“Esperar rebeldía del rock es medio contradictorio”

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“Esperar rebeldía del rock es medio contradictorio”

02 Noviembre 2013

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Por Juan Ciucci

APU: En principio, ¿cómo surge la banda y cuánto hace que están juntos?

Adrián Negro: La banda hace siete años que surge, a través de un compañero, Diego que era el primer cantante y de José que es el bajista. Ellos me llaman para conformar una banda, empezamos a armar los temas y a juntarnos a ver qué onda. No teníamos baterista, empezamos a probar a algunos bateristas, así estuvimos algún tiempito hasta que dimos con el señor (Lucas Laviana), nos encantó, congeniamos bien y ahí armamos la banda, los cuatro en el 2005. En noviembre del 2006 fue la primera vez que tocamos en vivo, ya teníamos varios meses de ensayo y así nace la banda. Estuvimos muchos años tocando en vivo, grabamos un demo con los temas que teníamos y a partir del 2010 empezamos a grabar el primer disco. Diego el cantante, se sentó a charlar y nos dijo que ya no sentía la música como antes y no quería cantar más, entonces, decidió dar un paso al costado. Ahí tuvimos que rearmar toda la banda en plena grabación del primer disco con la voz de él. Rearmamos la banda nosotros tres como trío, decidimos no reemplazarlo y me hice cargo de la voz-

Lucas Laviana: Lo empujamos a hacerse cargo, alguien tenía que cantar.

AN: Me dieron el voto positivo. Empezamos a ensayar todos los temas para rearmar la banda, yo tocaba la guitarra nada más y tocar y cantar no es lo mismo. Estuvimos varios meses así, volvimos a regrabar el disco, las guitarras quedaron, regrabé todas la voces, prácticamente grabamos todo el disco de nuevo. Y finalmente sale ahora después de tantos años y tantas cosas, ahí está, La cortesía del silencio que es el primer disco de la banda.

APU: El cantante anterior aportaba letras, también.

AN: Sí, de hecho, son 11 temas en el disco y 7 son letras de Diego. Las composiciones fue siempre de los cuatro y las letras siempre la dividíamos con Diego, él era el que más escribía, 4 son mías.

LL: De hecho, cuando registramos el disco y las letras en SADAIC, todo ese proceso intenso de tramiterío, hablamos con Diego porque queríamos que quede el registro de que son sus letras y casi que lo llevamos de los pelos a firmar, porque él ya estaba en otra. Pero es uno de nuestros mejores amigos y de hecho, desde otro lugar, de alguna manera está en la banda.

APU: Hay una cosa muy digital con las nuevas bandas, pocas llegan al disco ¿Qué los movilizó a grabar y a sacar el disco?

LL: Creemos que el soporte del disco todavía está vigente y además, el hecho de diseñar, tener una tapa, un concepto general por garpaba. Y por ahí cuando lo ves en digital, no poder tocarlo, no poder olerlo, recuerdo cuando ibas a comprar el disco y lo abrías, abrías el librito y leías las letras, un poco recuperar eso, no perderlo. Que no se diluya del todo, la tecnología está buenísimo, el acceso a la información está buenísimo.

AN: Para las bandas chicas es fundamental eso, es fundamental difundir, que llegue a todos. Está muy  bueno eso pero sí, somos fetichistas. Es lo mismo que tener un libro, leer las hojas no es lo mismo que leer en una pantalla. Además pasa por un tema conceptual, yo me bajé un montón de discos pero siempre, soy muy fetichista con el tema del disco, y cuando me empecé a bajar música en vez de comprarme, me gustaba armar mi discoteca pero con una carpetita con cada disco. Me bajaba discos me gustaba tener discos pero que sean originales y si podés tener la tapa mejor. Suele pasar que la gente se empieza a bajar temas y a mí me gusta la cosa conceptual del disco, es una obra en sí, los temas están enganchados por algún concepto y tener eso me parece que está bueno.

LL: De hecho cuando vas a masterizar que es la última etapa del proceso del disco, hasta uno toquetea, si va a dos o tres segundos o lo que sea, entre tema y tema en función de los climas que vas  manejando. Si el tema anterior quedó muy arriba, si el que arranca quedó muy abajo. Cuando vos te  bajás los temas los enganchás de cualquier manera, la computadora te los engancha por orden alfabético y por ahí se pierde un poco la historia. Y por ahí el tema 11 por algo en el disco es el tema 11 y transmite un montón de climas, tanto en la música como en la letra que nosotros queremos que quede en ese lugar y de hecho, se engancha con lo que es el arte.

