"Reposera": promover la experiencia estética a través de la reflexión con todos los sentidos
El arte contemporáneo no es ajeno al sistema del cual forma parte y al capitalismo tardío que envuelve todo bajo su manto. Por eso es extraño que una gestión de arte lleve casi diez años trabajando en la escena tucumana desde el mero acto de compartir una experiencia estética en lugar de competir por un espacio de legitimación a nivel nacional o internacional, sin apoyo del FNA ni de ningún otro tipo. "Reposera" es, entonces, una respuesta polisémica sobre qué es el arte contemporáneo y cuál es su sentido en el cotidiano de nuestras vidas como artistas que buscan algo más que el mísero acto de competir en el marco de los premios o salones.
"Reposera" es, ante todo, una gestión construida a base de esfuerzo y dedicación, en cuya base permanecen latiendo los principios de autonomía y solidaridad. No ocultamos que habita nuestro ser el trabajo desinteresado y por el arte mismo. Sería correcto vincular nuestra labor a los afectos y señalar que buscamos continuamente generar roces que nos afecten a través de la construcción de redes invisibles donde enaltecemos lo precario por encima del lujo y la banalidad. Buscamos un estado de afectación que conmueva nuestras fibras más íntimas: tanto desde propuestas de neto corte conceptual como visual. Creamos desde y creemos en el margen. Nos interpela lo marginal como substancia estética. Apelamos al desdibujamiento de los límites buscando estímulos que nos retroalimente. Allí ha estado nuestra mayor virtud todo este tiempo. Hemos apostado por experiencias vívidas: face to face; más allá de Facebook u otras redes sociales hemos intentado sostener vínculos reales con personas disímiles y lo hemos hecho con el corazón. Hemos apostado a lo emergente y hemos visto a nuestros artistas consagrarse. Hemos llegado lejos porque no hemos apostado por la competencia sino más bien por el primigenio acto de compartir. Jamás nos hemos tomado muy en serio. Siempre hemos dicho que éramos una gestión distendida de arte pero vaya si hemos trabajado por esta escena artística. Luego de casi diez años, seguimos abiertos a observar nuevos procesos de trabajo en el amplio campo de las artes visuales, sin perder la vista de lo que consideramos netamente importante: promover la experiencia estética, hacer de la reflexión un disfrute con todos los sentidos.
Reposera es, ante todo, una gestión construida a base de esfuerzo y dedicación, en cuya base permanecen latiendo los principios de autonomía y solidaridad.
Reposera, en la praxis, nació en 2013 con un pequeño gesto de solidaridad. Tras el cierre de la segunda sede en barrio Norte de La Punta, arte contemporáneo, nos pareció adecuado ofrecerles un espacio para que ellos expusieran en el marco de Circuito Abierto, las obras de Belén Aguirre y Javier Soria Vázquez. Este gesto iniciático no fue menor y se repitió como constante en nuestra gestión cultural. Con ello buscamos apelar más el acto de compartir que al hecho de competir, en el que nos sumerge el sistema de arte que a su vez está inmerso en el capitalismo tardío y sus formas de sometimiento cultural. Nuestra primera acción como gestión cultural fue ceder nuestro espacio físico para que una de las mejores gestiones de arte de principios de siglo de nuestra provincia tuviera un final digno, a la altura de todo lo que generaron ellos mismos como gestión. Ese año tuvimos también la muestra individual de Marx Bauzá con Los Veranos y su cadencia indie pop en la inauguración y el Barba 381 en el cierre con todo el flow de la cumbia. Siguió la primer muestra individual de Coche, artista que se consagrase como uno de los grandes muralistas de la escena.
En 2014 nuestra gestión siguió trabajando en Océano con exposiciones de Isabel Reyes Zeballos, Juliet Medina, Gon Sáez Gil, Fernanda Coronel y Cecilia Cholffi. En 2015 lo hicimos con Félix Gónzalez, Martín de Negro, Juan Grande, Elena Cabrera y Qoqi Méndez. Cerramos Océano y apareció CREA con un salvavidas colectivo que nos llevó a Plaza Urquiza y Plaza Alberdi de la capital con una particular intervención con un balde y una orca asesina inflable que llenó de risas nuestra desgracia de quedar sin espacio físico. Ese año también participamos de una controvertida reunión de gestiones culturales con el FNA, en la que un reconocido gestor cultural local, refunfuñando y de mal genio, nos interpeló preguntándonos si sabíamos ¿Qué es el arte contemporáneo? Luego de lo cual nos desairó y se fue sin escuchar la respuesta.
Sin embargo, algo bueno estaba allí dando vueltas. No habíamos sometido nuestra gestión a un único espacio físico y pronto el trabajo de redes dio sus frutos ya que realizamos diversas actividades con Fábrica Mental, Le Pasaje, El Cuarto Naranja Galería, OCIO Minigalería, CiTá ABASTO DE CULTURA e incluso participamos del Mercado Cultural del ENTE y la Red de Espacios Culturales Independientes.
Podríamos decir entonces que nuestra gestión está atravesada por muchas otras de la escena local o que hemos dado a luz a algunas nuevas y que es necesario señalar como triunfo uno de nuestros más grandes logros que fue el de generar los condiciones para que Santiago Motorizado exponga los dibujos del single Violencia de su reconocida banda indie Él Mató, unto a un puñado de los mejores artistas de esta provincia: Tucumán. Eso por contar una anécdota pero tranquilamente podríamos hablar de varios funcionarios públicos subidos a una orca inflable disfrutando de una tarde invernal como si fuesen niños en la playa.