Qué significa leer a León Rozitchneren hoy
Por Juan Ciucci
APU: ¿Cómo surgen las jornadas?
Grupo Organizador Jornadas Rozitchner*: En los últimos años la Biblioteca Nacional viene organizando jornadas de debate e indagación en torno a diferentes autores de la literatura, el pensamiento y la ensayística en nuestro país. En anteriores ocasiones se lo hizo con Juan José Saer, David Viñas y Rodolfo Enrique Fogwill entre otras figuras. En esta ocasión, un poco siguiendo esta línea, apareció como necesario abocarse a la obra y trayectoria de León Rozitchner, un filósofo muchas veces mencionado pero pocas veces abordado con el detenimiento que merece la complejidad de sus ideas.
APU: ¿Cómo aparece la idea de las mesas y los panelistas?
GOJR: El grupo que organizó las jornadas se enfocó en abordar las múltiples aristas en las que León fue buceando, desde ya la filosofía, pero también el psicoanálisis, el marxismo, el cristianismo, el judaísmo y los diferentes hitos de la vida política argentina y latinoamericana: el peronismo, la lucha armada, la revolución cubana, la pedagogía de Simón Rodríguez. En este sentido se procuró invitar a intelectuales que no sólo hubiesen tenido alguna relación directa con León (como por ejemplo el caso más reciente de Diego Sztulwark o de mayor tiempo como Gregorio Kaminsky o el propio director de la institución, Horacio González) sino también que se hayan dedicado a estudiar su obra desde diversas disciplinas del conocimiento. Por eso las mesas están conformadas por psicoanalistas, sociólogos, antropólogos, historiadores, filósofos e intelectuales en general.
APU: ¿Cuál es la vigencia del pensamiento de Rozitchner?
GOJR: La idea de las Jornadas es justamente poner en debate esta pregunta. El cierre de las mismas se interroga sobre qué significa leer a León en la actualidad. Si bien Rozitchner pensó siempre a contrapelo de ciertas cristalizaciones, en un modo de intervención intelectual no cómodamente clasificable, también es verdad que lo hizo retomando debates de alcance público, como el peronismo y la formación de la subjetividad, el rol de los militares en la última dictadura y la guerra de Malvinas, la cuestión de la identidad judía en el seno de las izquierdas y su relación con las políticas del Estado de Israel. Todos temas de los cuales se sigue profusamente hablando, pero no tal cual León los interpretaba para introducirlos en la discusión. Las Jornadas fueron pensadas para vivificar ese hilo, desde un modo de intervenir en el debate que analiza (y de forma extensa y minuciosa) coyunturas muchas veces capturadas, según esta perspectiva, por formas discursivas estereotipadas. Por ello el nombre que lleva el encuentro: Contra la servidumbre voluntaria. Es decir, en enfrentamiento con lo preconcebido, en todas sus formas.
APU: ¿Cómo aparece su obra en el ámbito académico y en el popular?
GOJR: Si bien Rozitchner fue un intelectual formado en las academias y que se desempeñó como docente en ellas (estudió en La Sorbona con maestros como Merleau Ponty) la suya no se trata de una obra que se lea cuantiosamente en nuestras universidades. Por supuesto que hay excepciones, uno de los panelistas invitados a las jornadas, Omar Acha, acaba de iniciar este cuatrimestre un seminario dedicado al pensamiento de Oscar Terán y León Rozitchner en la Facultad de Filosofía y Letras. Su relación con la academia siempre estuvo en tensión. Respecto de lo popular, tratándose de un filósofo, obviamente sus intervenciones, tanto las más inmediatas como las menos, difícilmente alcanzaron esa dimensión masiva que por lo general implica pensar en términos de lo popular. Sin embargo, como dijimos anteriormente, los suyos siempre fueron los grandes temas en discusión en nuestro país, incluido en los últimos tiempos el propio kirchnerismo. Está claro que la figura y el pensamiento de León siempre fueron esquivos a las plenas identificaciones, de las académicas desde ya, pero también del ámbito de las elecciones políticas mayoritarias del pueblo y sus organizaciones, cuestión que parecería ser, siempre lo colocó en una suerte de incomodidad propia pero que también no cesaba de incomodar a sus contemporáneos. Finalmente, hay que decir que esto no siempre sucedió así, porque como el propio León afirmaba, sus libros (por mencionar algunos, Perón: entre la sangre y el tiempo o Freud y los límites del individualismo burgués), justamente por su especial carácter, fueron en diversas ocasiones ignorados por aquellos a quiénes en términos de discusión estaban dedicados.
APU: ¿En qué medida pensar a Rozitchner es pensar a la filosofía argentina?
GOJR: Si la existencia de la filosofía argentina se plantea como interrogante, la respuesta de Rozitchner se inclina por la afirmativa. O en todo caso, el propio pensamiento remite, según León, a la lengua materna, de allí que en una entrevista que la La Biblioteca le realizara hace unos años dijera remitiendo (y “nacionalizando”) a Heidegger: “El ser se devela hablando en castellano”. Es por ello que en esta sintonía, la primera de las mesas de las Jornadas lleva por título “La filosofía argentina en cuestión”. Allí se debatirá acerca de una problemática en la cual, sin dudas, se hace presente la figura de Léon pero que se extiende a otros pensadores argentinos contemporáneos. Si bien en última instancia este es un debate abierto que en las jornadas se ahondará, la figura de León es insoslayable a la hora de pensar la historia de las ideas en Argentina, y se puede decir sin temor a equivocarse que León Rozitchner es unos de los grandes filósofos argentinos. A su vez, estas Jornadas se proponen desandar la manera en que la filosofía dictada en las academias argentinas se ha encargado, en varias ocasiones, de ningunear a quienes a contramano se atrevieron a producir un pensamiento original, justamente, argentino.
*Grupo Organizador de las Jornadas Rozitchner: Nicolas Reydó, Emiliano Ruiz Díaz, Gustavo Míguez, Alejandro Virué, Darío de Benedetti y Gastón Francese