Marcelo Leiras: "El macrismo tomó el cuidado a la salud como una amenaza a la libertad"
Por Martín Massad
El sociólogo, investigador, profesor y director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de San Andrés, Marcelo Leiras, dialogó con APU RADIO (domingos de 10 a 12, en FM La Patriada) sobre la actualidad política. Pandemia, restricciones y grieta.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Considera que desde el comienzo de la pandemia hasta hoy el gobierno de Alberto Fernández se ha ido debilitando?
Marcelo Leiras: Creo que el gobierno está pasando por un momento muy difícil, como todos nosotros, al enfrentar una situación que no tiene precedentes. Sin embargo, hay decisiones que se van a revelar con el tiempo correctamente, me refiero a tratar de proteger la salud de la gente, que es irremplazable y, al mismo tiempo, ofrecer un remedio económico para poder atravesar este momento del mejor modo posible. Esas son las medidas importantes que tomó el gobierno desde el principio, y en el medio está tratando de lidiar con una herencia económica muy complicada. Además, también está tratando de dar una respuesta a nivel de salud pública que es muy difícil de dar en todo el mundo dado el contexto. El hecho de que la pandemia nos afecte a todos implica que todos los gobiernos de todos los países están al mismo tiempo tratando de resolver el problema y los recursos no alcanzan para todos. Bajo estas circunstancias, la respuesta es la que se puede dar, pero lo importante es el foco que el gobierno ha tenido desde el principio.
APU: A su entender, ¿cuál es la estrategia de Horacio Rodríguez Larreta?
M. L.: Supongo que Horacio Rodríguez Larreta trata de ser representante de sus votantes. Ocurrió en todo el mundo que las oposiciones tomaron el contexto de la pandemia como un motivo para distinguirse de los gobiernos y atacarlos. Ahora bien, cuando un miembro de la oposición tiene responsabilidad de gestión, le cabe también la tarea de proteger la salud de la población. En este punto, la postura del Jefe de Gobierno ha sido bastante ambigua, siendo que en algunos casos asumió la responsabilidad de proteger la salud, mientras que en otros trató de responder a su electorado. Mientras esto no comprometa, las condiciones básicas de la respuesta sanitaria no son de carácter problemático. Por el contrario, cuando empieza a afectar esas condiciones básicas, como fue la presentación frente a la Corte Suprema de Justicia, que intervino de modo poco feliz e inoportuna, creo que esto es realmente un problema.
APU: ¿Cómo analiza el reinicio de clases presenciales en el mes de junio en CABA?
M. L.: Es probable que eso ocurra. También es importante considerar que hay muchas mamás y papás que están muy preocupados y lo esencial es que todos tenemos que tenernos paciencia porque hace mucho tiempo que estamos con esto y por momentos se vuelve una situación insoportable. Por eso comprendo la urgencia de los padres en mandar a los chicos a la escuela, así como también comprendo que no es evidente que la apertura de la escuela provoque directamente la muerte, pero hay estudios que indican lo contrario. Frente a esta incógnita, es conveniente ser prudente y adoptar la decisión que más chances tiene de proteger la vida. Esto es lo que Rodríguez Larreta no hizo cuando insistió con la apertura de las escuelas y, sobre todo, con la presentación judicial. Otro punto importante es no romper el espacio de cooperación que es indispensable. Hay casi 500 muertes cada día, entonces frente a esto es importante, considerando el cansancio y las preocupaciones de todos, mantener la vía de comunicación entre quienes tienen responsabilidad de gobierno.
APU: ¿Cree que el presidente Alberto Fernández debería tener más diálogo con la oposición?
M. L.: A mi me consta que existe diálogo constante, en particular con el Gobierno de la Ciudad y con gobernadores de la oposición de otras provincias que han manifestado que se sienten acompañados y parte de un esfuerzo colectivo. Comparado con otros países, la situación de la Argentina no es mala, ahora el problema es que hay un sector de la oposición que no tiene responsabilidad de gobierno. Es decir, la oposición entendida como Mauricio Macri, Patricia Bullrich, etc., tienen una actitud muy improductiva y dañina, con mucha presencia en los medios de comunicación, dado que en muchos casos son los dueños. Me parece que cuando las papas queman y está claro que nos tenemos que cuidar, esas voces indican lo irreflexivos y delirantes que son.
