunista, principal socio comercial de la dictadura
En 1974, por gestión del entonces Ministro de Economía Jose Ber Gelbard, se reabrieron las relaciones económicas con la ex Union de Repúblicas Socialistas Soviéticas URSS. El 13 de febrero de 1974 se firmó un “Convenio sobre el desarrollo de cooperación económico-comercial y científico-técnica” que llevo la firma del Ministro Gelbard, el Canciller Vignes y Alexei Manzhulo Viceministro de Comercio Exterior.
Convenio que, fue ratificado el 5 de agosto de 1977, por el decreto-ley 21.614 con las firmas de Videla, Montes y Martínez de Hoz. Resulta curioso que en su artículo 1 diga: “Apruébase el "Convenio entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, firmado en Buenos Aires el 13 de febrero de 1974, cuyo texto forma parte de la presente Ley.” La dictadura militar aprobaba por decreto ley, una de las políticas mas cuestionadas por la oposición al peronismo: la reanudación de lazos comerciales con el bloque comunista.
El golpe del 24 de marzo de 1976, fue tal vez el mejor planificado de nuestra historia. No solo en lo militar-represivo, sino desde el conjunto de medidas que se tomaron desde el primer día. Martínez de Hoz, pocos días después - el 2 de abril de 1976 - expuso su plan económico, en un memorable discurso, que bien podría ser repetido hoy, por Milei o Bullrich sin cambiarle ni una coma.
Entre los planes previos de los golpistas ya figuraba mantener y acrecentar las relaciones políticas y comerciales con Moscú. El PCR (Partido Comunista Revolucionario) hasta hoy sostiene que se trato de un golpe pro-ruso y pro-yanky. Y algo de eso hay. En los comunicados de justificación del golpe, no hacían mención al “comunismo apátrida” sino al “desgobierno, la corrupción y el flagelo subversivo”. Además ilegalizaron a todos los partidos de izquierda, menos al Partido Comunista PC, que era apéndice del PC Soviético.
En 1973, las exportaciones argentinas a la URSS, llegaron a los 83 millones de dólares. En los años 1974 y 1975, se multiplicaron llegando a ser, este último año, el 9,7% del total de las ventas externas del país. La URSS empezó a comprar carnes, llegando a recibir el 10% de las ventas de ese producto, siendo el tercer comprador luego de Brasil y Alemania Federal. Las exportaciones de granos argentinos siguieron aumentando y en el año 1978, la URSS compró el 66% del trigo argentino vendido al exterior.
Amor con amor se paga
Por supuesto que en términos políticos este vinculo comercial con la URSS (que en ese momento si era comunista) tuvo grandes beneficios para la Dictadura Militar, en especial cuando se trató de bloquear en la ONU cualquier tipo de condena contra la dictadura por las violaciones a los Derechos Humanos. Y en esto - hay que decirlo – también participaba la Cuba de Fidel. Gestos como estos, le permitió decir al canciller Juan Aguirre Lanari, en un discurso en la Escuela de Defensa Nacional, que: “los países socialistas han acompañado a la Argentina en la cuestión de los derechos humanos”.
En cambio EEUU utilizó la enmienda Humphrey-Kennedy, inicialmente dirigida a Chile, (de recorte de asistencia militar y venta de insumos bélicos) , y la amplió a la Argentina. Las presiones del gobierno de James Carter y el envío de su emisaria, Patricia Derian, para monitorear la situación de los derechos humanos en el país, además de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tensionaron más la relación binacional.
El PC Argentino, en defensa de Videla, cuestionó la presión de EEUU en un comunicado: “Negamos sinceridad y autoridad moral al imperialismo yanqui para defender los derechos humanos más allá de sus fronteras, violándolos fronteras adentro y en diversas partes del mundo. Es justo rechazar dicha injerencia, así sea so pretexto de defender derechos legítimos.”
La Dictadura rompe el bloqueo de EEUU
En diciembre de 1979, la Union Soviética invadió Afganistán. El 5 de enero de 1980, EEUU tomó medidas contra la URSS, entre ellas, declarar un embargo comercial, e instó, a la dictadura argentina a participar del boicot.
Pero, Martínez de Hoz, secundado por el titular de la Junta Nacional de Granos, David Lacroze, y el Secretario de Agricultura y Ganadería, Jorge Zorreguieta (papá de Máxima), vieron la gran oportunidad y se opusieron a participar del embargo. Contaban con el apoyo de la Sociedad Rural, y de las compañías exportadoras de cereales: La Plata Cereal, Cargill, Italgrani Plata, Dreyfus, Nidera Argentina, Continental y Bunge y Born. Los rusos le pedirían que sumen algunas cooperativas, como FACA, de la Federación Agraria, para darle un barniz mas progresista al negocio.
La URSS se convirtió así en el comprador más importante de las exportaciones argentinas (35 % del total general y 80 % del total en el rubro cereales). De 83 millones de dólares que le vendimos en 1973, pasamos a 3500 millones en 1981.
A fines de enero, visitó Argentina el general norteamericano Andrew Goodpaster para presionar al gobierno a sumarse al embargo. Fue el Ministro Martínez de Hoz quien le respondió: “Nosotros somos anti comunistas, hemos luchado contra el terrorismo marxista, no se nos puede acusar de pro-marxistas, pero, hay que saber separar los intereses económicos de la ideología.”
Jose Alfredo Martínez de Hoz, uno de los padres del liberalismo argentino, no hizo ninguna referencia de esposa y amante negro ante Goodpaster, pero le dejó claro que la oligarquía argentina era anti-comunista, pero no boluda.
Algo que debería aprender Milei cuando se desgañita gritando que no va a comerciar con China (nuestro principal comprador de soja) o Rusia, que además, de comunistas, ya tienen poco y nada.
Perón hizo suya la frase de Lord Palmerston : "Las naciones no tienen amigos ni enemigos permanentes, sólo intereses permanentes"
Concepto que debería aprender Milei, y muchos ideologistas nuestros que aplican los mismos criterios de razonamiento, pero desde este lado de la grieta.