Beto Pianelli: "Está comprobado que en el subte hay 87 trabajadores enfermos con asbesto, 7 casos de cáncer y 3 fallecidos"

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ENTREVISTAS APU

Beto Pianelli: "Está comprobado que en el subte hay 87 trabajadores enfermos con asbesto, 7 casos de cáncer y 3 fallecidos"

31 Julio 2023

Roberto "Beto" Pianelli, líder de los metrodelegados, diálogo con AGENCIA PACO URONDO sobre un tema de suma urgencia, pero que llamativamente no aparece en la agenda de los grandes medios, como sí lo son las huelgas aunque sin tratar adecuadamente la problemática del asbesto. 

Además, la reclamada “Unidad del Movimiento Obrero”, pero con el contexto del para qué ante una nueva arremetida de la derecha en esta nueva coyuntura electoral. 

Pianelli dice que, junto con los maestros, son de los trabajadores más estigmatizados del país por Clarín y Nación. Los metrodelegados crearon su propio gremio y aún siguen dando batallas.   

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo detectan que el subterráneo tiene una sustancia cancerígena que causa muertes de trabajadores?

Roberto "Beto" Pianelli: En primera instancia hace cinco años nos enteramos gracias a los trabajadores del Metro de Madrid que habían comprado estos trenes en la ciudad de Buenos Aires. Los había comprado el que era en ese momento el jefe de gobierno Mauricio Macri, y estaban peleando ellos porque tenían asbesto. 

El asbesto fue prohibido hace 20 años en Argentina. No lo conocíamos ninguno de los que estábamos acá. En la década del 60, muchos en el mundo veían que la gente que trabaja con asbesto y obviamente se moría por una determinada patología o de determinados cánceres. Entonces se empezó a ver que era un material cancerígeno. 

El primer país que los prohíbe es Francia en 1979, pero a posterioridad casi toda la Unión Europea. Y en el 2000, 2001, se prohíbe en la Argentina con efectos a partir del 2003. Es decir, se le da dos años a las empresas para modificar la utilización de este material. 

Asbesto significa indestructible, es una fibra que va de partículas muy pequeñas, micrones imperceptibles a la vista, millones y millones de fibras mineral. Era muy barato y encima era un aislante poderosísimo. Se hicieron desde ropa que empezó en la industria textil hasta los techos, los famosos de fibrocemento por todos lados en el mundo. 

Esto es un proceso mundial y cuando se empieza a prohibir obviamente había que modificar en lo que se utilizaba y lo que se fabricaba, no se fabricó más pero aparte había material instalado y ese estaba ya en estado de descomposición porque el asbesto como fibra se ve muy pocas veces, en general se ve comprimido en otro y que con un proceso de composición empieza a lanzar la fibra qué es lo que uno inhala o traga.

APU: Fue informarse, sorprenderse, averiguar, sin dudas que han pasado por muchas etapas con los metrodelegados: ¿Cómo fue todo el proceso? 

BP: Primero nos ocultaron, porque cuando llegaron de Madrid ahí hubo un delito, trajeron un material que está prohibido. Cuando lo empezamos a detectar dijimos: “¿Che esto es verdad?” decían que no y tuvimos que llevarnos sin pedir permiso materiales para hacerlo analizar. Luego conseguimos lugares donde se analizaran, y efectivamente teníamos visto lo que trajeron de España y después vimos que lo que habían traído de Japón que estaba en las mismas condiciones.

Empezamos a analizar lo que teníamos acá y nos dimos cuenta que todos los trenes que estaban funcionando en la ciudad de Buenos Aires tenían asbesto, y que no solamente había en los trenes sino que había en las escaleras mecánicas, en los techos y en todos los lugares donde se trabajaba con alta tensión. 

En el suelo está lleno, en el centro de potencia, su bocina, lleno de asbesto en las instalaciones.

APU: ¿Qué pasa si un trabajador se expone al asbesto?

BP: Primer problema: si vos estuviste en esa exposición laboral, la empresa tiene que denunciarlo a la ART y tiene que hacer estudios cada dos años, a ver si esa posición te produce enfermedades, nunca lo hicieron a eso.

Entonces hace cinco años empezamos a tratar de que lo reconozcan, hace tres que lo reconocieron y a partir que lo reconocieron tuvieron que empezar a mandar a los trabajadores a hacer estudios y en esos estudios que nos hicieron a la mitad de los trabajadores. 