José Granel: El disco, que es algo material, que lo podés tocar, tiene que ver mucho con el primer disco de la banda, es decir, tener el primer disco, no tener algo digital, sino tener algo materia que lo puedas tocar y palpar también. Que da cuenta del recorrido, que esto tiene que seguir de acá a mucho tiempo más.

AN: Lo importante también es que volvió el vinilo también, estamos volviendo para atrás. Quizás tanta tecnología apabulla, si bien la tecnología está buenísima, hay cosas que no.

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APU: En ese sentido, al hacer música ¿cómo se llevan con las nuevas tecnologías, los nuevos instrumentos posibles?

LL: En la discusión de Pappo con DJ Deró, nosotros estamos 110 % con Pappo, como para que te des una idea de la idea de la banda. Nosotros pregonamos como cierta idea de la música, además somos un trío, una guitarra, un bajo y una batería. De hecho, la guitarra en general está distorsionada y la banda tiene mucha influencia del rock de los 70, Hendrix, Zeppelin, más para acá Foo Fighters, que tiene tres violeros, es la cuestión del instrumento y de que no suene a prefabricado.

APU: ¿Quieren hablar sobre el concepto del disco?

AN: El disco se llama La cortesía del silencio y la idea que engloba ese título es por qué cortesía y por qué silencio. Al principio cuando conformamos la banda, notamos que el título se asocia mucho a la banda que es Manso Cabrero, cuando le pusimos nombre a la banda hace dos años, hablamos de cosas contextuales que pasaban, es una banda que de alguna manera refleja el tema social. Las temáticas y las letras, si bien hay letras personales, cosas de sensaciones y de sentimientos, todas de alguna manera reflejan un estado de ánimo social o qué nos pasa a nosotros frente al contexto social, económico.

El nombre de la banda apunta a eso, sentíamos que en ese momento había una idea, ganas de hacer algo que nos representaba a nosotros dentro de ese grupo, llamale militancia si querés. Ganas de salir a decir algo al mundo con las cosas que no nos gusta y al mismo tiempo una sensación de impotencia de no saber qué hacer. Sentíamos cierta apatía en lo político pero eso ahora está un poco más en discusión, cosas que pasaron en los últimos años pero en ese momento sentíamos una cierta distancia con lo político, en el sentido de hacer política al caminar. Manso Cabrero es una conjunción de eso, son dos cosas contradictorias, manso algo tranquilo, cabrero, algo furioso, esa contradicción era lo que sentíamos en nuestro lugar en la sociedad.

Las ganas de hacer algo, de salir a reventar todo, revolucionar y al mismo tiempo tranquilidad, aceptación, sumisión. En base a eso las letras empezaron a jugar dentro de esa visión y nos pareció que La Cortesía del silencio, reflejaba un poco todo un abanico que abre las diferentes letras del disco.

Por qué cortesía y por qué silencio: silencio, lo sentíamos especialmente lo que nos llevó a poner el nombre a la banda, un silencio cómplice con un estado dado de las cosas, el silencio estaría del lado de no decir, no denunciar, del lado de lo manso, de lo tranquilo, de la aceptación, la sumisión, la pasividad. Y la cortesía porque el silencio es cortés con un estado dado de las cosas, si bien uno es cortés en las buenas formas, de alguna manera, mantener esas formalidades es como una crítica implícita. La cortesía del silencio es una cortesía cómplice para mantener las cosas como están. Es como un título de denuncia o como una sensación, es decir, creemos que las cosas están así o estaban así y a la vez problematizar eso.

LL: Además, como cierta arbitrariedad de lo que vos puedas interpretar también y que da lugar a múltiples significaciones o múltiples interpretaciones que vos podés hacer de ese título. Esa complicidad con cierto status quo, cierta falta de resistencia, de ciertas situaciones de la vida, más o menos por ahí viene Manso Cabrero y La Cortesía del silencio de la mano. Llegamos a poner ese título al ver más allá de un concepto previo, las letras de las canciones nos llevan a poner ese título. Hay que aclarar que no somos una banda contestataria, no somos una banda de protesta, hay muchos temas introspectivos.

El tema que abre el disco se llama El instante y la paz y de alguna manera, si  bien se presta a libres interpretaciones, a cada uno le puede significar lo que quiera, lo que le parezca, siempre hay una intención de quien comunica algo. Y habla de un momento donde a alguno se le revela algo y quiere guardar ese segundo que se escapa muy fácilmente. Hay otros temas que hablan de otras cosas, temas que hablan concretamente de cosas políticas  o históricas. Todo ese cúmulo de cosas nos lleva a poner este título y creemos que formaba parte de eso, el hecho de ser Manso Cabrero, de sentirse con ganas de hacer algo y sentir bronca al mismo tiempo. Aceptar la sumisión en algunas circunstancias porque te lleva la vida también a eso.

