“Somos como una infusión de ritmos a través de las canciones”
Por Leticia León
APU: Estuvieron presentando su primer disco en La oreja negra.
Florencia Albarracín: Sí. En realidad, lo venimos presentando desde hace un año, un año y pico. Se llama Agua de río nuevo, es nuestro primer disco de larga duración. Fue también un cierre de año y una despedida del disco que no se va, se va a quedar, pero hubo un adelanto de nuestro próximo disco.
APU: No definís a la banda como “una banda de género”, decís que son “cancionistas que usan distintos ritmos”, ¿a qué te referís?
F. A.: Sí, sí, es así porque somos unos DE-GE-nerados para hacer canciones. Básicamente, hay como un hilo común entre los ritmos que usamos que tienen que ver con todo lo latinoamericano, pero también con el lenguaje del rock, con las letras del tango; hay también una mezcla de todas esas corrientes, de todo lo que es rioplatense junto con lo que es latinoamericano. Ese elemento está presente en las doce canciones del disco que hicimos y, lógicamente, está presente en las canciones del próximo.
APU: ¿Quién compone de ustedes? ¿Cuántos conforman la banda?
F. A.: Somos seis, más invitados. Seis fijos: El guitarrista, Juan Matías Tarruella; en bajo y coros, Sebastián Dols; en batería guitarra y coros, Juan Zuberman; en percusión, Juan José Poggi; en saxo, Nicolás Lublinsky; en teclados y coros, Daniel Schteingart; y yo, en acordeón y voz.
Juan Matías es el compositor principal y, a la vez, el fundador de la banda. Es el guitarrista y hace coros también. Por otro lado, para el disco hay cinco canciones que las compuse yo con él, y otras cinco que son de él. Y una última canción que es del percusionista y del baterista. En honor a la verdad, el compositor principal es Juan, pero hay también participación mía y después, para lo que es el armado de la canción, en la sala participamos todos.
APU: Canciones como "Santa Rita" o "Madrugada azul turquesa" tienen letras más nostálgicas, sin embargo el ritmo es alegre, ¿esto es buscado?, ¿tienen alguna idea previa de lo que quieren expresar antes de componer?
F. A.: En esto se ve justamente esa conjunción entre lo tanguero rioplatense y lo latino, que es más bien alegre, la cuestión nostálgica que tenemos los que vivimos en el Río de la Plata, esa cuestión medio tanguera. Pero a la vez somos todos latinoamericanos y a todos nos gustan los ritmos alegres y somos los primeros que nos paramos en una fiesta para bailar una cumbia.
APU: ¿Cómo fue que decidieron sumar el acordeón a la banda?
F. A.: Fue medio de casualidad. Es muy loco porque es algo que termina gustando mucho… creo que por el color que tiene, por lo que representa… Digo, porque es como un instrumento muy propio de los ritmos… de muchísimos ritmos latinoamericanos. Y fue un poco de casualidad. En unas vacaciones me prestaron un acordeón chiquitito, casi como de juguete, de esos que no sirven como para tocar en serio, en realidad. Y lo empecé a usar y me enganché. Yo siempre toqué el piano y de ahí es que empecé a jugar y a sacarle un poco de sonidos y… ¡me enganché! Me enganché y fui y me compré uno como para estudiar y a los dos meses lo estaba tocando con la banda.
APU: ¿Por qué eligieron llamarse Láudano?
F. A.: Lo eligió Juan cuando empezó la banda. El láudano es un derivado del opio que se prepara con tintura de opio, vino blanco, azafrán, hierbas… Y se usaba, hasta el momento en el que apareció la anestesia como tradicionalmente la conocemos, como un “aliviante” de las dolencias físicas. Entonces un poco el juego con Láudano en canciones tiene que ver con eso, con la función de la música, con la función de sanar. También porque el láudano es una infusión de muchas cosas y nosotros somos un poco eso, es nuestro espíritu, somos como una infusión de ritmos a través de las canciones… viene por ese lado también.
APU: ¿Cómo llevan a las letras lo anestesiante del láudano y la bailable de sus ritmos?
F. A.: Yo creo que esa dicotomía está presente en casi toda la música. Es muy difícil encontrar una canción que sea triste y que en ningún momento te pida una luz de esperanza, y viceversa… hay cumbias colombianas que hablan de la vida de las lavanderas que están todo el día lavando ropa. Lo que me parece es que esa dicotomía está presente en nuestra idiosincrasia y un poco eso también hace que decanten las letras, no es que nosotros decimos “bueno, vamos a hacer una canción que sea triste y a la vez alegre”, no. Eso surge en el proceso creativo, surge porque forma parte de nosotros.
Para escuchar y descargar Agua de río nuevo:
http://laudanomusica.bandcamp.com/releases
Facebook: /Láudano-en-Canciones.