Shura Multivac: lenguaje retrofuturista musical

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Shura Multivac: lenguaje retrofuturista musical

01 Diciembre 2019

Por Agustín Pisani

El valle inquitante, de Shura Multivac

El valle inquietante es el álbum de Shura Multivac, proyecto musical de Jorge "Shura" Ruchtein. Las letras de sus diez canciones, inspiradas en el universo de la ciencia ficción y la tecnología, giran alrededor del concepto de la empatía, o, mejor dicho, de la falta de ella. El título del disco alude a una teoría científica acerca de las diferentes reacciones humanas hacia la inteligencia artificial. Las canciones de Shura abordan temáticas personales bajo el ropaje del lenguaje científico/pseudo científico. En El valle inquietante se entremezclan sintetizadores, guitarras y voces procesadas e instrumentos acústicos, samplers de películas.

Es una propuesta donde conviven las influencias musicales, de Charly Garcia, Talking Heads, XTC, Steven Wilson, Tears For Fears, Gustavo Cerati-Soda Stereo, Don Cornelio y la Zona-P.Pandolfo, Pink Floyd y otras provenientes del cine y la literatura fantástica de Asimov, David Cronenberg, Terry Gilliam, Carl Sagan, Rod Serling, Philipp K.Dick, entre otros.

AGENCIA PACO URONDO: Decís que la música que hace SHURA MULTIVAC es "Canción rock-pop retro futurista para el corazón Sci-Fi” Toda una definición, ¿podrías contar más al respecto?

SHURA: Sinceramente, cuando lo escribí por primera vez, lo puse como un chiste, al ver la cantidad de etiquetas que existen para la música, cuando llenás algún tipo de formulario, en plataformas online, etc. "Voy a inventar una", pensé. Pero luego me di cuenta de que, aunque suene pretencioso no es tan descabelladlo. El elemento sci-fi está presente en las letras, en la gráfica de discos/flyers; musicalmente, en la búsqueda de un sonido, entre lo retro, lo psicodélico y lo experimental, pero siempre acompañando a la canción.

APU: ¿ "El valle inquietante" tiene una guía conceptual, encierra alguna propuesta particular?

S: El valle inquietante es una hipótesis del año 1970, de un experto en robótica japonés, sobre las diferentes reacciones que tenemos las personas a la inteligencia artificial, a medida que aumentan su parecido a nosotros. Sucede que nuestra reacción es cada vez más positiva hasta el punto en donde la similitud nos hace sentir incómodos, como si rechazáramos estar en presencia de algo "casi" humano. El "valle" es ese bajón, esa reacción negativa.

Me pareció un concepto curioso y me quedó en la cabeza. Luego, cuando junté los temas que iban al disco, vi que muchos hablaban de un momento personal, en donde anduve un poco oscuro, recluido, con la dificultad de sentir empatía, de vincularme. Todos tenemos, cada tanto, etapas en donde nos aislamos. En estos tiempos se suma el hecho de que la comunicación es constante y entonces toda interacción es a través de esta virtualidad deshumanizadora de vínculos. Todo parece tan al alcance, que se ve real, pero no lo es. Fisgoneamos a través de las redes a quienes amamos u odiamos. Atacamos detrás de un teclado, o intentamos cambiar el mundo compartiendo info que no chequeamos.

APU: El futuro ya llegó: las máquinas pueden facilitar la vida o todo lo contrario. Robots insertados en la cotidianeidad, a veces remplazando el trabajo humano. En el ámbito laboral se refleja y, por lo tanto, en todos los otros ámbitos. ¿Ves que la realidad actual “supere” a la ficción?

S: En parte sí. Y por otro lado llegamos a un futuro que no sé si es ese que imaginábamos, el camino viró hacia otro lado menos romántico. No sólo sorprenden (y a veces preocupan) algunos aspectos del avance tecnológico. Lo raro es cómo nosotros nos entregamos tan fácilmente a estas nuevas costumbres y resignamos parte de nuestra intimidad; cómo nosotros mismos destruimos nuestra privacidad, aceptamos ser observados, aceptamos los algoritmos que deciden por nosotros, engañándonos que somos nosotros quienes decidimos (si es que alguna vez pudimos elegir realmente). Algunos presintieron esto hace décadas. Algunos de ellos, escritores de ciencia ficción.

APU: Últimamente, el país, el continente y el mundo están proveyendo material intensamente, ¿la coyuntura influye directamente en tus composiciones?

S: Empiezo a creer que sí, porque más allá de que uno no se proponga escribir o denunciar sobre lo que nos rodea, la realidad te salpica, y por más que uno quiera cerrarse a ello, parte de nuestra introspección, nuestra salud mental o calidad de vida, está ligada a lo que sucede en el mundo, a la violencia que se respira, a las injusticias, a las postergaciones sociales. Tal vez yo no lo haga de manera muy explícita. Habiendo dicho eso, no creo que sea una obligación del artista, reflejar la coyuntura. Pero es casi imposible no estar atravesados. Ya no hay refugio.

APU: Después del trayecto hecho, tomando elementos del retro futurismo, ¿se vendrá una mirada futurista sobre el pasado? ¿Cuál es el siguiente paso de SHURA MULTIVAC?

S: Estoy pasando por un momento de muchos balances personales, así que por suerte estoy dejando mi valle inquietante, y haciendo mi propio revisionismo. Y eso se ve en algunas letras nuevas. El próximo paso es grabar esas canciones en 2020. Ya hay un repertorio reunido bajo un concepto nuevo que sigue mezclando ciencia y fantasía. Hace dos años estoy tocando con la misma formación: Santiago Szulman en teclado y coros, Nicolás Magistrelli en percusión, samples sintetizador y coro, Diego Bernasconi en guitarra, Juan José Gregoric en batería, Nao García en bajo y coros, y yo en voz líder y guitarra. Honestamente, sonamos cada día mejor. La idea es poder plasmarlo en disco. Vamos a despedir "El valle Inquietante" con un recital en Circe el sábado 14 de diciembre. Pero ese día también van a sonar muchos temas nuevos, y algunos viejitos. También tendremos unas lindas visuales, plagadas de referencias del cine, que potencian la búsqueda retrofuturista. Un lindo cóctel para brindar que se va el año y viene lo nuevo.

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