Hambre de deseos
APU: En primer lugar, nos gustaría que nos cuentes de qué se trata esta obra.
Camila Palacios: Las Hambrientas cuenta la historia de una familia que vive en el interior de la provincia de Buenos Aires, que tuvo un momento de prosperidad y que ahora está intentando salvar lo último que le queda. Los tres tienen un deseo muy fuerte hacia el futuro. Hay un personaje que es el de Milagros, la prima que está sometida a una dieta estricta por un proyecto del primo que es como un artista del interior que, a través del cuerpo de Milagros, quiere tener su obra de arte, venir a la capital y mostrarla; y está Ximena, que es el personaje que hago yo, que está enamorada de un hombre que está en un mejor nivel económico. Ellos hacen todo un plan para intentar casarse y todo termina saliendo mal. Un poco, la obra habla de eso: hasta dónde pueden llegar los personajes para saciar los deseos.
APU: El personaje de Ximena, según los rumores, hace brujerías, pero lo interesante es la idea de que todo lo que ella toca, se seca, porque, de alguna manera, simboliza lo que le pasó a esta familia. ¿Cómo lo trabajaron?
CP: Nosotros trabajamos durante todo el proceso con la consigna del deseo muy fuerte. El objetivo siempre era el deseo en todas sus formas, en el amor, el hambre, como una necesidad, y esto que está metafóricamente expuesto en la gacetilla es un poco eso, todos los planes que hacen y no se llevan a cabo, siempre está esa tendencia a que todo vuelve a su punto inicial. Hacer cualquier cosa con tal de salvar su estado y, además, habla un poco de la idiosincrasia de los pueblos, de la gente que “habla de” y tiene esos estigmas de la bruja, el artista loco y ese tipo de prejuicios que hay en los pueblos chicos, pero también en los pueblos grandes; la obra, entonces, habla un poco de eso: de lo que dicen los demás, y lo que ella realmente desea.
APU: Es particular esto del deseo y también de las frustraciones. Un poco la decadencia de la burguesía, verse frustrada por su caída social ¿Cómo lo plantearon en la obra, cómo trataron de resolverlo?
CP: Está planteado desde la dirección a través del texto. El texto es un texto de Pablo Iglesias. Lo que se expone no es tratar de dar un mensaje social, pero sí hay algo que implícitamente completa el espectador que tiene que ver con eso: con alguien que en algún momento tuvo y que ahora no, y con la sensación de frustración y qué te llevaría a hacer eso. Esas son las preguntas que me parecen que se dejan latentes para que las complete el espectador.
No hay una línea política clara en relación a la obra, me parece que eso es más bien como preguntas abiertas en ese sentido.
APU: ¿Cómo fue el trabajo con la dirección, la experiencia?
CP: A Pablo lo conocemos hace algunos años ya, esta es la segunda obra que hacemos con él. La verdad es que el proceso fue muy libre, él nos planteó este texto que todavía no estaba terminado cuando empezamos a ensayar. En la mitad del proceso se agregó una escena final, o sea que fue muy de búsqueda para él y para nosotros; fue como todo un planteo de libertad y, a la vez, como tener confianza al ya haber trabajado, eso hace que todo sea como más ameno en el proceso, como sin trabas o sin problemas de decir "esto no me gusta o esto sí". En ese sentido, trabajamos en grupo muy bien
Las Hambrientas tendrá esta noche, sábado 22, la última función en: Abasto Social Club, Yatay 666, a las 20. 30 hs