"Nuestra condición de trabajadoras impacta de manera diferencial en el sistema de administración de justicia"

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"Nuestra condición de trabajadoras impacta de manera diferencial en el sistema de administración de justicia"

05 Diciembre 2016

Por Juan Cruz Guido

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo ve la representatividad de la cuestión de género dentro de las estructurales sindicales?

Florencia Losio: Nosotros somos un sindicato que, a pesar de ser nuevo y de que el cincuenta porciento de las trabajadoras del sistema judicial seamos mujeres, al momento de diseñar su estructura no se pensó en una secretaría específica de género. Entonces nosotros empezamos a trabajar con una agenda que sigue siendo anulada dentro del sindicalismo, que no piensa de por sí, al momento de crearse, en secretarías específicas. Por eso esa es una de nuestras metas, que el sindicato pueda tener una secretaría. Aunque para eso hay que hacer una gran cantidad de trámites dentro del sindicato y luego en el Ministerio de Trabajo. Lo vemos como posible pero esta situación tiene su lado positivo porque las mujeres podemos estar en todas las secretarías que ya existen sin tener que aglutinarnos en una sola. Pero, obviamente, por otro lado, si la secretaría no esta específicamente en el estatuto no podemos votar como tal en las decisiones de la comisión directiva.

 De todas maneras, eso no nos ha impedido que, durante un año, hayamos podido realizar una gran cantidad de actividades. Fuimos al Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario, estuvimos haciendo una capacitación para delegados y delegadas junto con la CTA, logramos que el Ministerio Público Fiscal de la Nación modifique el régimen de licencia para las trabajadoras siendo uno de los pocos sindicatos que tiene licencia por violencia de género y por fertilización médicamente asistida. Así que en ese sentido hemos tenido avances. También hemos conseguido que el Ministerio reconozca distintos tipos de familia quebrando la idea de la familia heterosexual, nuclear, de un hombre y una mujer, y que se reconozcan los derechos de las familias monoparentales o de familias de personas del mismo sexo.

APU: Si bien, como decías, hay una gran cantidad de mujeres en el sistema judicial, cuando uno mira los puestos jerárquicos cada vez nota menos presencia. ¿Cómo trabajan esto desde el sindicato?

 FL: Una de las líneas que estamos trabajando con género dentro del sindicato es no solo pensar las condiciones como trabajadoras sino pensar cómo nuestra condición de trabajadoras también impacta de manera diferencial en el sistema de administración de justicia. En el país sólo hay un treinta porciento de magistradas, ya sea juezas, defensoras o fiscalas. Esta situación se agrava si pensamos que mientras los fueros que tiene relación más directa con el poder, con lo público, ahí solo hay presencia de varones. Entonces eso también es una lucha dentro de las mujeres trabajadoras. Reclamar que haya más mujeres en la Magistratura y en los organismos de poder.

APU: ¿Cómo han analizado el ataque hacia la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, que contiene una evidente cuestión de género?

FL: Con respecto a la procuradora, consideramos que tiene que ver con la misma persecución que sufre Milagro Sala, Dilma en Brasil, Hebe o Cristina. Es la persecución a aquella mujer que trasciende su ámbito privado y quiere ocupar una posición de poder dentro de la sociedad. A la procuradora seguramente le hubiese sido mucho más fácil esta situación si fuera hombre. Nosotros cuando fue la modificación hicimos una presentación desde el sindicato a todos los diputados y diputadas poniéndoles algunas consideraciones más específicas  de lo que hubiera significado la aprobación de esa ley para las mujeres trabajadoras dentro del ministerio. Era una ley que hacia que el ministerio fuera conducido exclusivamente por hombres. Ponía tantas condiciones para ser fiscal general o para estar a cargo de una unidad fiscal que hacia que el ministerio estuviera compuesto y liderado sólo por hombres. Era un retroceso abismal en lo que se ha logrado en materia de participación de las mujeres dentro del ministerio.

APU: Luego de la muerte de Carmen Argibay la Corte Suprema quedó muy desequilibrada en materia de representación femenina. ¿Consideran esto algo sintomático del problema que describías previamente?

 FL: La verdad que es alarmante que no se pueda visibilizar tan claramente la importancia de las mujeres en la justicia. Hubo muchas campañas que promovían la idea de mayor presencia de mujeres en la justicia pero no lograron tener la fuerza suficiente para mantener la presencia de mujeres en la Corte. Más allá de la ideología de a quienes se sumó a la Corte, no se incluyó la temática de género. Por eso creemos que es algo fundamental. La inclusión de mujeres no es una cuestión biologicista, está demostrado que cuando hay mujeres en la cabeza de los sistemas de justicia, se han tomado medidas tendientes a la igualdad de género y la garantía de los derechos de las mujeres. Lo que demostró que haya mujeres en la Corte es que se piensan otros temas y se presentan otras propuestas. La OVD (Oficina de Violencia Doméstica) es gracias a que hubo una mujer en la Corte. La Oficina de la Mujer también fue por impulso de Argibay, y fue importante para empezar a instalar la agenda de género y que se capaciten todos los operadores judiciales del país. Y en el Ministerio Público, la Procuradora fue la que impulsó la creación de áreas específicas de género y de violencia contra las mujeres. Creo firmemente que cuando los gobiernos retroceden en el ejercicio de los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas es cada vez más difícil que se tenga también en cuenta el género al momento de hacer las elecciones.