"No se explica la expansión y la permanencia de Clarín sólo a partir de los beneficios de los Gobiernos"

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"No se explica la expansión y la permanencia de Clarín sólo a partir de los beneficios de los Gobiernos"

27 Junio 2013

Por Martín Crudele y Virginia Vidal

APU: ¿Cómo lanzaste la investigación y por qué se te ocurrió hablar de este “gran” medio argentino?

Martín Sivak: La primera vez que pensé en escribir un libro, que lo pensé como un proyecto, fue en el año 2005. Había escrito unos artículos sobre Clarín en el 2000, 2001, 2002, que tenían que ver con conflictos gremiales. Yo trabajaba con Lanata en la revista 21 y los despidos de la Comisión Interna y su brutalidad hicieron que la revista publicara en tapa esta historia. A mi siempre me impresionó el contraste que hubo entre los dirigentes políticos en relación a este hecho puntual, porque dos años atrás cuando Perfil cerró, yo trabajaba ahí, era llamativo la cantidad de dirigentes, artistas y otros que se acercaron en solidaridad. En el caso de Clarín, salvo Moyano y Pérez Esquivel, no participaron (otras personas). Eso revela cierto pánico que existía al Diario Clarín. A partir de entonces me interesó mucho con cada dirigente político que hablaba, preguntarle sobre su relación con Clarín. En ese entonces Clarín era un multimedia importante pero no había una interpelación pública sobre el medio.

Recién en el año 2005 lo propuse como libro pero la investigación en sí la pude empezar solamente cuando comencé mi doctorado en Historia en los Estados Unidos, porque gracias a una beca iba a poder hacer durante cinco años el trabajo de campo, que era bastante arduo: ver la colección completa del diario, hice 150 entrevistas, vi documentos privados, archivos públicos acá, documentos en los EEUU. Todo ese trabajo de reconstrucción de la historia de Clarín me iba a demandar bastante tiempo, entonces finalmente lo pude hacer, empecé antes del comienzo del conflicto con el Gobierno y lo terminé durante, pero básicamente el propósito del libro es contestar una pregunta sencilla, que es cómo el diario tan frágil y pequeño, lanzado en el año ’45, cómo el proyecto presidencial de Roberto Noble se convierte, cincuenta años después, en quizá la empresa más importante e influyente del país.

APU: También habla de todas las relaciones que tuvo el diario con los presidentes que fueron pasando a lo largo de la historia

Sivak: Claro, es una historia política del diario y es una relación con los gobiernos civiles y militares. Evidentemente para Clarín fue muy importante seguir determinados beneficios gubernamentales e interactuar con los distintos gobiernos. Ahora, no se explica la expansión y la permanencia de Clarín sólo a partir de estos beneficios. Evidentemente tuvo una enorme capacidad para ampliar lectores, porque a veces está presentado como una caricatura, como que Clarín es lo que es gracias a que le sacó Papel Prensa a la Junta Militar. Obviamente, la Junta le entregó papel prensa, o hay que minimizar. Pero Clarín no es sólo eso. Roberto Noble, su fundador, fue el que mejor lo entendió. Cuando sacó el diario en 1945, iba a ser su catapulta para ser presidente de la república, y enseguida entendió que un diario no solamente debía tener cierta línea editorial si no que debía buscar lectores, que en su caso simbólicamente eran los votantes. Hay una capacidad para registrar los humores sociales y para capturar lectores que tuvo Noble que es una marca de origen muy fuerte de Clarín y que se ha mantenido. Volviendo a tu pregunta, trasciende la relación los gobiernos. Es cierto, es muy importante, pero no solamente es esa relación.

APU: ¿Cuánta influencia puede haber por parte de un diario cuando la sociedad puede ir cambiando? Podría decirse que Clarín ha ido ajustándose a las distintas épocas, ¿no?  

