Muestra: “Memorias de La Boca del Riachuelo”

La exposición “Memorias de La Boca del Riachuelo” se da en el marco de “El mes de La Boca”, actividad impulsada por asociaciones y espacios culturales del barrio, que empezó el 23 de agosto (153° aniversario boquense) y continúa hasta el 23 de septiembre, día en que se realiza una nueva Noche de los museos porteños en la que el “Histórico” estará participando por primera vez.

La Fundación del Museo Histórico de La Boca trabajó en asociación con en el Centro Documental de ACUMAR —Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo— para el armado de esta muestra que busca “dar cuenta del valor de la cuenca y del río desde otro lado. No contar siempre lo mismo acerca de la contaminación o la recuperación, sino contar cómo pasa por ahí nuestra historia, nuestras comunidades y nuestros valores”, según define Lorena Suárez, coordinadora de Cultura y Patrimonio del centro.

La historia del museo es particular porque si bien tiene su origen en 1988 con la adquisición del edificio del Nuevo Banco Italiano (Almirante Brown 1399), son muy pocas las exposiciones y actividades para todo el público que ha llevado adelante. Rubén Granada Insúa, su fundador, se dedicó a la recolección de objetos que se encontraban en la calle, a buscar donaciones de vecinos y visitar familias de personalidades notables del barrio para pedir colecciones de fotos y documentos. Sobre esa base es que se fue armando un acervo muy importante pero que pudo empezar a revisarse y ser catalogado después de su muerte, en 2022.

En ese año es que se crea el Centro Documental de ACUMAR con el objetivo de reunir materiales fotográficos, audiovisuales, mapas y otros documentos que tienen a la Cuenca como eje, y a donde en 2023 acude el consejo de la administración del museo luego del fallecimiento de Granada Insúa. Desde ACUMAR colaboraron en la relevación preliminar del material y en la digitalización de una selección de cien fotografías que pueden verse en su sitio web.

Ahora, “Memorias de La Boca del Riachuelo” presenta una selección de treinta de esas imágenes que ACUMAR ha digitalizado para su preservación y difusión. La muestra se exhibe los días sábados de 12 a 17horas, hasta el 23 de septiembre inclusive, y se podrá visitar durante La noche de los museos. En paralelo, la reinauguración de la Fundación Lariviere de Fotografía Latinoamericana y la presencia en el barrio desde hace dos años de la Fundación CIFHA (Fotografía Histórica y Contemporánea de América Latina) arman un nuevo circuito fotográfico en La Boca, en una relación muy estrecha a la comunidad, con visitas guiadas y caminatas por el barrio incluidas.

“Las fotos del archivo del Museo Histórico de La Boca muestran, primero, una forma de vida distinta desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, muy vinculada a lo que era la vida de un barrio, que más que un barrio era un pueblo, y que tiene que ver con el conventillo, esa forma de vivienda colectiva, de la inmigración, también del trabajo”, dice Martín Scotto, Presidente de la Fundación del MHLB.

 “Hay fotos de comparsas, fotos de navegación en el riachuelo, obviamente el puente transbordador Nicolás Avellaneda, barcos, un poco lo que era el barrio, un barrio portuario de inmigrantes, de gente trabajadora, encerrado en sí mismo con sus propias instituciones, con sus formas de idiosincrasia muy particular, pero también muy basado en esto de lo que era el esfuerzo y las ideas de superación”.

Niños jugando en el patio de un conventillo; familias y trabajadores que posan en grupos numerosos y mirando de frente, esperando todos juntos el momento de detención de sus rostros y figuras; vendedores ambulantes en La Vuelta de Rocha; “Damas de paseo de domingo”, vestidas de blanco durante un picnic en la Isla Maciel; mujeres practicando remo; imágenes de principios de mil novecientos que muestran el trabajo en las barracas de lanas, pieles y curtiembres; comparsas y agrupaciones humorísticas como la de la “Colonia Niños Débiles El Trapito”, con sus instrumentos, trajes y maquillajes, son algunas de las imágenes que componen esta muestra documental que formará parte de la colección permanente del Museo.

