“La clase media china quiere viajar, comer y vestirse mejor”
Por Nahuel Placanica
La Cámara de Comercio Argentino - China tiene 30 años de antigüedad. Fue fundada en 1984 por un pequeño grupo de empresas exportadoras, fundamentalmente cerealeras. “Por aquellos años China no era lo que es hoy. Los productos chinos se desconocían y la calidad era inferior a la actual”, grafica Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la entidad.
La institución hoy cuenta con más de 300 empresas asociadas y es presidida por Carlos Spadone, empresario multifacético que se encuentra acompañando a la misión argentina que encabeza la presidenta Cristina Fernández en el país asiático.
Sobre el contexto de esta visita y las perspectivas de la relación bilateral AGENCIA PACO URONDO conversó con Fernández Taboada, quien no duda en afirmar que el relación con China “es muy amplia y hay posibilidades de incrementarla”.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo evolucionó la relación comercial con China en los últimos años?
Ernesto Fernández Taboada: El crecimiento grande se produjo en los últimos diez años, a partir de la visita que hizo a China el ex – presidente Néstor Kirchner y la posterior visita del ex presidente Chino Hu Jintao en 2004. Eso afianzó mucho la relación comercial. Hoy el 11,5% del comercio exterior argentino está constituido por la relación con China.
En esta oportunidad la visita se da en un contexto especial. En Junio vino el presidente Chino Xi Jinping, quien en ese momento declaró que Argentina era una socia estratégica integral. Con ojos occidentales quizás no signifique mucho, pero desde el punto de vista de China es muy importante. Ellos tienen 14 denominaciones para caracterizar su relación con otros países y Asociación Estratégica Integral es de las más altas.
La visita de la presidenta Cristina Fernández viene a cimentar la relación con China. Hay empresas chinas que van a cooperar con Argentina para la construcción de represas en Santa Cruz, ya comenzaron trabajos de renovación del Belgrano Cargas, una empresa China de energía atómica va a cooperar en la construcción de Atucha III y tenemos una empresa china que compró el 51% de una de las principales exportadoras argentinas de granos. La relación es muy amplia y hay posibilidades de incrementarla.
Entre los empresarios que viajaron con la presidenta, viaja mucha gente que va por primera vez. Muchos de ellos son empresas PYME´s. Este es el momento para que el sector se inserte en China.
APU: ¿Qué desafíos implica para el sector PYME la inserción en el mercado chino?
EFT: El sector PYME tiene el problema de que la misma persona, el dueño de la empresa, es el que compra, vende, paga los sueldos, es decir, hace todo. Para hacer negocios con China hay que viajar por lo menos 15 días, dos o tres veces al año. Esto implica ausentarse 45 días al año y eso muchas veces no es posible. Además un viaje a China implica entre 5mil y 6mil dólares de gasto.
No obstante, la Fundación ExportAr tiene un programa de formación de consorcios de exportación. Lo que se hace es seguir el modelo italiano: más de la mitad de las exportaciones no las hacen las grandes empresas italianas, sino PYME´s asociadas para exportar.
De esta manera, el planteo es competir en el mercado interno y exportar en forma conjunta. Así se tiene un mayor volumen de exportación en caso que se requiera cubrir un pedido importante y, en lugar de que cada empresario PYME tenga que viajar, se contrata un experto en comercio exterior para que lleve adelante las negociaciones. Es importante que sea siempre la misma persona la que viaja porque los chinos valoran la relación personal antes que la seriedad institucional de la empresa.
APU: ¿Qué importan y en qué invierten los chinos en Argentina?
EFT: Desde hace varios años el Estado chino está instando a las empresas para que se inserten en Latinoamérica. El proceso que vivimos en Argentina se da a nivel regional. Hay un política de Estado en ese sentido.
En Argentina la inversión se da en sectores que nosotros necesitamos y que a China le interesan, por ejemplo, en los sectores energético, minero, de obras de infraestructura, alimentos, etc. La región tiene materias primas y alimentos que la población china necesita. Alrededor de 300 millones de chinos pertenecen a la clase media y quieren viajar, comer mejor y vestirse mejor.
Este último rubro estamos tratando de desarrollarlo. Queremos que vengan más turistas chinos a la Argentina. El año pasado entraron 30 mil personas oriundas de China. A otros países han ido entre 300 y 400 mil chinos. En el año 2013 Estados Unidos recibió un millón doscientos mil chinos por turismo, por trabajo y por estudio. Cada chino gastó en Estados Unidos un promedio de 5mil dólares. Son más de 6 mil millones de dólares. El turista chino tiene dinero, lo gasta y paga en efectivo.
APU: ¿Sobre esto se avanza con políticas de comunicación en el extranjero?
EFT: El Ministerio de Turismo e Inpotur permanentemente participan de exposiciones internacionales promocionando los viajes al país. Además, se ha flexibilizado el otorgamiento de visas a los ciudadanos chinos para turismo. El acercamiento es cada vez mayor.
APU: En una entrevista anterior conversabamos con el especialista Diego Guelar, él nos planteaba que uno de los desafíos de la relación argentina con China era la instalación de unidades productivas en la Argentina, ¿Qué perspectiva le ven a esta posibilidad?
EFT: Creemos que es el camino que hay que seguir. Tenemos que lograr asociaciones con empresas chinas a través de joint ventures, con productos que podrían ser semi - elaborados en China y terminados en Argentina.
De alguna manera se da en el rubro de motocicletas. Hace algunos años que la Ministra Debora Giorgi gestionó un acuerdo a partir del cual los fabricantes de motocicletas argentinos pueden importar motocicletas chinas a condición de ir incorporando anualmente partes nacionales. Es un avance en la integración industrial.
También se da esto en Tierra del Fuego, donde hay por lo menos una docena de emprendimientos chinos-argentinos en productos electrónicos y electrodomésticos. Se importan kits que luego se ensamblan acá, en algunos casos agregando piezas nacionales, que luego se vuelcan al mercado nacional.
APU: ¿Cómo piensa el empresario chino a la hora de invertir? ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando se encuentran con el particular sistema de relaciones laborales argentino?
EFT: Los chinos invierten de acuerdo a las necesidades de China. En esas inversiones existe un pequeño choque cultural con los sindicatos y la mano de obra. Las costumbres chinas no son ni mejores ni peores, pero son diferentes. Las condiciones laborales en china también son diferentes. En Argentina hay una fuerte presencia de los sindicatos y marcos laborales muy preestablecidos por eso al comienzo hay cierto choque cultural hasta que las autoridades de las empresas chinas van comprendiendo y aceptando la cultura y el sistema de relaciones laborales local.