"Hay que revertir el ajuste del 65% que se hizo en microcréditos"
Por José Cornejo*
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué es el Foncap?
Mateo Bartolini: El FONCAP es el organismo del Estado Nacional que tiene como función promover el desarrollo de las microfinanzas. Para esto tiene tres herramientas. La primera invertir recursos económicos en instituciones de microcréditos para que esta otorguen pequeños préstamos para financiar microemprendimientos productivos. La segunda llevar Educación Financiera a todas las provincias, a través de seis talleres diseñados según el público y el contenido. Y por último tener un sistema de datos para monitorear el desarrollo del sector y evaluar políticas de financiamiento y producción.
APU: ¿Cómo cree que va a funcionar el FONCAP luego de la cuarentena?
MB: Dese que iniciamos la nueva gestión en enero, cuando la pandemia no era un tema, iniciamos un plan de innovación de las microfinanzas que incluye la digitalización de sector. Esta coyuntura nos abre el juego para darle más velocidad y que la propuesta tenga más legitimidad en el sector, especialmente considerando que la mayoría de las instituciones de microcrédito todavía nunca utilizaron procesos digitales para otorgar microcréditos.
APU: ¿Cuáles son las principales problemáticas que le consulta el sector en el que usted colabora?
MB: En los últimos 4 años el sector fue agresivamente desfinanciado. Se achicó un 56% la cantidad de instituciones que se financiaba, y si nos concentramos en las instituciones pequeñas de microcréditos que son las que más capilaridad y tejido territorial tienen se financia un 64% menos. Y en cantidad total de microcréditos otorgados el ajuste fue del 65% en cantidades nominales.
Por esto cuando iniciamos la nueva gestión decidimos que era prioridad tener una foto del potencial del sector de las microfinanzas y los microcréditos en particular. E hicimos algo inédito, por primera vez se estudió la demanda potencial de financiamiento para más de 60 instituciones de microcréditos de toda la Argentina. El resultado es que hoy el sector necesita multiplicar por cinco la inversión en microcréditos. Además, necesitamos recuperar el sistema de datos para tener información de que rubros productivos se están financiando para abordar la estructura económica con más herramientas. Y por último desarrollar herramientas digitales que permitan que una persona reciba un microcrédito en su celular y a su vez venda lo que produce también por el celular, para reducir el costo oculto de utilizar efectivo.
APU: Los sectores de la economía popular, ¿deben bancarizarse? ¿Qué puede hacer el FONCAP por ellos?
MB: Es al revés. Los bancos, o mejor dicho los recursos financieros que administran los bancos, deben llegar a los sectores de la economía popular. La carga del deber recae en quien posee los recursos, no al revés. Esto también incluye a los proveedores de sistemas de pagos digitales como por ejemplo las billeteras virtuales que también deben hacer un esfuerzo para que sus tecnologías financieras lleguen a la economía popular.
El FONCAP lo que está haciendo desde la nueva gestión es por un lado transformar la información del Diagnóstico de Demanda que expliqué anteriormente en un plan de acción concreto con plazos y metas, para eso hace falta comprometer recursos que aún no tenemos. Por otro lado, estamos convocando a la Cámara Fintech Argentina y a la Red Argentina de Instituciones de Microcréditos para sembrar una agenda de digitalización que ordene el aterrizaje de las nuevas tecnologías en la economía popular. Y por último llegar con Educación Financiera a cada trabajador o trabajadora autogestionada.
APU: Cómo economista, ¿qué opina de los pagos digitales? ¿Son un beneficio para la sociedad?
MB: En esta sociedad sí son un beneficio. Principalmente porque utilizar pagos digitales permite que quede un registro de la actividad económica que luego puede servir como respaldo para solicitar apoyo financiero. También usar pagos digitales reduce el costo del efectivo en materia de seguridad y falsificación principalmente, pero también en agilidad y apertura de nuevos canales de ventas. Utilizar pagos digitales facilita también la capacidad de ahorro, no es lo mismo que tu ingreso nazca en una caja de ahorro en un Banco o que nazca en tu bolsillo en forma de billetes, la decisión del ahorro es más exigente en el segundo caso.
Sin embargo, no es una decisión individual únicamente, no es lo mismo decidir utilizar pagos digitales en un centro comercial a cielo abierto, que en un barrio de emergencia donde el cajero automático más cercano está a tres kilómetros y donde el sistema de internet se corta cuando tenés hacer una venta. Hace falta democratizar la infraestructura financiera.