Desde Acumar trabajan con la idea de cambiar los “imaginarios negativos” que atraviesan al riachuelo. “Es muy difícil querer recuperar un río si no recuperamos una mirada positiva de ese río”, aseguran. “Todas las fotos que incluimos en el centro documental nos aportan algo. Es como si hubiéramos emprendido el armado de un rompecabezas gigante o eterno que nunca se termina de completar, porque completar la historia de la cuenca, completar la historia de un río, ¿cómo se hace? Son como micro pedacitos de una historia que es la historia de un territorio, pero que, de alguna manera, nos define. En nuestro espejo”.

El conjunto de las fotos fueron montadas en atriles y vitrinas del museo, siguiendo un hilo narrativo que va desde la inmigración hasta la vida cotidiana, pasando por las asociaciones, el trabajo, las comparsas y las agrupaciones humorísticas. “La gente tiene como pegado en el inconsciente colectivo que es el peor lugar del mundo, el río más contaminado, está como asociado a la degradación, a la contaminación, a los barcos hundidos”, comenta Silvana Canziani, vecina e integrante del consejo del museo que participó de la curaduría y montaje de la muestra. “Yo navegué el Riachuelo cuando todavía era un caldo espeso que te daba un dolor de cabeza tremendo y lo fui navegando todos estos años en distintos momentos. La diferencia ahora es impresionante: donde se dejó de contaminar un poco, donde se limpia el espejo de agua, la vida se abrió paso. Se pueden ver patos, biguá, garzas, peces, tortugas”.

Acumar acaba de presentar además un Catálogo de Patrimonio de la Cuenca, desarrollado en cuatro tomos con registros fotográficos y descripciones de sitios de interés histórico, cultural y natural de los municipios que atraviesa el Riachuelo, como la Laguna de Rocha en Esteban Echeverría, la casa en Adrogué de Jorge Luis Borges, o la quinta de San Vicente de Juan Domingo Perón. Las fotos del archivo del Museo Histórico de La Boca que la administración digitalizó quedarán para el museo.

“Ahí pasó nuestra historia, nuestra historia de Argentina, del desarrollo de todo lo que fue el principio de siglo. El granero del mundo pasó por ahí, por eso están las barracas, todo lo que fue la exportación de granos, de alimentos durante la Primera Guerra Mundial y la historia de Argentina como potencia, o por lo menos proponiéndose ser una potencia productiva, pasó por el riachuelo, está en toda la huella, está todo el paisaje industrial, las grúas, los buques gigantes”, afirma Suárez. “Entonces, todo eso, de alguna manera, trata el centro documental de ponerlo en imágenes, Que un poco lo sabíamos, lo conocemos, pero lo que tenemos ahora son las imágenes de la historia y de ese relato. Que te aporta, sin duda, información nueva, cada vez que vos ves una imagen, esa imagen tiene muchísima información”.

Para Silvana “casi todos los que estamos integrando ahora el consejo de administración del museo somos de alguna organización vecinal y venimos con otras luchas, por ejemplo tratamos de defender Casa Amarilla de las construcciones y que también sea un parque público, venimos defendiendo la identidad del barrio en cuanto a tipología de casa de chapa y madera que no está muy protegido, se luchó también por la recuperación del transbordador”.

La recuperación del Riachuelo es principalmente ambiental pero para eso, sostienen desde ACUMAR  “hay que recuperar nuestra mirada sobre ese río que lo dimos por perdido. En algún momento se lo visualizó como un lugar donde todo estaba permitido, se lo invisibilizó. Nosotros creemos que tenemos que volver a verlo como un río, y en ese sentido, como un lugar que nos puede dar muchísimo en términos de espacio verde, calidad de vida. Siempre estar al lado de un río tiene que ser algo positivo, tiene que ser algo bueno”.

 “Memorias de La Boca del Riachuelo” se podrá visitar durante La noche los museos, el sábado 23 de septiembre  en el Museo Histórico de La Boca. Avenida Almirante Brown 1399.