Ya existen 87 trabajadores que tienen neumoconiosis por exposición asbesto. ¿Qué es la neumoconiosis? Son placas en la pleura que es lo que recubre el pulmón. Son las primeras patologías que empiezan con el asbesto y aparte de esos 87, siete compañeros con cánceres y fallecieron tres. Estos datos sólo son de los últimos tres años.

No sabemos anteriormente cuantos se enfermaron o cuántos jubilados se fueron y se enfermaron y cuánto fallecieron de esto sin que nosotros supiéramos porque obviamente como es un mineral que tiene un proceso en el cuerpo que puede desencadenarse entre 10 o 15 años nadie asocia su exposición con la enfermedad. 

Cuando nos enteramos de todo esto empezamos a ver el muestreo. Obviamente entre los días y vueltas con el Gobierno de la Ciudad, con la empresa Mobile y con Sbase, y como no avanzaba obligados tuvimos que ir a la Justicia, planteamos un amparo ambiental. 

Ese amparo y/o demanda que lo hicimos en representación de los trabajadores, pero también en representación de los usuarios y de trabajadores que están en la red vendiendo en los comercios. 

Hubo un primer fallo frente al amparo que era: “Señores tienen que desasbetizar todo el subte, y luego el amparo dice: “señores tienen que mandar a hacer estudios a todos lo que estuvieron expuestos”, y hasta ahora recién aceptaron la mitad y aparte dice: “también tienen que hacerme a todos aquellos que los últimos 30 años trabajaron en el subte”.

APU: ¿Cuál fue la respuesta de la empresa y del Gobierno de Larreta ante ese fallo?

BP: Aun no convocaron a nadie. Esto es la primera resolución del amparo, obviamente la empresa y el gobierno de la Ciudad lo apelaron, pero cuando fueron a la cámara la Cámara se les dijo: “Déjense de apelar y hagan lo que tiene que hacer”. O sea: reafirmó lo hecho en primera instancia y le exigió que cumplan con las resoluciones del primer fallo en primera instancia. Esta es la situación, y en este conflicto entramos porque no lo están haciendo y no hay un plan para sacar todo el asbesto del subte. 

Se sacaron 90 toneladas hasta el momento, que fueron cosas que nos negábamos a hacer, nos negábamos a manejarlo, entonces lo sacaron. Es más, después lo vendían en subastas, hace poco pusieron en subastas los trenes con asbesto y una legisladora porteña con los datos que le pasamos metió un amparo y le impidieron que los vendan, porque están vendiendo lo que está prohibido. 

Tampoco le están haciendo los estudios a todos los trabajadores, sólo a la mitad, y tampoco han convocado a ningún jubilado de hecho uno de los tres fallecidos es un jubilado que es el único que no está reconocido por las diferentes partes.  

APU: ¿La Justicia reconoce que hay 87 trabajadores enfermos a causa de ese material?

BP: Lo de los 87 enfermos, los siete cánceres y los otros dos fallecidos, eso lo dice la Superintendencia del Trabajo, lo dice la ART, lo reconoció la empresa, el Gobierno de la Ciudad y el Hospital Británico, lugar donde se trataron todos estos casos.

Es decir, son hechos aceptados por todos, y, obviamente, decimos que cumplan con el fallo de la Justicia. Y lo otro que planteamos es que mientras que se saca el asbesto, que en general nosotros sabemos es un proceso de 10-15 años, mientras tanto estamos trabajando, lo que le solicitamos es que si hay un riesgo -esto lo dice la Ley- hay que tratar de aminorar la exposición a ese riesgo. Por eso fuimos con la propuesta de decir, aparte de la experiencia de la pandemia, dijimos miren trabajemos un día menos y de esa manera estamos un día menos expuesto, sabiendo que vamos a estar expuesto igual y que la solución es sacarlo. 

Mientras que se hace este proceso queremos trabajar un día menos y ese es el conflicto que estamos viviendo del 27 de marzo, cuando fuimos a pedir esto, que empezamos haciendo apertura de molinete. Ese día fue la última vez que tuvimos contacto con la Secretaría de Trabajo, y con la empresa. A partir de ese momento hemos pedido 15 audiencias, y no nos dieron ninguna, ni hay comunicación; al revés, empezó una verdadera caza de brujas interna: empezaron a descontar el salario a todos los trabajadores sin motivo y está todo judicializado, pero mientras tanto no cobras. 

