¿Existe una "economía feminista"?
Por Melany Grunewald
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué situaciones (personales o coyunturales) la impulsaron a escribir “Economía Feminista”?
Mercedes D’Alessandro: El libro para mí es como una continuación del trabajo que venimos haciendo con un grupo de colegas en el blog, Twitter y otras redes sociales sobre Economía Femini(s) ta. Es un espacio donde venimos compartiendo información económica con perspectiva de género. Yo me encargaba sobre todo de Twitter, y me encontré con un montón de discusiones de gente que sabe y gente que no sabe del tema. Gente que odia y dice "feminazi" y gente que está dispuesta a aprender, que quiere tener una nueva aproximación.
Es como un entrenamiento: uno está ahí discutiendo y atajándose de argumentos de todo tipo. Sentí que había discusiones muy ricas ahí. Me hizo descubrir que hay cosas que uno cree que todo el mundo entiende y realmente no es así, o entiende mal. Ese ejercicio duró un año y me trajo la necesidad de poner todas esas discusiones en un mismo lugar, y que dejara de quedar desparramado por Facebook, Twitter, una nota o un comentario. La idea era volcarlo de forma accesible y que tuviera también esa impronta: que podemos dialogar con distintas perspectivas.
APU: Comenta en el capítulo “Pobreza Sexista” sobre la Organización ONE que llevan adelante algunos artistas desde el 8 de Marzo del 2015, y que en 2016 se sumaron más famosos ¿Qué se espera para este año? ¿Hay más movimientos por parte de artistas?
MD: Yo creo que sí, todavía no vi el documento respecto a ONE pero acá hay varias fundaciones. Por ejemplo, Meryl Streep tiene una organización que financian a directoras y escritoras mujeres. El cine en general hay es un ambiente bastante masculinizado, entonces alientan a que las mujeres produzcan desde ahí. Quiero decir, de alguna manera y en algunos lugares uno lo puede ver como una moda, porque algunos/as toman al feminismo como algo cool, que queda bien. Pero hay personas que, aunque no estén en la misma situación que una trabajadora precarizada que apenas llega a fin de mes, están tomando medidas concretas para mejorar la participación de las mujeres en su ambiente. Eso es muy valorable porque nosotros mamamos de esa cultura de cine, y está bueno ver que no sólo es una cara bonita en un envase vacío, sino que también tiene un contenido que se alinea con cosas que nosotros también reivindicamos.
APU: ¿Qué opina de la movilización internacional que se está llevando a cabo para el 8 de Marzo de este año?
MD: Tengo la "suerte" de estar participando en el paro tanto de Argentina como el de Estados Unidos. En el de Argentina, virtualmente porque con Economía Feminista armamos un especial, estuvimos realmente participando en el debate y creando contenidos. En Estados Unidos, estuve yendo a algunas reuniones con gente que se está movilizando. Siento que en ambos países hay una gran expectativa, no sólo por el paro en sí mismo, sino por el espacio que se está generando: un espacio de mujeres que están saliendo a la calle con consignas que no son solamente la Violencia de Género (en Estados Unidos no ocupa lugar), sino que son económicas y políticas.
Tiene que ver con visibilizar el trabajo doméstico no remunerado, mostrar que existen las brechas de desigualdad entre mujeres y varones y que eso se expresa desde lo económico hasta la Violencia de Género. Es una experiencia muy interesante y muy novedosa porque hace muchísimos años que no había movimientos internacionales fuertes como este. Creo que a lo largo del año próximo y los siguientes vamos a encontrarnos con nuevas cosas. Particularmente este año, por el Día de la Mujer no hay tanto electrodoméstico. Incluso acá, en la Fashion Week de este año pudimos ver muchos desfiles politizados, utilizando el PussyHat rosa, por ejemplo. Hay que rescatar lo positivo de lo que se genera en esos espacios culturales, también.
APU: Hay un capítulo del libro que explicas la Ley de Cupo en Argentina. Considerando también la Ley de Cupo Trans, ¿Qué futuro ve de la Ley, en la coyuntura actual Argentina?
MD: En Argentina, los espacios donde las mujeres han avanzado son en los que hay cupo, diputados y senadores. De hecho, la Ley de Cupo salió en 1991 y era del 30%, y en 2016 la proporción subió seis puntos. Quiere decir que, si tuviéramos que esperar a llegar al 50%, tendrían que pasar unos veintipico de años más. Es injusto cuando vemos la trayectoria de las mujeres en el sector público: terminan siendo secretarias de tipos que están menos calificados que ellas.
Pero tiene que ver con otras cosas, antecedentes. Muchos reaccionan con una cuestión meritocrática ante esto, desestimando las otras cuestiones que hay detrás. Por otro lado, en los lugares donde no hay cupo, no se acercan mujeres. En Cambiemos sólo hay un 14% de ministras mujeres. Tampoco podemos pensar que tener mujeres implica perspectiva de Género, aunque si podemos ver que, en las experiencias legislativas, a partir de que las mujeres entran masivamente, empiezan a avanzar un montón de leyes relacionadas con los derechos reproductivos o la ley de divorcio en su momento. Hay que seguir disputando ese espacio.
El otro día, Macri solo nombró a las mujeres para hablar de los espacios contra la Violencia de Género, que más allá de que hayan devuelto los 67 millones recortados, se trataba de un fondo totalmente insuficiente para hacer frente a esos desafíos en Argentina. Tampoco entiende que la Violencia de Género es un montón de desigualdades que viven las mujeres. No entiende el problema en conjunto y no tiene el presupuesto suficiente. Nos falta mucha perspectiva de Género en las agendas políticas, no sólo del gobierno actual, sino también de los partidos en oposición y los sindicatos.
APU: ¿Considera que estamos más despiertas para afrontar este tipo de políticas como las de Macri y Trump?
MD: Realmente, creo que sí. Estados Unidos y Argentina tienen algo en común: hubo un cambio de gobierno con una posición bastante contraria a la anterior. Eso habilitó que volvieran a abrirse debates que estuvieron cerrados. Durante la etapa Kichnerista, aunque tuvimos una presidenta mujer, los debates estaban bastante acallados. Como el escenario ahora es más desfavorable para los trabajadores en conjunto, hay más posibilidad de discutir porque la situación se enrareció. Y las mujeres han tomado la delantera en sus reclamos y este miércoles nos organizamos para defender nuestras conquistas con consignas económicas y políticas.
APU: Teniendo en cuenta que el libro salió en un momento de transición, en plena campaña electoral entre Clinton y Trump ¿Qué nuevos proyectos de análisis tiene en mente, bajo este nuevo contexto?
MD- La situación cambió bastante. Creo que hay que esperar un poco más todavía a que se desarrolle la cuestión, porque acá el cambio recién se empieza a notar. Pero tengo en mente actualizarlo en un nuevo análisis.