En campaña, habló de derogarla: ¿qué hará Milei con la ley de coparticipación federal?

Los sueldos de docentes, enfermeras, policías, médicos y otros grupos de trabajadores y trabajadoras del Estado se enfrentan a una encrucijada. El experimento de Javier Milei todavía no ha comenzado y hay dudas respecto a cuál será la profundidad de las medidas que anunció en la campaña electoral. Un 16 de octubre de 2023, Milei dijo en el programa A dos voces que había que terminar con el sistema de coparticipación porque era lo mismo que violar mujeres. 

El sistema de coparticipación se rige por una ley sancionada en 1988. Esta normativa genera que el Estado distribuya montos entre las provincias de manera automática cada mes. Esos ingresos permiten que las provincias puedan afrontar gastos como el pago de salarios estatales, sumando otros ingresos tributarios locales. La única provincia que se financia con menos del 50% de ingresos de Nación es Chubut, otras como Santiago del Estero dependen en un 80% de los fondos enviados a nivel nacional.

En la campaña del presidente electo no se propuso una alternativa a una posible derogación de la ley. Gobernadores de Entre Ríos, Buenos Aires, Catamarca, Jujuy, Salta y Santiago del Estero plantearon de distintas maneras que eliminar la coparticipación era condenar a las provincias. 

Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, dijo que la propuesta de Milei no le iba a permitir a la provincia pagar “los sueldos de los empleados públicos de enero, febrero, marzo y abril, por lo menos”. La provincia del norte depende en un 70% de los fondos que envían desde Nación. 

Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, manifestó que si se quitaba la coparticipación “en diciembre no vamos a poder pagar los sueldos”. Y agregó “ya le pasó a Vidal con los problemas que tuvo y las discusiones que tuvo con Macri cuando llegó el ajuste; no se podía dar incrementos salariales y no podía seguir con la inflación…”. 

Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, dijo que derogar la ley era “una burrada” y que se trataba de “hacer desaparecer a las provincias”. Santiago depende en un 80% de fondos de Nación, por lo que sería una de las provincias más perjudicadas. Zamora también manifestó su preocupación por los puestos de trabajo que se perderían en caso de aplicar el modelo de obra pública a la chilena que anuncia Milei. En su discurso del domingo, luego de conocer los resultados, el gobernador santiagueño se planteó en su rol como opositor al nuevo gobierno y dijo: "Hemos sido cuidadosos en lo económico. Tenemos equilibrio financiero, no tenemos deuda. Dignidad y orgullo sí tenemos. Aquí estoy, Santiago del Estero no se va a detener. No somos más que nadie, no somos menos que cualquiera".

Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, expresó que “de cuatro sueldos de policías, maestros o enfermeros, vamos a poder pagar 3” en caso de no contar con los ingresos nacionales. “El gobierno no tendrá dinero para pagar sueldos hasta que vuelva a funcionar el Congreso”. El 70% de los fondos de la provincia vienen de Nación.

Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, dijo que “va a estar en riesgo el pago de sueldos a empleados públicos” si se aplica la propuesta de Milei para eliminar la coparticipación.

Martín Barrionuevo, senador de Corrientes, expresó ante los medios que alrededor de 22 mil docentes de la provincia quedarían sin trabajo. También dijo que pasaría lo mismo con 7 mil policías y penitenciarios, 8 mil trabajadores de la salud y que también sería inevitable el cierre de 140 comisarías de la provincia. 

En el caso de Entre Ríos, que depende en un 65% de fondos de Nación, deslizaron que también peligra el pago de sueldos y que apenas tienen un monto suficiente para pagar a estatales por dos meses. 

Después del domingo, Milei no volvió a mencionar qué pasaría con la Ley de Coparticipación o su relación con los gobernadores si la propuesta se concreta. Quién habló fue Mauricio Macri, padrino político de Milei, quién dijo que “los gobernadores deberían acompañar a Milei”. Durante su gestión como presidente, Macri utilizó los fondos de Nación a las provincias de manera discrecional y aumentó significativamente los montos a provincias amigas y la propia Ciudad de Buenos Aires.