Empezaron a sancionar cantidad de trabajadores, y estamos en una verdadera guerra interna y nos contestar haciendo medidas públicas fundamentalmente para romper el aislamiento, para que la gente sepa y entienda qué es lo que estamos padeciendo, nos cambió la vida. Sabes lo que es que te digan: “vos tuviste 30 años trabajando con un material que no sabías y que no solamente podés estar enfermo o podés enfermar dentro de un año o dos sino que aparte podías haber enfermado a tu familia” porque lo llevamos en la ropa. Ahora ya le lavan la ropa a los compañeros, qué es lo que tendrían que haber hecho en un principio. Esto nos cambió la forma de mirar el futuro, de mirar nuestra proyección, de mirar todo. 

Por eso cuando quieren a callarnos, taparnos la boca con los operadores mediáticos y las empresas mediáticas que tratan de descalificarte o con los funcionarios que creen que sancionando, pegando o tratando de perseguirnos van a evitar de que demos esta pelea, están equivocadísimos, porque acá no es un 1% más caro, está en juego nuestra vida.

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"Las instituciones sindicales son muy potentes, pero a la vez muchas de ellas están muy aisladas de lo que pasa en la realidad"

Metrodelegados, perseguidos por Clarín y La Nación

APU: Por lo que planteas: les da la razón la Justicia, hay un delito al ingresarlo al país a sabiendas de las problemáticas del Asbesto para la Salud y reciben el apoyo. No queda otra más que la medida de fuerza, la huelga, una vez más. 

La característica nuestra, inclusive en nuestra construcción, cuando surgimos o teníamos vocación de hacer sindicalismo, éramos trabajadores que padecemos los 90 con una situación inaudita. Habían modificado el convenio colectivo de trabajo y ganamos dos pesos con 50, pero fundamentalmente estaban los problemas de salud.

Nos hicimos y construimos. Podemos decir que nuestra identidad está ligada a las condiciones laborales, por eso esta nos pega de esa manera porque fuimos y dimos la pelea por reducir la jornada laboral a 36 horas semanales, que es lo que teníamos que hacer hace más de 20 años.

Ahora porque con 36 horas semanales tenemos estos enfermos, por eso tenemos que seguir bajando para no enfermarnos, por lo menos hasta que saquen todo el asbesto del subte. 

Estamos acostumbrados a situaciones, tuvimos una persecución muy fuerte en 2018, en pleno gobierno Macrista, que quiso llevarse puesto al sindicato. Nos intervinieron las cuentas, compañeros detenidos, nos reprimieron en los túneles del subte, desgraciadamente estamos acostumbrados, pero no es la vida que uno quisiera haber llevado.

Uno trabaja para disfrutar de la vida, e ir al trabajo para enfermarse o para tener que estar peleando todos los días no era el objetivo de ninguno de lo que estamos acá. No tenemos esa vocación, lo hacemos porque no nos queda otra alternativa. 

Tomamos muy en cuenta los usuarios en esto, hicimos que desde marzo todas las medidas de protestas fueron paralizaciones muy cortas de a una o dos líneas a la vez, dejando líneas alternativas y recién este miércoles paramos todas las líneas juntas y hubo compañeros que dicen: “bueno, ya es hora de empezar a parar más”.

APU: También están con una campaña en redes sociales, apoyados por actores y actrices, dando cuenta de la letalidad del asbesto. 

BP: Tuvimos que hacer eso porque hay un gran bloqueo mediático. Lo voy a decir por la positiva: la TV Pública y  Canal 9 o IP son los que lo cubren al conflicto, pero ninguno más nos dejaban hablar. Hablamos con colegas o periodistas amigos, y le decíamos: “che nos van a reportar?” y nos decían que lo tenían prohibido. También radios, que inclusive a veces son radios compañeras compañeras, y acá la pauta mata al compañerismo. 

Nos vimos obligados a hacer una campaña centrada en las redes y exponer a los compañeros enfermos porque cualquiera puede ver los vídeos de los compañeros contando su patología exponiéndose, está la voluntad de los compañeros y la privacidad. 

Compañeros que salieron a hablar abiertamente, familiares de compañeros fallecidos también, tuvimos que hacer vídeos para hacerlo masivos en las redes sociales y lo otro que hicieron las redes sociales, fuimos a pedirle a artistas, deportistas y a músicos a pedir una mano porque la única forma que tenemos es llegar a través de las redes sociales ya que tenemos un bloqueo mediático.