AN: También a naturalizar situaciones porque no estamos hablando de un silencio conciente, sino que muchas veces y hasta la mayoría, un silencio cómplice en el cual ni siquiera terminás de evidenciar en tu propia conciencia y en tu propio caminar. Cosas cotidianas y tan boludas como por ejemplo, tomarte el bondi todas las mañanas, estar esperando el bondi para ir a laburar y que se te escape o no te pare, esa bronca que te genera pero al mismo tiempo a los 15 minutos estás aceptando y formando parte de esa rueda, eso es Manso Cabrero. El disco habla de rescatar esa esencia, cosas que sentimos, cosas históricas, políticas, sociales, estados de ánimo, estas son las cosas que forman parte del disco.

APU: ¡Cómo se verían en lo que sería la escena del rock actual? Por un lado se ve la crisis, por otro lado está como demasiado establecido en espacios concretos y mega festivales, pareciera que a las bandas chicas les costaría tocar, de Cromañón para acá, hay problemas con los lugares

LL: El otro día le mostraba el disco a un amigo y me decía que escuchó el disco y no escuchaba hits, me quedé pensando si eso podía ser talvez un halago, es decir, él no me lo planteó ni como un halago ni como una crítica, fue una observación. Pero me hizo pensar que hay cierto intento de no tirar algo prefabricado, nosotros en nuestras composiciones no estamos pensando si el estribillo va a pegar. Nosotros, bajamos las luces, nos ponemos a tocar y en muchos de los ensayos y muchas de las improvisaciones salen los temas.

José trae una base de bajo y le decimos que está buenísima y el Negro empieza a tocar y empezamos a darle. Por ahí al principio es un desastre, no se entiende nada, es toda una cosa caótica, hasta que hay algo que empìeza a funcionar y eso se dio mucho además, desde que somos tres, hay muchos espacios de nuestros ensayos que se da esa improvisación. Creo que ahora hay varias bandas que están apareciendo que a mí me gustan como Eruca Sativa, que es una banda de la hostia que a mí me da la esperanza de que no todo está perdido y que no todo es un rock chato y con cierta falta de sensibilidad. Tampoco traen algo súper renovador, es también volver a las fuentes y tocarlo hoy, actualizarlo.

AN: Sí coincido con él, veo lo que es el rock en general, en principio como decía La Renga, el rock no va a morir jamás. El rock  es un género de hace un montón de años que quedó, está establecido y de hecho es un género hegemónico, eso es lo bueno y lo malo que tiene hoy en día el rock. En su momento el rock era un género contestatario, un género rebelde de la juventud, hoy en día eso ya no es así, hoy Macri canta Queen. El rock forma parte de cierta hegemonía, ya está establecido, esperar rebeldía del rock es medio contradictorio.

Es una industria y un negocio muy fuerte, hablabas de los mega festivales, creo que en los últimos 10 ó 15 años, por lo menos acá, el rock se banalizó mucho, se quedó en una especie de pope. En esa banalización del rock, lo que abundan son mega festivales, un negocio alrededor de eso, cierta standarización y empezaron a aparecer muchas bandas nuevas que siguen los patrones de esa standarización, siguen los cánones que estableció esa banalización del rock. El establecimiento de grandes festivales, de grandes negocios en torno al rock, de decir, esto es lo que suena, estas son las tendencias, la moda de algo que ya estaba establecido. Perdió esa cosa contestataria, rebelde, subalterna que en algún momento tuvo.

Hoy en día si  hay un avance en rock es un poco contradecir eso, creo que hay bandas y hay cosas. Una banda que me gusta mucho y que representa todo lo contrario es Pez, lamentablemente queda como una banda de culto, no trasciende, o sea, el rock es de culto o es para una minoría. Quizás el rock masivo hoy en día es el rock banalizado. Aparecen bandas como, Tan biónica, ¿qué carajo es Tan biónica?, es rock o es pop. Cuánto de Pop tuvo el rock, las últimas bandas de rock que vienen apareciendo, Ella es tan cargosa, ese tipo de bandas que suenan en la radio todo el tiempo ¿Es rock eso? No sé, más o menos, hay una cierta confusión con lo que es rock. Lo que representaba el rock hace varios años, hoy lo representan bandas que van surgiendo. Como Eruca Sativa, pero también hay quuçe ver eso, porque es un fenómeno que se inserta en cierto circuito establecido, hegemónico o queda entrampado en ser una banda de culto como Pez, no sé bien que espacio hay para el rock  hoy en día. Lo que sí sé es que nosotros no intentamos insertarnos en el camino de Tan biónica (risas), creo que sigue los patrones de lo que vende, sin desmerecer.

