Grandes valores del tango

Por Jorge Hardmeier

Hay algo de esa fusión del tango y el rock que forma parte de una lírica urbana, es una tangolencia rockera eterna.

(Luis Alberto Spinetta)

Este 16 de agosto del tan pandémico 2020 se lanza Herencia, de Tangos Infames, un EP que se puede encuadrar dentro de ese folklore rioplatense denominado tango. Poesía, alma tanguera y aires de arrabal. Los temas en su integridad fueron compuestos -música y letra- e interpretados por Adrián Murga, también actor, dramaturgo y director teatral. Los arreglos y la guitarra líder son de Guillermo Martel y participaron también Martín Duhalde, Diego Ayala y Facundo Nicanor en guitarras, Amalia Escobar en piano, Ezequiel Uhart y Florencia Amengual en bandoneón, Lionel Mórtola y Gerardo de Mónaco en contrabajo, Pedro Sotelo en violín, Damián Pastorino en acordeón, Guadalupe Hidalgo en bombo leguero, Ricardo Culotta en trompeta y Florencio Justo en metalófono. La mayoría de estxs músicxs también colaboraron en los coros y sumaron voces Mario Barassi y Gabriela Moyano.

 ¿Por qué la herencia y por qué no sólo del tango viven los infames? “Nace en torno a – explica Murga - pensar o reflexionar sobre la palabra "herencia". Durante los cuatro años del macrismo se expuso tanto mediáticamente y colectivamente esa palabra que me quedó resonando mucho. Me hizo configurar el proyecto con esa idea, por lo tanto este EP de siete temas en el que hay tango, milonga, vals y canción, cada uno de esos temas podríamos decir que es una reflexión a la palabra "herencia", qué es la herencia o qué puede significar desde la composición, y cada tema toca un punto de vista en cuanto a eso”. Un disco comenzado a elaborase y ensayarse en lo que podemos denominar situaciones normales y finalizado en tiempos de virus. Ese laborioso proceso de ensayo contó con un aliado para Adrián Murga, el guitarrista principal del proyecto, Guillermo Martel. Hizo los arreglos de la mayoría de los temas, exceptuando "Juguetes de Navidad", arreglado por Amalia Escobar. Murga explica ese proceso: “Toda la concepción diría que la hice junto con Guillermo y el proceso fue un ida y vuelta entre la escritura musical, porque la letra y música ya estaban, pero él se dedicó específicamente a los arreglos, tuvimos que abordar tema por tema y trabajarlos. Básicamente el ensayo duro, por así decirlo, fue entre él y yo, luego pasamos a otra instancia de relacionarnos con el resto de los músicos pero eso fue muy dinámico. Lo mismo pasó con la grabación, lo grabamos en dos jornadas, lo hicimos en el estudio Doctor F con el ingeniero Florencio Justo y la verdad que estuvo buenísimo el clima de trabajo y todos yendo en una dirección. Creo que cuando eso sucede se refleja en el material, al menos en mi percepción”. Hay algo en Herencia que marca un plus, una sal que condimenta las canciones y son las letras. Adrián escribe cotidianamente y ese proceso diario de escritura se refleja en la lírica de Tangos infames. Hay nostalgia, búsqueda, cotidianeidad poetizada y una suerte de, claro, herencia: “Tengo un interés particular sobre la lírica en cuanto a el decir, en ese sentido el tango ancla en el decir, incluso pensando desde su origen mismo, teniendo en cuenta a Villoldo por ejemplo, como referente. Es el gran antecesor de Discépolo. Me interesa pensar mucho a ese decir, por lo menos es lo que más me identifica, y si bien soy de una generación rockera, desde chico crecí escuchando tango y folklore y eso, creo, que es una marca indeleble que va formando en cada uno de nosotros y nosotras, a veces de manera más explícita y otras más implícita, pero está en cada ADN nuestro. Esa música escuchada desde pequeño tiene la lírica, lo que dicen las letras, son un espejo de las distintas realidades sociales, eso siempre me impactó y me interesó. Por eso hoy, a la hora de componer un tema, es uno de los aspectos que más me interesan”. Existen distintos procedimientos en la composición, particular de cada musicx. Es una búsqueda compleja y personal. ¿Cuál fue el proceso del disco Herencia? “El proceso de escritura de los temas efectivamente era un material que era preexistente a la música, de todos modos, en cuanto a proceso, entiendo que va mutando, como la vida misma, vamos modificándonos, por eso no es que tenga una fórmula para. Si bien vengo de la dramaturgia diría que tengo una suerte de ejercitación cotidiana desde la escritura o un vínculo de ese tenor. Quiere decir que escribo sin expectativa o sin consignas previas, y con la utopía de que esa propia escritura me señale cuál es el camino y si hay algo fértil ahí va a aparecer. Si tengo que pensar en términos de procedimientos ese puede ser uno de ellos, pero la verdad es que no trabajo con ninguna fórmula previa ni mucho menos, sí con la dinámica de estar escribiendo permanentemente. En este último tiempo estoy aplicando eso a la música, haciendo el mismo trabajo, entonces de los temas que estoy componiendo posteriormente a este disco en los dos campos, en la música y en la lírica, estoy haciendo el mismo desarrollo”.

Hay otro agregado al proyecto artístico de Tangos infames. Fueron registrados los días de grabación y tal hecho está plasmado en un documental dividido en tres capítulos: “El primero se llama "La herencia y el legado", el capítulo dos "La herencia y el amor" y el capítulo tres "La herencia y el tango", son capítulos de seis minutos que también se pueden encontrar en las redes, está abierta la invitación a que ingresen a la redes, que puedan escuchar el disco y con todo el deseo que les guste“. Tal documental, con imágenes en blanco y negro e inserciones de la película Crónica de un niño solo de Leonardo Favio, cuenta con el pensamiento y la voz de Katja Alemann.

Escuchemos nuestra Herencia.

Podés escuchar el disco

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