Embajador de EEUU en la Argentina: "Es genial que los sindicatos se manifiesten"

“¿No es genial que los sindicatos y sus miembros puedan salir y manifestarse?”, termina contestando de manera retórica el embajador norteamericano, Marc Stanley, ante un impávido Luis Novaresio que recibe como toda respuesta un mazazo ideológico desde un lugar que jamás se lo hubiese imaginado, ante una pregunta que buscaba una frase de cassette: ¿“patoteros” y “violentos”?, y quizás ¿“populistas” y “comunistas”?-.

La sorpresa es total. 

La devolución del Embajador no solo genera “ruido” en el conductor de TV, Luis Novaresio, sino en los seguidores libertarios de Javier Milei -también en el propio Presidente de la Nación- que, como se sabe, ven en los Estados Unidos de Norteamérica una faro o una llegada para sus metas "libertarias" pero que desconocen o poco han estudiado. Quien sigue las últimas décadas de la política exterior norteamericana en materia de comercio claramente sabe que tienen un lema fundante: mercado libre para afuera, pero proteccionismo para adentro.  

¿Son la repetición de los eslóganes que pululan por algunos perfiles de las redes sociales un dique para incorporar elementos nuevos para que surjan análisis? ¿Puede la capacidad crítica, ante tanta vorágine informativa, superar una y otra vez la dictadura del algoritmo? ¿Cambiará de parecer Luis Novaresio ante tamaña lección de Republicanismo? 

Es necesario también marcar que el Embajador de EEUU se reunió en menos de 40 días dos veces con la vicepresidenta de la Argentina, Victoria Villaruel. Como para, también dudar, de sus impulsos. 

Todo indica que ya es tarde 

La ultraderecha que ubico a Javier Milei en la Casa Rosada construyó durante un largo tiempo la figura del “enemigo” utilizando su hegemonía mediática, comprada o prestada, y también en muy buena forma las redes sociales de las que aún se desconoce su grado de alcance pero que fue, sin dudas, jugó un papel definitorio para que el candidato Libertario pueda triunfar en el último ballotage frente a Sergio Massa. 

Desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri a esta parte todo lo que huele a peronismo se convirtió en símil “delincuente”, principalmente, en las redes sociales. Basta dar una recorrida por Twitter o Facebook para constatar las agresiones hacia un sector de la militancia política, las organizaciones sociales y los sindicatos, que suelen materializarse a través de “Memes” que, tambien, suele decirse que “los hace la gente” aunque claramente se nota una robusta planificación por detrás que incluye miles de cuentas truchas que cuentan con un puñado de seguidores.   

El combo comenzó a desarrollarse desde ese temprano 2015 con: planero, se le sumó el kuka, el kircho, el polentero, el motochorro, la ladrona, y -con eso de los 70 años de Macri- el peronismo desde la militancia de La Cámpora a los sindicatos de la CGT, demonizando puntualmente en Pablo Moyano y Roberto Baradel, un camionero y un maestro.  

Ahora, el último: Zurdos. Fin. 

Esta caracterización amasada con muchísima estrategia por ejércitos de trolls, avalados y permitidos por la mega corporacion Meta, fue tomada y amplificada por los operadores mediáticos más famosos: Luis Novaresio y Alejandro Fantino, que inflan la línea exacerbada, histérica y violenta que les dicta ese supuesto “anonimato” de los comentarios, views, y una jactancia inusitada como la que esgrime Fantino: “Cuantos me están mirando, 60 K”, dice canchero desde Neura.      

Bien. Todo esto tarde o temprano encuentra un límite ya que el disenso político desde hace décadas es algo que existe en casi todos los países del mundo. Y, puede materializarse en el festejo que realizó el embajador norteamericano, Marc Stanley, de la masiva huelga y manifestación de la CGT: “El año pasado tuvimos paros en la industria automotriz, en la industria del cine. Creo que una democracia que tiene sindicatos vibrantes es algo bueno, es algo para celebrar que en democracia los los sindicatos y los miembros del sindicato puedan salir y manifestarse pacíficamente. Nuestro presidente, Joe Biden, habló de eso: ‘La democracia sigue siendo la manera más duradera de la humanidad para avanzar en la prosperidad, seguridad y dignidad para todos. ¿No es genial que los sindicatos y sus miembros puedan salir y manifestarse? Se resolvió en Estados Unidos y se resolverá aquí”. 

Sin dudas, y para no hacerla tan larga: Novaresio no sabía donde meterse, pues su cara de asombro lo demostraba todo. Desde el canal de TV La Nación + se encargó de demonizar -y hasta patalear con la voz quebrada- por el paro masivo de la CGT. Mas sintetico: todos los sindicalistas son malos y feos.   

Entonces: ¿Puede una Nación tener una vida democrática de calidad sin sindicatos? ¿Como reclamaran los trabajadores sino es agrupándose para tener más fuerza a la hora de la negociación?  

Todo el arco mediático difundió la entrevista desde una mirada única: el aval que el funcionario estadounidense, como representante, de su país, le entregaba a Javier Milei. “Estamos en el mejor momento”, fue la frase de Stanley destacada, aunque claramente lo contextualizo con los cientos de años de historia de relación entre ambos países del continente americano y, también, se negó a cuestionar la gestión de Alberto Fernandez -ahi apuntaba la pregunta de Novaresio-, y lejos también de caracterizarla como populismo o comunismo, como acostumbran algunos Libertarios en el último tiempo. 

También Stanley, en una nota que duró tan solo 10.47 minutos y que también fue subida al canal de Youtube de la embajada, no se priva de -una vez más- puntualizar en lo estratégica que resulta la Argentina, por alimentos y energías, para las compañías norteamericanas. 

“Están sentados sobre la segunda reserva de petróleo y gas shale del mundo, están sentados sobre la tercera mayor reserva de litio, Tienen trigo, maíz, magnesio, soja, ganado, y un gran capital humano. El mundo necesita lo que tiene Argentina. Históricamente, Estados Unidos fue, y es, el mayor inversor en Argentina. Nuestras empresas ya están asociadas a la Argentina de manera regular. Anticipo que a medida que veamos una recuperación y una estabilidad en Argentina, verán más”, expresó el Embajador muy lejos de que “Argentina sea un país de mierda del que hay que irse”. 

Ahora bien: nada de todo esto puede decirse, sino se dice que también nos genera ruido a nosotros.