Muerte nos junta

Fotos: Facundo Mazzeo

Por Luca Hardmeier

Creo que es un buen momento para amigarse con la muerte. La mayoría de nosotros tuvo la mala suerte de haber crecido bajo el influjo del mito cristiano. El problema del cristianismo es que explica la salvación de manera individual, generando miedo y desconfianza, al encontrarnos solos con la muerte cara a cara. La búsqueda incansable de la ciencia por una "mejor calidad de vida" nos lo muestra; podemos postergar la muerte treinta, cincuenta años, pero no va a dejar de estar ahí, los años siempre serán insuficientes.

Otros mitos (generalmente los de algunos pueblos originarios americanos y del budismo) ponen –o ponían sería más correcto decir- al humano en contacto con la naturaleza desde el momento de nacer. Y ese ser sabe que es uno con la naturaleza, parte de un ciclo, un grano en el mar.

Porchia nos dice: “Cuando pesan sobre mí los cielos, los astros y el recuerdo de algunas flores, lo “mío” que pesa sobre mí no me aplasta”. Y con esto, claramente,  no quiero decir que salgamos corriendo a suicidarnos: tan solo aceptar la muerte como aceptamos la vida. Creo que, cuando logremos vaciar por completo de sentido nuestra vida, no va a haber vacío, sólo no va a haber miedo; no vinimos al mundo a cumplir ninguna meta, tenemos tanto sentido acá como las piedras, y eso para mí es un alivio.

El jefe Seattle dijo, en una carta al gobierno de los Estados Unidos, hace muchísimos años:

“¿Le enseñarán a sus hijos que lo que nosotros les enseñamos a los nuestros? ¿Qué la tierra es nuestra madre? Lo que le sucede a la tierra les sucede a todos los hijos de la tierra.

Esto sabemos: la tierra no pertenece a la humanidad, la humanidad pertenece a la tierra. Todas las cosas están conectadas como la sangre que nos une a todos. La humanidad, no tejió la trama de la vida, es apenas una hebra en ella. Todo lo que haga a la trama, se lo hace a sí mismo.”

En el Génesis, Dios hace a las personas poseedoras de todos los bienes de la tierra. Y alguien que posee todo tiene mucho que perder.

Tao Te Ching:

“Salir es nacer, entrar es morir;

longevidad, tres de cada diez;

tres de cada diez, muerte prematura;

mas las gentes se esfuerzan por vivir,

y de todos ellos tres de cada diez van camino de la muerte.

¿Cuál es la causa de todo ello?

Porque se esfuerzan en vivir.

Tengo oído decir que quien sabe guardar la vida,

no ha menester evitar rinocerontes y tigres cuando camina por los montes,

ni portar armas y escudo en el campo de batalla.

El rinoceronte no halla en él lugar donde cornear,

ni el tigre donde clavar sus garras,

ni las armas donde aplicar su filo.

¿Cuál es la causa de ello?

Porque no hay en él lugar para la muerte”.