“Una editorial se forma porque se hace consciente para un grupo de personas un vacío que hay en la cultura”

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“Una editorial se forma porque se hace consciente para un grupo de personas un vacío que hay en la cultura”

05 Agosto 2014

APU: ¿Cuándo surge la editorial, cuál fue el impulso que la generó?

Nulú Bonsai: Surgió entre 2003 y 2005, a partir de encuentros y amistades relacionadas con la poesía hecha y dicha en vivo. Los primeros tres libros los publicamos en octubre de 2008. Nuestra idea era poder juntar detrás de una estética y un concepto fuertes a muchos autores y artistas que veíamos perdidos o “sueltos” dentro de la escena. El impulso inicial fue publicar obras de autores desconocidos o inéditos que no iban a encontrar espacio en el mercado editorial, como una suerte de posicionamiento proteccionista o pensar la editorial como “semillero” de autores. Luego, ese impulso se expandió a la intención de cubrir un vacío que vemos en la cultura actual. Una editorial se forma porque se hace consciente para un grupo de personas un vacío que hay en la cultura, principalmente, en la cultura escrita, o en la memoria del arte y, por extensión, la existencia de un vacío en el espíritu de la sociedad.

APU: ¿Cómo fueron construyendo su catálogo? ¿Es una editorial especializada, o trabajan con diversos géneros y temáticas?

NB: Editamos principalmente poesía y narrativa. Autores como Juan Xiet, Ioshua, Federico Fahsbender, Carla Sagulo y Minner creo que elevan el nivel del catálogo y expresan claramente la dirección en la que queremos ir. El año pasado también iniciamos una colección de libros sobre cine con Eduardo Coutinho. Cine de conversación y antropología salvaje, volumen dedicado a la obra del documentalista brasileño compilado por el Grupo Revbelando Imágenes. También tenemos una colección llamada Ataque Emocional al Sistema Capitalista, donde publicamos libros cuyo hilo conductor es poner en crisis las estructuras del sistema, más allá del género particular de cada texto; es decir, una colección donde privilegiamos el mensaje antes que la forma. Siempre apuntamos a lo nuevo y a aquello que tienda a la expansión, somos editores insaciables a nivel contenido y salvajes a la hora de buscar artistas que hagan cosas interesantes.

APU: ¿Cuál es la actualidad del mercado editorial alternativo en Argentina?

NB: El mercado editorial alternativo en Argentina y en América está creciendo. Los sellos que se distancian conceptual y laboralmente de las formas de los grandes grupos están profesionalizándose con el paso de los años y no dejan de surgir sellos nuevos que también van a crecer. Algunos quedan en el camino, pero todos estamos en el juego de sacarle el negocio a las grandes empresas. Primero, porque quitan volumen a las obras, adelgazan el contenido y aniquilan la carrera de los autores convirtiéndolos únicamente en productos. Segundo, porque el lector que busca y defiende un editor independiente está cansado del contenido que ofrecen los grandes grupos, ya no lo representa. Por ejemplo, el mercado de traductores sufrió una gran merma entre los años 60 y ahora. Existen sellos que están publicando nuevas traducciones como respuesta a esa ausencia. Lo mismo sucede en casi todos los ámbitos, incluso en los más específicos. Es el momento ideal para apuntalar los mecanismos alternativos y mejorar el diálogo entre editores que comparten la independencia.

APU: ¿Cómo surgió y cómo piensan estas ferias de editores?

NB: Hay editoriales independientes que pretenden llegar a las librerías con la imagen de una editorial comercial como las de antes, se ocupan de poner precios que den prestigio o bien los costos los obligan a ello. Pero también hay otra gama de editores (de la cual nos sentimos parte) que quieren reducir los costos y también ofrecerle al lector libros de excelente calidad al menor precio posible. En algunas de las editoriales que empezaron a destacarse en el ambiente, compartimos la intención de crear un espacio alternativo y serio como esta feria para poder intercambiar opiniones, experiencias, ideas y productos a un precio que no sea excluyente. Estas ferias sirven para definir criterios compartidos, o bien para discutir por qué esos criterios no coinciden. Nulú Bonsai, desde que nació, participa de todos los espacios heterodoxos en los que pueden venderse libros, y es notorio que las ferias de este tipo ayudan también al editor porque, por más que los precios sean más bajos que en librerías, la entrada va directamente del lector al editor sin intermediarios. Sirven como una forma de fomento para ambas partes.

APU: ¿Cuáles son los próximos títulos de la editorial?

NB: Estamos trabajando en muchos libros, casi siempre en más de los que podemos. A nivel poesía, se vienen muchos primeros libros de autores (Agustina Paz Frontera, Daniela Regert, Álex Colman y Jarad Al-Hadi), una edición corregida de un libro de Francisco Garamona (Mi primera banda punk) y dos obras reunidas de dos grandes poetas: Fernando Bogado (Jazmín paraguayo) y Osvaldo Vigna (Reunión. Poesía 1996-2014). A nivel narrativa estamos trabajando en Pindó Kuñakaraí, una novela de Cristino Bogado, escritor paraguayo que trabaja a partir de la diglosia guaraní-castellano y las formas de la triple frontera, y en otras dos novelas de autores inéditos. Seguramente este año publiquemos también el segundo título de la colección de cine y ya hay muchos proyectos que van a generar novedades que quedarán para el año que viene. El año a veces es más chiquito de lo que nos gustaría, ojalá entre todo.