Mucho después lo tomaron, por ejemplo, por primera vez estuvimos en alguno de los canales que son de común masivos y después de cuatro meses de conflicto. Creemos que es un tema de salud pública, por eso es importante que la gente lo sepa y eso sabes cómo lo notamos de que la gente en realidad entendió el mensaje, 

Cuando parábamos no tuvimos en ningún lugar ningún problema con ningún pasajero, nadie nos criticó, no había problema. Y es el mismo problema que tienen los operadores políticos y los canales de las empresas de comunicación, que van a buscar el pasajero para que nos putee y no consiguen encontrarlo.

APU: Son, podría decirse, el gremio más demonizado por los medios hegemónicos: ¿Por qué? 

BP: Solo una corrección, hay otros que son más demonizados que nosotros, por ejemplo, los docentes y la diferencia es que  a los dos nos acusan de secuestradores, pero ellos secuestran chicos y nosotros pasajeros. 

Entonces es más grave secuestrar niños que pasajeros pero sí esta demonización tiene que ver con la posibilidad que le dan que seamos trabajadores de servicio. Cuando protesto, al que me tienen de rehén es a mí, porque cada vez que protesto sé que tengo que afectar a uno que no quiero afectar, quiero afectar a otro. En una fábrica si vos paralizas, parás la producción del dueño. 

Lo mismo le pasa a los docentes, es una actitud y obviamente eso le permite generar este plan y obviamente el otro plan que tenemos en particular es que hicimos un sindicato nuevo, un sindicato de la nada. 

Y en este país es muy difícil hacer sindicatos y más salir de un sindicato tan gigante y con tanto poder corporativo como tenía la UTA, la cual nos terminó echando porque no obedecíamos los acuerdos que hacían con la patronal, que obviamente eran en desmedro nuestro. 

Por eso nos terminamos yendo e hicimos el sindicato y que fue dentro de todo exitoso porque se pudo constituir. Es ampliamente mayoritario entre los trabajadores del subte muy respetado, no solamente con los trabajadores, sino en general en todo el mundo sindical. 

APU: ¿Cuál es la relación con la CGT?

BP: Más allá de la CTA tenemos muy buena relación con los gremios de la CGT,  hemos sido muy respetuosos, muchos de nuestra trayectoria y también de la voluntad de otros trabajadores que tienen otras construcciones inclusive otra formas de moverse en el ámbito sindical. 

Hacemos un tipo de sindicalismo y sabemos que otros hacen otro tipo de sindicalismo, somos respetuosos del que deciden hacer cada uno, ahora defendemos el nuestro que es el que nos gusta, que nos sale y  eso es muy odiado por la patronal. 

En general, las patronales, lo que buscan, es gente muy consecuente, es decir, le gusta decir: “Yo arreglo con vos y vos te encargás de los demás”, y eso por más que quisiéramos no podríamos hacerlo. 

Esto nos da un reconocimiento en el mundo del trabajo, que hemos sido muy coherentes y lo que decimos lo hacemos, para bien o  para mal. Inclusive con el Gobierno de la Ciudad porque hemos tratado con Larreta muy fuertemente pero creo que en el fondo hay un respeto porque sí acordamos, acordamos, y si no acordamos no acordamos. Lo que no hacemos es tener un doble discurso.

Sí negociamos con la Ciudad a sabiendas que estamos en las antípodas en la política, que no concordamos en nada, pero tuvimos muchos años sin conflicto porque acordábamos, porque creemos que es el contrato que generamos con los trabajadores. Muchos nos odian por esa característica que tenemos.

APU: Después de cuatro años de macrismo y la tierra arrasada que dejó, con persecución sindical, miles de despedidos. Sin embargo, nuevamente están Bullrich y Larreta con serias chances de llegar a la Rosada. En este marco: ¿Cómo ves la repetida consigna “Unidad del Movimiento Obrero”? 

BP: Obviamente uno está siempre por la unidad del movimiento obrero, tratar de generar la mayor masa crítica posible pero pasa que desgraciadamente el Movimiento Obrero Argentino, históricamente, nunca hubo unidad e inclusive en los mejores momentos. Siempre hay sectores que son más conservadores y que tienen esa concepción de creer que por hacer acuerdos con, sobre todo, los gobiernos más antipopulares creen que se van a salvar, y la verdad que la historia demuestra que pierden todos y todas. 

