“Lo que más nos interesa es qué decir y cómo decirlo”
Por Juan Ciucci
APU: ¿Cómo surge la murga Mal ejemplo?
Ramiro González: La murga Mal ejemplo nace a fines del 2007 por iniciativa, más que nada, de una compañera. Le gustaba mucho la murga, hacía música y entró a mandar mensajes a todos sus conocidos que querían hacer murga. Así nos juntamos un montón de gente, la mayoría de Humanidades, cercana a ese ambiente, así nos juntamos sin conocernos e intentamos hacer algo que no conocíamos, ese es el surgimiento de la murga.
APU: ¿Había en la ciudad de Rosario una tradición murguera en la cual ustedes se inspiraron?
RG: No, yo nunca había visto una murga uruguaya. Acá en Rosario había murgas como “La cotorra” y otras, gente que se fue disolviendo y fue armando otra murga con otro nombre. Esa murga siguió por otro lado y después arrancamos nosotros, yo no sabía que existía “La cotorra” en ese momento, surgimos en ese mismo momento, en el 2007 pero no sabía que existían las otras murgas que venían trabajando, no estaba enterado.
APU: Y en tu caso ¿qué te interesó para acercarte a la murga?
RG: Yo estudiaba música, me encantaba todo lo que tiene que ver con eso. Yo estaba viendo qué rumbo elegir en la música y justo hubo un recital en Buenos Aires donde estaban Silvio Rodríguez, Charly García, Aute, un montón de personajes conocidos. Entre ellos estaba la Falta y resto y cuando arrancan a cantar se me puso la piel de gallina y dije, esto es lo que quiero hacer. Esto fue en el 2005, ahí me llegan mensajes de armar una murga y ahí arrancamos, empezamos a hacer cosas que no teníamos ni idea de hacer. Nos juntábamos con una palangana que usábamos de bombo y tocábamos “la cucaracha”, dando vueltas bailando y saltando alrededor de la palangana y eso era lo que hacíamos al principio. Luego empezamos a sacar las voces, a sacar así canciones uruguayas y covers de murgas ya conocidas.
APU: ¿Esa influencia uruguaya está presente todavía en Mal ejemplo o tienen algo rioplatense, más porteño?
RG: En realidad cuando arrancamos éramos una cosa media rara. El que dirigía llevaba un acordeón, llevaba una especie de batería pero que no sacamos nunca el ritmo, ni marcha cañón, ni recortado, ningún ritmo así característico de la murga, sino que directamente tocábamos lo que nos parecía para acompañar lo que estábamos cantando y así lo íbamos llevando. Empezamos a escribir cosas porque lo que más nos interesaba era decir y cómo decir, hacer reír con lo que decíamos. Eso era lo que más nos interesaba del género y haciéndolo de una manera más directa, una crítica sobre lo que queríamos decir en lo político o lo que sea y después se empezó a utilizar más la ironía y buscar la risa del otro lado.
APU: Con los feriados que se han sumado ahora de carnaval ¿cómo analizás que ha cambiado la situación? ¿Se acerca más la gente? ¿Tienen más espacio para realizar lo que hacen?
RG: La verdad que no, porque acá en Rosario está lleno de murgueros, en un momento con “La cotorra” éramos las dos murgas, después empezaron a aparecer más murgas a manejarse de una forma más verticalista, había gente desconforme y así se fueron formando distintas murgas. Gente que se fue yendo de ahí y empezó a crecer hasta que hoy son 11 murgas. Esas 11 murgas trabajan en un colectivo de murgas, que se dedica más que nada para la difusión en los barrios. Hoy se da este crecimiento de poder cantar más, no teníamos lugar dónde cantar, como había tantas murgas. Nos pusimos a hacer carnavales en cada barrio y que cada murga haga su carnaval y empezamos a trabajar por ese lado y la respuesta de la gente es buenísima. Nosotros contamos con los espectáculos que son murgas de candombe, la murga porteña y la murga uruguaya, el candombe, el fondo de teatro, todo ese espacio como para poder recuperar el Carnaval para la gente del barrio. No vivo un cambio desde ese punto de vista en los feriados del Carnaval. Sí obviamente es importante porque el Carnaval es una fiesta popular y está muy bien que esté reconocido, porque es la fiesta de la gente. Está muy bueno que haya un feriado de Carnaval porque eso también nos impulsa un poco.
APU: Antes hablabas de las letras que lo importante era decir ¿De qué tratan las letras, qué les gusta?
RG: Siempre son cosas cotidianas, lo básico, más por las cosas que se ven que por ahí están establecidas y están mal. Empezar por eso, desde una crítica al sistema capitalista, al imperialismo, los yanquis en América Latina o una cosa más general que está en la gente o en un barrio, los políticos locales, nacionales, las medidas que se han tomado. Largar las cosas no como una cosa política, sino como algo más irónico, sacar algo bueno de algo malo.
APU: ¿Qué tipo de vestuario utilizan, es más parecido al porteño o al uruguayo? ¿Tienen trajes típicos?
RG: Este año hicimos un vestuario donde invertimos mucho, hicimos mucho trabajo con mucho esfuerzo porque tuvimos que salir a cantar por todos lados para poder pagarlo; porque salían muy caros y se eligieron unos trajes espectaculares. En esto de recorrer la vida, de como ser una buena persona, respetuosa que no se fije en las cosas, todo eso, el capitalismo y la plata y todo eso se ve reflejado en los trajes, tienen una onda medieval, son lindos y muy vistosos.
APU: ¿Los cambian todos los años el vestuario?
RG: La intención es que sí pero a veces no se puede, son muy caros, este año nos salió 37.000 pesos y nosotros hacemos todo el laburo, nos autogestionamos y no recibimos ayuda de nada. Todas estas cosas las hacemos con lo actoral, cantamos en los bares o hacemos unas rifas, toda esa plata la utilizamos para hacer esto, entonces a veces se nos complica, por ejemplo el año pasado usamos el mismo traje que el anteaño pasado, usamos dos años el mismo traje y el anterior lo usamos tres años. Este año venimos renovado y esperamos tener un espectáculo nuevo, lo que dice ese espectáculo lo mostramos en los trajes, por eso tiene que ser todo nuevo y muchas veces no se puede.