La epifanía Sig Ragga

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La epifanía Sig Ragga

05 Octubre 2014

Por Leticia León

Sig Ragga parece de otro mundo, de un tiempo inubicable. Pero la banda es de acá no más, de Santa Fe, y surgió no hace tanto, en 1997. De hecho está conformada por Gustavo "Tavo" Cortés (voz y teclados), Ricardo "Pepo" Cortés (batería y coros), Juanjo Casals (bajo) y Nicolás González (guitarra y coros); todos seres de este planeta que transportan galaxias con fusión de ritmos ―afro, latino, reggae, jazz, rock steady― llenos de poesía, cuya resistencia ―“Cuchillos”, “Resistencia indígena”, “Matata”― convive con lo onírico ― “Chaplin”, “Pensando”, “En el infinito”― y la nostalgia ―“El niño de jinete rojo”, “Escalera y barco”, “Lo que has hechos siempre: quererme”―.

La particularidad de su música fue reconocida con nominaciones en los Premios Grammy Latinos. El tema “Resistencia Indígena” de su primer disco ―Sig Ragga, 2005― fue nominado en el rubro Mejor Canción Alternativa 2010. La misma nominación tiene este año la canción “Chaplin”, a la que se le suma otra a su segundo disco ―Aquelarre (2013)― en el rubro Mejor Álbum de Música Alternativa.

Es que la peculiaridad del disco es tal, que hasta incluye temas cantados en un idioma irreconocible ―“Tamate”, “Invocación”―. Rompen la convención de la lengua que conocemos todos, inventando palabras cuyo sentido logran transmitir y entendemos. Es decir, CREAN un lenguaje propio que libera instancias de comunicación. El mensaje es claro: Ejercen la libertad proclamada.

De hecho, la puesta en escena de sus recitales dice mucho en este sentido.

La blancura del maquillaje y del traje con el que suelen vestirse funciona como un paño que muta en interacción con la luces. Es una comunicación constante, múltiple ―música, vestuario, letras, idioma― y simultánea. Porque, según la banda, “salir a escena tiene como correlato gritar lo silenciado”. Y para esto Sig Ragga pone el cuerpo que, junto al humo del escenario, crea un clima místico que la convierte en una epifanía. Y la banda ya no se nos hace de este mundo.

Imposible de encasillar en un estilo musical ―¿tocan reggae?―, el grupo ―tiene cuerpo de pintura y el idioma de la libertad― involucra diferentes dimensiones del arte. Pero no son artistas porque no crean arte. Son de otra naturaleza: Sig Ragga es arte.

El que quiera una prueba de todo esto, el domingo 5 de octubre, a las 20 hs. hay una muestra gratis en Groove ―Av. Santa Fe 4389―.

Más información en: https://eventioz.com.ar/e/muestra-gratis-sig-ragga-en-groove-dom-510