Eso lo vivimos en el Macrismo, no es que todos los trabajadores o todos los movimientos sindicales pelearon, ni todo el movimiento social peleó. Es decir, hay una historia. Hubo algunos que salieron a pelear muy rápidamente y nosotros estábamos en ese grupo. Esto lo planteó como una realidad porque nosotros estuvimos de entrada. Salió a pelear con la CTA desde la Marcha Federal. 

Hubo varios sectores de la CGT -que no es una sola central sino que tiene diferentes corrientes- que, algunas no todas, se dedicaron a pactar, trataron de acordar. Movimientos sociales que también pactaron y después obviamente a medida que la ofensiva era cada vez más fuerte hubo sectores que se pasaron a la resistencia. Creo que desgraciadamente, ahora, vamos a un fenómeno similar. No es que aprendimos y ahora todo el movimiento sindical va a enfrentarse en caso de que haya un nuevo gobierno de la derecha. 

Habrá sectores que no van a apretarlo, y desde luego  intentaran pactar, aunque creo que no tiene mucho sentido porque uno pacta con el que quiere pactar, cuando no quiere pactar con vos mejor que te defiendas porque sino te van a pasar por encima. 

Desgraciadamente va a pasar lo mismo porque tendría que haber una experiencia acumulada en el Movimiento Obrero Argentino y las instituciones sindicales son muy potentes, pero a la vez muchas de ellas están muy aisladas de lo que pasa en la realidad. Hay una disociación entre lo que pasa en la realidad y esas organizaciones. De hecho tuvimos que irnos de una de esas organizaciones muy potentes, pero que al final la potencia no servía para nada, le servía mas a la patronal que a nosotros. 

Y esa misma organización (UTA) hoy están una crisis absoluta con corrientes internas, peleas y paros cruzados intersindicales. Nos fuimos a tiempo y creo que en general si los trabajadores tienen claridad seria al reves, por la base creo que si. Muchos compañeros nuestro que decían: “No, que iba a sacar el impuesto a la ganancia”, y muchos ni pagaban impuestos pero no importa, no le pagaba nadie porque estaba todo el salario caído. 

Ojala tengamos el movimiento reunificado con los organizaciones sociales, potentes y enfrentando una ofensiva que nos prometen en las campañas electoral que la van a hacer, que la prometen. 

APU: Un largo recorrido Beto, un proceso único, hasta fundaron un Sindicato: ¿Qué balance hacen?

BP: Tuve la suerte de vivir un proceso único y ser parte. Me tocó el lugar que ocupé y conseguimos recuperar la reducción horaria, muy buenos aumentos de salario, mejoramos las condiciones de vida de los compañeros. Hicimos  un sindicato en el país y, por ejemplo, destruimos la tercerización. 

La verdad que no esperaba dar la pelea. La estamos dando y creo que la vamos a ganar, estamos jugando fuerte para ganarla y creo que después de esto nos queda una sola cosa más que queremos resolver que es la jubilación. 

Si pudiéramos resolver el problema de la jubilación anticipada, creo que dentro de la realidad del mundo de hoy, con eso estamos hechos, pero creo que es un problema más nuestro. Es decir, yo cumplí un ciclo y ya llegué hasta acá dando esta pelea y después seguramente vendrán otros a darla.  

Hace ya 14 años que estamos y no cuento los tiempos que estuve de delegado porque podríamos decir casi veintipico de años, es mucho y hemos resignado muchas cosas de la vida que uno tiene ganas de hacer aunque no me arrepiento de lo que hice y de lo que hicimos colectivamente. Nos sentimos muy felices, construimos relaciones entrañables entre nosotros y también hicimos cosas por fuera del sindicalismo, por ejemplo, vas a ver acoplando.com.ar una página de cultura, nos gusta hacer pintura y no nos resignamos: tenemos una editorial, una cosa rara de los sindicatos pero nos encanta, 

También tenemos la página de abestoenelsubte.com.ar, es decir, hacemos cosas por fuera también porque lo fundamental para los trabajadores es recuperar el tiempo libre para disfrutar de la vida porque uno viene a la vida para disfrutarla no para padecerla. 

Entonces la lucha es una parte para recuperar tiempo y poder disfrutarlo y esto tiene un tiempo, creo que yo ya hice bastante.

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