Sivak: Por supuesto, y eso me parece que es central, porque Clarín es un diario no-ideológico, de entrada. Noble fue anti-peronista, después durante nueve años apoyó la agenda del peronismo, después fue violentamente anti-peronista los días de la caída de Perón, que ordenó el cierre de Clarín en septiembre del ’55, no se concretó, era en medio de un golpe de estado. Después Clarín se volvió rabiosamente anti-peronista. Fue siempre un diario no-ideológico que encontró en un vago desarrollismo de fines de la década del ’50 una especie de paraguas ideológico. Esto es central en relación a otros diarios. Por ahí los lectores de Clarín no se esperaban tanta coherencia. O sea, un lector de La Nación, o de La Vanguardia, en la década del ’40, del ’50, esperaba en el diario cierta coherencia ideológica o doctrinaria y clarín nunca lo tuvo. Tiene que ver también con esa capacidad para ir adaptándose a los distintos momentos del país. Incluso, durante la dictadura militar, cuál fue la línea de Clarín: criticar la política económica de Martínez de Hoz, no hablar de los crímenes, apoyar la política de las Fuerzas Armadas y expandir la sección Deportes. Eso me parece que es central. Durante la dictadura militar, entre el año ’76 y el ’82, Clarín pasa a vender de 380 mil ejemplares a 600.000. En un contexto donde se venden menos diarios, Clarín casi duplicó la venta. Habla de esa capacidad para entender, o no para entender, para acompañar ciertos humores sociales. Me parece que en ese sentido tiene una enorme percepción.

A mi no me gusta hablar de Clarín como el diario de la clase media, porque es muy difícil de demostrar, pero sí de ese el diario que en determinadas circunstancias encuentra y acompaña el tono político, económico, de cada época o de cada período histórico.

APU: Aún no hemos leído el libro, por eso te consultamos si has definido algún eje para tu investigación ¿Cómo está compuesto?

Sivak: Para esta investigación leí todo lo que está publicado sobre Clarín, desde memorias autorizadas de Noble, pasando por el libro de Llonto, Mofchosky, la novela de Ramos, Asís. Creo que la modesta contribución de este libro es que es la primera historia política del diario desde el año ’45. No había una historia de Clarín. Había libros que tocan temas muy importantes de Clarín, como el libro de Llonto (“La Noble Ernestina”). Creo que el libro se sostiene en la búsqueda de documentos, tuve acceso al archivo personal de Noble, cartas personales, balances, archivos en poder de la hija que me dio el acceso. Busqué muchos documentos en el Archivo General de la Nación, en el archivo de Frondizi, en archivos en los Estados Unidos, hay muchísimos memos de la Embajada haciendo análisis, no de contenidos, si no de por qué cambia de posición, quién lo financia y en qué determinado momento. Entonces, la única manera de contar la relación de Clarín con los distintos gobiernos es a partir de estos documentos. Hice muchas entrevistas, que van de todos los secretarios generales de Redacción vivos, periodistas, dirigentes políticos que tenían trato con Clarín, y trato de hacer una historia política exhaustiva, que empieza en el ’45. Eso me parece muy central, ya que hay cierta tendencia a veces analizar a Clarín en los términos del presente, y para entender la lógica de expansión de Noble es importante empezar en el ’45 con la biografía de Noble, que es un personaje astuto, volátil, fascinante, cambiante, comunista en el Congreso de la Nación, socialista en la década del ’20, en la década del ’30 es nacionalista, muestra simpatías con Mussolini, y en algún sentido durante los años que estuvo bajo su control el diario, al ser una prolongación de Noble, es un esfuerzo, al menos de mi parte, de tratar de ver cómo esas marcas de Noble permanecieron, sobre todo en el momento en que la directora y Magnetto deciden desprenderse de los frigeristas. Estoy es muy importante porque es el inicio de la expansión y el surgimiento de Clarín como corporación, ya que tanto la directora como Magnetto veían en el frigerismo una suerte de corsé que impedía el crecimiento. Todas esas discusiones que me parecen muy actuales e importantes están contadas en el libro. En este caso de los frigeristas a través 12 ó 15 de los que están vivos, para reconstruir cómo en enero de 1982 la directora los desplaza, y Magnetto, qué también los desplaza, llegó al diario por Frigerio. Éste pone a Oscar Camilión como ordenador de ideas y a Magnetto como ordenador de cuentas en ese año. En conclusión, es una historia política del diario que obviamente toma algunos textos de los libros anteriores pero se distingue por ser la primera historia política del diario.