Los fabulosos Singer, ente el humor y el drama
Por Maricruz Gareca y Boris Katunaric
Bajo la dirección de Martín Joab y con dramaturgia del propio director junto a Marcelo Katz y Marcos Arano, la obra Los Fabulosos Singer sumerge al espectador en la vida de una familia de artistas de variedades —dos hermanos y la hija de uno de ellos— que recorre pueblos a lo largo del país, ofreciendo sus números de acrobacia, danza, magia y mucho humor. Sin embargo, lo más atractivo del espectáculo es que además de mostrar lo que sucede sobre el escenario, atraviesa las paredes de los camarines para meterse en la intimidad de los personajes, permitiendo al público conocer sus historias personales y los conflictos familiares que van aflorando a medida que transcurre la función.
En una entrevista concedida a la Agencia Paco Urondo, el director cuenta cómo surgió la idea de abordar la obra desde esta doble dimensión: “En un principio teníamos muchas ideas vinculadas a recursos de números, de esto te hablo cuando empezamos con el proyecto, y la verdad que lo que nos ocurrió es que nos interesaba poder generar un espectáculo en el cual pudiéramos jugar con estos números que hacen los artistas de variedades, pero darle un contexto, poder generar una narrativa que contextualice esos números. A partir de eso nos vino la idea, que nos resultaba muy funcional, de la familia de artistas de variedades porque nos permitía, por un lado, todo lo divertido, lo cómico y lo musical de las cosas que ellos hacen y, además, ir entreviendo las relaciones que tienen, cómo es su forma de vida; es un espectáculo que se presenta como una comedia con una impronta musical fuertísima, pero que también indaga en las relaciones familiares y de a poquito va contando una historia que hasta casi que tiene un poco de intriga.”
Cuando se piensa en espectáculos en clave de clown, resulta inevitable pensar en la relación que se establece con los espectadores, es decir: aquí la “cuarta pared” se rompe de manera constante, llegando el público a convertirse, en muchas ocasiones, en un actor más dentro de la puesta en escena. Al respecto, Martín Joab expresa: “En nuestro caso, lo hacemos como una mezcla de convenciones porque si bien tenemos algunas escenas en las que parecería que hay cuarta pared, muy rápidamente la rompemos. Incluso, en los números que son francamente a público, que serían los del escenario, la cuarta pared está rota porque la relación es directa con el público, pero aún en las escenas que suceden en los camarines, las más íntimas y de ellos, también rompemos. A esto le fuimos encontrando este lenguaje para este espectáculo en particular y esto fue muy bueno porque también tiene que ver con el equipo de gente que estamos trabajando en el espectáculo, porque tanto Marcelo Katz como Marcos Arano, más allá de que son actores, con formación muy diversa, pero tienen una pata muy fuerte en el clown; es una técnica en la que ellos tienen mucha experiencia y manejan hace muchos años. Esto fue también generador de este código que genera la obra.”
Espacios como el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” —en el que se estrenó “Los Fabulosos Singer” en el 2013, con mucho éxito—, como también Timbre 4 —en el que el año pasado se presentó “Projecto María Peligro” —, los espectáculos que apuestan a la técnica clown empezaron a tener una presencia constante en la programación. Esta vitalidad se debe, en parte, a la existencia de escuelas que apostaron al género, como también a la impronta del Club del Clown, tal como lo expresa Joab cuando dice: “Hubo como un momento de un furor muy fuerte cuando fue el famoso Club del Clown, ahí hubo como un estallido, pero lo que estuvo bueno de eso es que no terminó en un estallido y se convirtió en una moda pasajera, sino que a partir del estallido la cosa fue creciendo y se fueron generando profesores con sus escuelas, se fue desarrollando mucho el género. De hecho, Marcelo tiene una escuela de ya hace muchos años que ha crecido un montón, tiene un montón de alumnos y se lo toma al género con mucha seriedad.”
Sin ánimos de develar a los espectadores la trama de Los Fabulosos Singer, permitiendo que se sorprendan por sí mismos, es inevitable pensar en la puesta en escena pero, sobre todo, en la ductilidad de los actores y la actriz que despliegan sobre el escenario una gran destreza física y actoral sin la cual sería imposible crear la magia de un espectáculo de variedades. Al respecto, Martín Joab comenta ya en el final de la entrevista: “Para esta obra era súper importante que tanto Marcelo como Marcos, y también las actrices, porque tenemos el personaje que es el de la nena, Sofía —lo hacemos alternadamente con dos actrices: Carolina o Julia Katz— que también tienen experiencia en clown. Pero en este caso, más allá de tener la técnica pura del clown, también están muy formados, en el caso de Marcelo como el de Marcos, en lo musical y en lo corporal. Es como si fuera una sumatoria de cosas y esto les da muchos recursos y a la puesta le viene bárbaro porque es contar con actores muy dúctiles que tienen muchísimos recursos y como que también uno va armando a medida que va ensayando.”
Funciones: domingos 28/09, 05/10 y 12/10, a las 21.30 hs., en Timbre 4 (México 3554).
FB: /LosFabulososSinger