Lázaro Báez y el "club de la obra pública"
Por Juan Cruz Guido
El pulso de la agenda mediática estuvo marcado por la entrevista que el periodista Luis Gasulla mantuvo (ayer) con Lázaro Báez desde la cárcel. Todos los medios levantaron los polémicos dichos que incluían una comparación de su persona con un profiláctico. Pero lo realmente interesante que dejó el ex empresario de obra pública fue el término que utilizó para referirse a sus colegas constructores: "El Club de la Obra Pública" – declaraciones que, al igual que las de Mauricio Macri en su momento sobre “el circulo rojo”, van a quedar para definir a un grupo de privados que se dedican a hacer lobby por los despachos nacionales, provinciales y municipales-.
En la entrevista, Báez deja entender que él no es más que un chivo expiatorio que va a tener que pagar los platos rotos judicial y socialmente por un negocio que no tiene bandería política, ni se limita solamente a la órbita estatal.
Las declaraciones, de todas maneras, no son inocentes, ni espontáneas. Aparecen justamente en un momento en el que los fiscales Gerardo Pollicita y Ignacio Mahiques están preparando un pedido de indagatoria a Cristina Fernández de Kirchner ante el juez Julián Ercolini por un supuesto favorecimiento a Báez en la adjudicación de obras y también supuestos pagos de sobreprecios. La “investigación” comienza a partir de una auditoría que realizó Vialidad Nacional y la Oficina Anticorrupción de Laura Alonso, donde se denuncian irregularidades en tres obras adjudicadas en Santa Cruz a Kank & Costilla, constructora de Báez.
Fue de público conocimiento el pedido de la ex presidenta de que se auditaran todas obras adjudicadas durante su gobierno. Lejos de eso, en este caso pareciera ser que las únicas obras que a Vialidad Nacional y a la Oficina Anticorrupción le interesa auditar son las que salpican a Austral Construcciones y entregan jugosos títulos para el show mediático.
Es sabido que IECSA, empresa de Ángelo Calcaterra -primo hermano de Mauricio Macri-, fue socia de Lázaro Báez. Documentación en esta línea se encontró en las oficinas de La Rosadita donde se certifica un préstamo para la construcción de las represas "Néstor Kirchner" y "Jorge Cipernic". Todos esto se encuentra en la causa que el juez Sebastián Casanello lleva adelante por supuesto “lavado de activos” a través de la financiera SGI. Luego de esta revelación, diputados de la oposición exigieron al fiscal de la causa, Marijuan, que ampliará la investigación en los supuestos sobreprecios que serían, en última instancia, el delito precedente al lavado. Como era de esperarse Guillermo Marijuan rechazó la denuncia argumentando que eso debía investigarse en las causas abiertas por sobreprecios.
Resulta entonces extremadamente sospechosa esta nueva denuncia que prepara Pollicita y Mahiques. Pareciera expresar cierto acuerdo de estigmatizar por completo a Báez para terminar la cadena allí y así salvar –limpiar- a los demás contratistas del Estado, sacrificarlo en pos de mantener el status quo en el club de la obra pública.
¿Quiénes son los denunciantes?
Esta sospecha de motivaciones más bien políticas que jurídicas, reside en los nombres propios que encararon esta denuncia. Por un lado, están los dos fiscales a cargo de la “investigación”: Pollicita y Mahiques.
El primero, Pollicita, fue el fiscal sobre el cual recayó la causa Nisman. Allí ordenó 34 medidas de prueba para darle movimiento, pero el juez Daniel Rafecas la desestimó argumentando que “no hay un solo elemento de prueba, siquiera indiciario, que apunte a la actual Jefa de Estado respecto -aunque sea- a una instigación o preparación (no punible) del gravísimo delito de encubrimiento”. Mejor suerte tuvo con Ercolini, consiguiendo que ordene el embargo de las cuentas de Florencia Kirchner en el Banco Galicia, en la causa Hotesur. Fue uno de los fiscales que asistió a la reunión en Puerto Madero con Angelici en Diciembre, una vez ya consumado el triunfo de Macri. Allí estaba también, además de Raúl Pleé, Ariel Lijo y Marcelo Martínez de Giorgi, el juez Julián Ercolini.
El otro fiscal, Ignacio Mahiques, es hijo de Carlos Mahiques, ex ministro de Justicia en el gobierno de María Eugenia Vidal y hombre muy cercano a Angelici. Fue desplazado del cargo luego de varios fracasos en el comienzo de su gestión –incluida la fuga de los tres presos de General Alvear-. Finalmente, lo reemplazó otro hombre de confianza del “Tano”, Gustavo Ferrari. Como si esto fuera poco, es también hermano de Juan Bautista Mahiques, representante del Ejecutivo ante el Consejo de la Magistratura.
Para terminar de viciar las intenciones de todo este asunto y descorrer el velo del juego político en la justicia, aparece Laura Alonso que desde la Oficina Anticorrupción motivó estas supuestas auditorías y denuncias. Alonso no sólo tiene una alineación política inquebrantable con el que fue justamente su padrino político, Angelici, sino que además mantiene lazos familiares y comerciales. Su marido, Larry Ocha, es amigo íntimo del actual presidente de Boca y el que lo presentó con la titular de OA. Ochoa fue presidente de una empresa avícola, Empollando S.A de San Andrés de Giles,que ahora pasó a manos de la mujer del Angelici, María Inés Belloni.
Todos los caminos…
Al parecer, todos los caminos dirigen a una persona, Daniel Angelici. Denunciado públicamente como operador en las sombras del gobierno en la Justicia, su influencia ya superó por lejos los fueros porteños. Prueba de esto son las personas de su entorno que fue ubicando en organismos claves dentro de la estructura jurídica de nuestro país. Pero explicar todas las ramificaciones de las conexiones que “El Tano” fue tejiendo en la justicia merece una nota aparte para poder quebrar el discurso del PRO de la Nueva Política, de la República, mostrando las oscuras prácticas que en realidad utiliza este gobierno.
Lo que queda claro es que, en este momento, la piedra angular de la estrategia política y judicial del macrismo es tratar de alimentar a los medios con denuncias de corrupción que eviten tratar la agenda del pueblo, las verdaderas preocupaciones de la gente de a pie.