El verdadero conflicto en las tierras de Chapadmalal

El conflicto que hace unos días se dio a conocer por los medios de comunicación y que involucra a los vecinos del sur de Mar del Plata, más específicamente de los barrios El Marquesado y San Eduardo del Mar, pone una vez más de manifiesto cómo puede transformarse y desdibujarse un conflicto local y vecinal, para llevarlo al centro de la puja política nacional.

Durante el mes de febrero de 2023, el Estado Nacional dio en custodia un predio de 140 hectáreas a una asociación civil llamada “Tercer Tiempo”, que se estima en quince años, condición de la elaboración e implementación de un proyecto productivo agroecológico viable y sustentable, articulando con la rama rural del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).

Luego, se conformó un equipo de consultores, miembros de la Universidad de Mar del Plata, del CONICET, la Universidad Nacional de Luján y de la Fundación “Yo soy porque somos”, para sumar competencias interdisciplinarias y está elaborando, en articulación con referentes y técnicos del MTE.

Cuando el pasado sábado 25 de marzo, miembros de esta organización se acercaron al campo a tomar posesión del mismo, ejerciendo el derecho consagrado en el instrumento firmado con Nación, estalló el conflicto. Fruto de la desinformación de los medios que, en su afán de apurar la noticia, omitieron los pasos de una práctica periodística seria: basarse en de fuentes confiables, investigar, obtener testimonios, etc, y ahi salieron a copiar, pegar y mezclar párrafos de viejos artículos encontrados en la web.

Aclaraciones

Es hora de hacer algunas aclaraciones. Primero, las 140 hectáreas no pertenecen al barrio El Marquesado, que comienza a continuación hacia Miramar. El Marquesado y San Eduardo del Mar son los dos últimos barrios del sur del  Partido de General Pueyrredón. Los intereses y preocupaciones de la intendencia nunca habían llegado tan lejos hasta que el conflicto tomó estado público en medios de gran difusión. Recién ahí el intendente macrista Montenegro tuvo que darse por enterado y salir a defender una zona por la que hasta ahora, no se había preocupado mucho. Los vecinos padecen la ausencia del Estado desde hace décadas: falta de centros de salud y ambulancias (ante la emergencia hay que correr al hospital de Miramar que está en otro partido), serios problemas de recolección de residuos acentuado durante la temporada de verano, peligro de incendio ante altas temperaturas combinadas con viento y escaso corte de pasto, sociedades de fomento desarticuladas por malas administraciones, inseguridad, usurpaciones de lotes que realizan los propios vecinos, peligro de derrumbe en los acantilados, etc. 

Tampoco se puso mucho énfasis a la hora de abordar los antecedentes históricos que derivan en una delicada realidad. El Marquesado nació en los años 70 cuando un empresario argentino llamado Osvaldo Morales adquirió 350 hectáreas a la vera de la ruta 11 con la finalidad de establecer allí un country con el mismo nombre y a la vez apostar a la construcción de un balneario único en todo Latinoamérica, como fueron las famosas Terrazas al Mar. Para esto se constituyeron varias sociedades comerciales, siendo la administradora y cabeza del grupo Sierra Leona SACIFA. Múltiples cuestiones que exceden este artículo llevaron a esta empresa a perder la capacidad de disponer de sus bienes y hacer frente a sus obligaciones y se encuentra inactiva en la Inspección General de Justicia hasta que puedan resolverse las cuestiones que motivaron su inhibición.

Malintencionados que conocen la historia catalogan estas tierras como abandonadas lo que les permite encarar un negocio privado de usurpaciones y ventas fraudulentas. Estos vecinos, que ya fueron denunciados ante la justicia reiteradamente, son los mismos que salieron efusivamente a cortar la ruta . En las noticias no se discriminaron roles y se mezclaron los nombres de los señalados como miembros de una asociación ilícita dentro de El Marquesado,con uno de los accionistas de Sierra Leona que no vive allí y que hace más de 20 años que no puede disponer de los bienes de la empresa. Esto puede derivar en situaciones reprochables pero que no configuran delito alguno.

La construcción mediática que se hizo del tema esconde el verdadero problema. Zonas que hoy están tomando importancia a nivel inmobiliario, pero que presentan la realidad de largos años de desinterés y abandono. Mucho llevara volver a poner este territorio en orden y que quienes ocupan cada uno de los lotes de estos barrios sean realmente quienes tienen el derecho de hacerlo. La cesión del campo de Nación a la ONG pareciera ser el menor de los problemas. Lástima que el énfasis mediático estuvo enfocado en desacreditar un proyecto social en vez de reflejar un problema estructural que lleva décadas y que atenta contra la tranquilidad y calidad de vida de los vecinos.