APU: ¿Se puede apelar a la responsabilidad individual o el Estado tiene que tener más presencia?
M. L.: Creo que es importante que el Estado tenga presencia. En otros países del mundo como Alemania, Italia, Gran Bretaña, etc., han puesto multas muy altas para quienes no cumplieran con las cuarentenas más estrictas. Confió en que no tengamos que llegar a eso. De todas formas, es comprensible la situación porque llevamos muchísimo tiempo sin contacto social, en algunos casos con un nivel de ingreso menor al que teníamos antes. La situación es muy complicada y cuando no cumplimos con las reglas no lo hacemos a propósito.
Insisto en que tener una solución cercana nos permite hacer el último esfuerzo porque la meta está cerca y en cuatro meses vamos a estar en una situación mucho mejor. Por eso, este es el momento para hacer el último esfuerzo, cuidarnos mucho, ser responsables, ser cuidadosos con la gente de alrededor nuestro que la puede pasar muy mal si se enferma, y nosotros también.
APU: ¿Cómo analiza la irresponsabilidad de un sector de la población que expresa la situación de cuarentena como estado de sitio?
M. L.: Eso es importante subrayarlo también y acá es donde entra el macrismo. Para la derecha en todo el mundo, el cuidado de la salud se toma como una amenaza a la libertad. Esta es una idea de libertad muy pobre y corresponde a aquel que está acostumbrado a hacer lo que se le canta, probablemente el expresidente coincida con esta descripción. Por eso es importante saber que uno vive en sociedad, que tenemos responsabilidad sobre uno mismo y sobre los otros, y que el cuidado de la salud no es una imposición tiránica, sino que es tratar de que no nos contagiemos y muramos. Si la libertad que tenemos que defender es la libertad de no andar con un barbijo para poder contagiar a otro, esto representa una idea de libertad salvaje y no vale la pena defenderla.
Me parece que las personas que defienden esa idea de libertad son también aquellas que cuando las amenazas a la libertad estuvieron en serio en las dictaduras, acompañaron esas dictaduras del mismo modo que acompañaron los golpes de Estado en distintos lugares de América Latina. Esa gente que ataca los cuidados de la salud que estamos teniendo son una señal de que tenemos que ir para el otro lado.
APU: ¿Cómo actúan los gobiernos para controlar a las personas irresponsables en el marco de los cuidados de la salud en pandemia?
M. L.: Con el cumplimiento de la ley y con el acompañamiento mayoritario. Es decir, tengamos en cuenta que nos estamos ocupando de una ínfima minoría que tiene visibilidad debido a que estamos guardados en nuestras casas, mientras que ese sector sale a la calle sin problemas y hace manifestaciones. Estas marchas son minoritarias en todo el mundo, son un grupo de gente que en nuestra vida normal pasarían por lo que son, es decir marginales.
APU: ¿Considera que las cuestiones referentes al manejo de la pandemia afectan a los votantes en las próximas elecciones legislativas?
M. L.: No. Creo que lo importante es la situación económica que estamos atravesando desde hace bastante tiempo, y más recientemente la inflación. Creo que todos estamos tratando de ordenar la economía. Tenemos un gobierno que se está ocupando de eso enfrentando las dificultades, en contraste con un gobierno que nos endeudó y produjo este problema. Esta es la comparación que vamos a hacer como votantes en septiembre y en noviembre de 2021, ese es el marco en el que se va a resolver la votación.
El Frente de Todos está mostrando intención de ocuparse de los problemas, en algunos casos con más éxito que en otros. Por ejemplo, el enorme peso de la deuda que heredamos con los acreedores privados fue resuelto hace casi un año y muy probablemente se alcance un acuerdo con el FMI. Además, para tener un resultado potente, el gobierno necesita controlar el frente de precios en los próximos meses. Si consigue hacerlo, le podría ir muy bien. Aunque la situación sea parecida a la de ahora, creo que las perspectivas son buenas.