Guzmán y las negociaciones con el FMI: "Ajuste fiscal fuerte o un programa que nos permita crecer"
Por Enrique de la Calle
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el Presidente, Alberto Fernández, explicaron por qué no cerraron aún las negociaciones con el FMI por los US$ 45.000 millones que el organismo internacional le dio a Mauricio Macri y que Argentina no se encuentra en condiciones de pagar. Según lo firmado por Cambiemos, en 2022 Argentina debería pagar 20 mil millones de dólares. Imposible.
Ante los gobernadores, reconocieron que “en términos absolutos no existe un buen acuerdo” pero remarcaron que las negociaciones están estancadas porque el FMI pide un fuerte ajuste fiscal. Es decir, la receta clásica del organismo. ¿Entonces?
Guzmán aseguró cuáles son las diferencias con el FMI: “(La discusión) Es esencialmente (entre) un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía”, planteó el ministro. “La diferencia consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo”, afirmó en su presentación. El gobierno está decidido a sostener una política económica que este año le permitió crecer 10%.
Para Guzmán, la baja del déficit en 2020 y 2021 fue “virtuosa”. El ministro defiende un ordenamiento gradual de las cuentas fiscales. En criollo: reducir déficit de a poco, para llegar al equilibro en 5/10 años. Por lo visto, el FMI no acepta esa propuesta y quiere un ajuste mucho más rápido, lo cuál generaría otra recesión económica, imposible de soportar para un país con 40% de pobres y 10% de desempleo.
“Hacia adelante se plantea ir ordenando esto, pero de una forma gradual; que el Estado pueda llevar a cabo un programa de políticas públicas que le dé a la Argentina más riqueza y más dinamismo productivo”, prometió Guzmán. La receta del Gobierno es otra: seguir con el actual crecimiento para que el aumento en la recaudación impacte sobre el achicamiento del déficit fiscal (el gasto se mantendría estable pero con recaudación a la alza). De esa manera, se podría avanzar gradualmente hacia la estabilidad en las cuentas públicas.
Como sea, el gobierno negocia a contrarreloj con el FMI ya que tiene acordado pagos fuertes en la primera parte del año. O los hace o declara el default, algo que hasta acá no aparece en el menú de posibilidades del Gobierno nacional.