2024: año jauretcheano

“Ser Nación”, Tarea del pueblo argentino

Las instituciones que integramos el Foro de Pensamiento Nacional y Latinoamericano -universidades, centros, cátedras libres e institutos- acompañamos a la Comisión de Homenaje surgida con la intención de conmemorar al siempre actual pensador argentino Arturo Jauretche, a 50 años de su muerte.

Éste, el año jauretcheano, impulsa el deseo de unirnos en torno a un pensamiento profundo y liberador, construido sobre los cimientos de la realidad nacional y buceando en una historia genuina que muestra todas las asignaturas pendientes de una nación que no supera su matriz de colonialidad.

Arturo Jauretche (1901-1974) es una de nuestras figuras claves del pensamiento nacional. Su incansable labor estuvo dedicada a combatir alegremente contra las construcciones de sentido que socavan nuestra identidad, desentrañando las denominadas “zonceras” que fueron construidas desde la historia, la sociologia, la economia y la geopolitica; desnudando la “tilinguería” de nuestros intelectuales, evocando nuestras luchas históricas desde la profunda sabiduría criolla.

Desde sus tiernos años, Jauretche estuvo acompañando activamente la causa nacional: desde su filiación yrigoyenista que, luego del golpe cívico militar efectuado a Hipolito Yrigoyen en 1930, lo obligaba a recurrir a las técnicas revolucionarias e intransigentes de los primeros años del radicalismo antes de la ley Sáenz Peña. Fue así que participó en el alzamiento de los coroneles Pomar y Bosch cuyo trunco resultado lo condenó a la prisión y, desde allí, escribiría su primer trabajo conocido en 1934 llamado “El paso de los libres” donde evoca aquel levantamiento en clave gauchipolítica, contando con el prólogo de Jorge Luis Borges.

Por esos años, Arturo Jauretche encabezó la gesta partidaria al fundar FORJA (Fuerza de Orientación de la Joven Argentina), demostrando la vigencia del pensamiento yrigoyenista, fiel reflejo del pensamiento nacional y popular. Será tal el espíritu que, al calor de aquella movilización obrera espontánea y masiva pidiendo la liberación del por entonces Coronel Perón, el 17 de octubre de 1945, deciden disolver FORJA para sumarse a lo que consideraban la mayor expresión del movimiento nacional. Jauretche, junto a otros forjistas acompañaron el gobierno bonaerense de Mercante durante la primera presidencia de Perón para luego alejarse de la actividad política.

Sin embargo, el cruento golpe cívico militar efectuado por la autodenominada Revolución Libertadora lo obligaría a Don Arturo a desarrollar activamente una actividad comprometida y militante, buscando no solo desnudar los verdaderos dueños del poder sino también desentrañar todo el entramado que permite sostener aquel dominio: lo que los marxistas suelen denominar superestructura. Es así que su obra y reconocimiento se amplía durante todo el largo proceso en que el peronismo se encuentra proscripto. Arturo Jauretche denuncia el plan económico (“El plan Prebish”, 1956), el rol de los intelectuales (“Los profetas del odio”, 1957), el orden geopolítico y el desempeño de nuestras FFAA (“Ejército y política”, 1958), la falsificación del historia (“Política nacional y revisionismo histórico”, 1959), el cientificismo al servicio de la oligarquía y el imperialismo contrarrestando la sociología científica por una criolla (“El medio pelo en la sociedad argentina” y “Manual de zonceras argentinas”); sin contar los innumerables debates que entabla con diversas figuras del establishment que fueran reunidas por su principal biógrafo, Norberto Galasso a lo largo de los años.

Su escritura en clave crítica dibuja sin embargo un futuro en plural, sin exclusiones y basado en un sentido común popular. En momentos donde los patrones de dominación atacan a nuestra sociedad desde múltiples planos, el pensamiento de Arturo Jauretche se eleva y reactualiza con fuerza potente y disruptiva para ser recolocado en el duro presente que atravesamos.

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