LL: Pero también vienen del under, va en cada uno, si te gusta o no, es un ejemplo del rock que se fue generando en los últimos 10 años, a mi no me gusta ese camino.

APU: ¿Y con espacios para tocar? Porque también en un momento los espacios generaban ese movimiento de bandas.

AN: En el espacio para tocar estamos jodidos, está complicado. Desde Cromañón acá se complejizó pero se formalizó de una manera que no le da lugar a las bandas chicas. Hoy una banda chica está en la disyuntiva de decir, gasto un montón de plata garpando un lugar y por qué tengo que pagar para tocar, somos artistas, somos músicos. Ofrecemos un espectáculo, hay un montón de laburo, hay un montón de inversión atrás, ensayos, instrumentos, la grabación de un disco.

LL: La plata uno la va poniendo de a poquito y además tardamos tantos años en sacar esto pero no sé entre 10 y 20 lucas y después para poder tocar uno tiene que pagar, las bandas chicas no tienen espacios consolidados. Manso cabrero, vivió de Cromañón para acá, Cromañón fue en el 2004 y esta banda nace en el 2005, 2006 es decir que vivimos con todo ese momento. Ahora se abren más lugares pero en esas condiciones que dice el negro, lugares desfavorables en términos económicos porque hay que poner mucha guita y después hay que recuperar y entonces, uno dice, pongamos una entrada popular pero por otro lado, decís, vamos a perder plata.

Lo más lindo para nosotros es subir a un escenario y tocar y que suene bien porque el ensayo es como para el futbolista el entrenamiento, pero si no jugás el domingo, ¿qué sentido tiene? Podemos decir en el ensayo, otra vez este tema que ya tocamos hace un montón de años, está desgastado, querés tocar temas nuevos pero cuando te subís al escenario, ese tema que en el ensayo te desgasta, arriba del escenario no, porque lo sentís, ves la gente, es otra situación. Está visto también que hay todo un negocio de los lugares que ofrecen el servicio de brindar un espacio para que las bandas chicas puedan tocar. El grupo de amigos que forma un equipo de fútbol y pagan el campeonato para poder jugar, el hecho de que las bandas toquen es lo mismo y el grupito de amigos que hacen música que paguen el lugar para poder mostrar eso. El acceso a la cultura no es sólo para la gente que va a consumir, a ver un espectáculo de lo que sea, sino también el derecho de los artistas a mostrar su cultura, a comunicar lo que hacen y no hay muchos espacios que brinden eso.

APU: Igualmente van a dar un recital…

AN: En ese marco vamos a dar un recital (risas). Porque uno se acomoda, es un Manso Cabrero que putea con las condiciones desfavorables pero al mismo tiempo  quiere sobrevivir.

APU: ¿Cuándo van a tocar y dónde?

LL: Vamos a presentar el disco el sábado 9 de noviembre en Belgrano, un lugar que ya conocemos y que ya tocamos tres o cuatro veces. Se llama Seven Sins Concert Bar, queda en Cabildo 853, es Avenida Cabildo y Federico Lacrose. Invitamos a tocar antes a una banda amiga de folklore Rancho aparte, van a estar invitados, la idea es tener a todos los invitados que grabaron el disco en escena, tenemos ganas de que se refleje aquello que está grabado arriba del escenario. Porque en el formato disco uno graba unos arreglos que después en el vivo se dan de otra manera.

Queremos transmitir mucho de lo que se grabó ahí, hay muchos invitados que grabaron voces, cositas especiales. Va a estar lindo, los invitamos a todos, para nosotros va a ser una noche inolvidable porque es la fecha más importante de la banda desde que existe. Lo tomamos no sólo como la presentación del disco, sino el comienzo de una nueva etapa porque toda esta tardanza de la grabación del disco, la banda compuso muchos temas nuevos, hay mucho  material, de hecho ya se puede grabar un segundo disco. La banda mutó un poco y tenemos ganas no sólo de presentar el disco, sino también decir hoy Manso Cabrero está acá, maneja estas texturas, estos sonidos, el recital va a ser una obra en tres partes para mostrar lo que se viene.