Más allá del acuerdo con el FMI: una revisión de la deuda tomada por Macri
Por Martín Massad
El gobierno argentino oficializó el último viernes el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tanto el presidente, Alberto Fernández, como el ministro de economía, Martín Guzmán, se mostraron satisfechos con el logro después de las largas y duras negociaciones que datan desde el inicio de la estadía del Frente de Todos en la Casa Rosada. Luego del anuncio del presidente, Guzmán junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, brindaron una conferencia de prensa para dar los detalles del acuerdo. Al respecto el titular de Hacienda afirmó que “se llegó al mejor acuerdo que se podía llegar”. Por su parte Manzur cargó las tintas sobre el gobierno de Cambiemos e inició su exposición al decir que “la deuda que dejó Macri fue una tragedia”.
En este sentido, la afirmación del tucumano no parece ir en sintonía con la percepción de la mayoría de la población argentina. Una encuesta de la consultora Analogías reveló que 4 de cada 10 argentinos no saben que la deuda con el FMI la contrajo el gobierno de Mauricio Macri. Según la misma encuesta, el 26% de los personas respondió que los u$s 44.500 de deuda fueron pedidos por... ¡el gobierno de Fernández!
La información antes expuesta deja como saldo negativo para el gobierno nacional su mal manejo comunicacional respecto a la deuda que le fue impuesta desde el principio como la más pesada herencia. El ejecutivo debería tomar nota del conocimiento que la población tiene acerca de este tema que es tan central y que le marcará el camino hasta el fin del mandato. En tal sentido es imprescindible hacer una revisión de como el macrismo endeudó al país brutalmente en acuerdo con el FMI y el gobierno de los Estados Unidos.
Macri, deuda y fuga
Los actuales desajustes de la economía que sufre nuestro país tienen su raíz en el gobierno de Cambiemos (2016-2019). Cuando Macri llegó al poder la deuda externa bruta se ubicaba en u$s 157.792 millones pero durante el primer año de su gestión la misma trepó a u$s 192.462 millones. Este aumento se debió, entre otras cuestiones, al pago, vía emisión de nuevos títulos, a los fondos buitres que no habían entrado en el canje del 2005 y 2010 y que luego de litigar contra el estado argentino tuvieron un fallo a favor en los tribunales de Estados Unidos. Sin buscar una mejor salida para el estado argentino, el gobierno de Macri desembolso u$S 9.300 millones a los litigantes.
Por ese entonces, el ex presidente argumentaba que cancelar la deuda con los holdouts le permitiría al país abrir las puertas a la famosa “lluvia de inversiones” que no derramó ni una sola gota en el territorio nacional. Además, el gobierno levantó la restricción para la compra de dólares de personas y empresas. De esta forma cualquiera podía comprar divisas y enviarlas al exterior sin ningún control por parte del Estado. Resulta que ahora una de las falencias que encontró el fondo en la revisión de la deuda tiene como uno de los puntos salientes: la fuga de divisas.
En el 2017, año de elecciones legislativas, Macri aumentó la deuda en un 21% más y la deuda pasó u$s 192.462 millones a fines de 2016 a u$s 232.952. El apoyo que recibió el gobierno en las legislativas de ese año aumentó las ínfulas del ex presidente y en 2018 la deuda creció otro 19% para llegar a u$s 277.648 millones y una cuenta de vencimientos de deuda pública de u$s 200.000 para los cuatro años del próximo gobierno.
Durante el macrismo una gran parte de la deuda se fugó. Según los datos del Balance Cambiario del Banco Central (BCRA) entre el 2015 y el 2019 la “formación de activos externos del sector privado no financiero” acumuló u$s88.371 millones. Esto es lo que comúnmente se llama fuga de capitales.
Como corolario del desastre que realizó en macrismo en política financiera y toma de deuda basta con recordar las palabras de ex ministro de economía Nicolás Dujovne quien en una conferencia de prensa en el 2016, antes de formar parte de gobierno neoliberal, afirmó: "Argentina tiene niveles de endeudamiento bajísimos tanto a nivel del gobierno como a nivel de las empresas como el nivel de las familias". Entonces haciendo caso a los dichos de Dujovne, Macri se lanzó sin miramientos al ejercicio de tomar deuda, hasta que la proeza llegó a su fin y el estado argentino se quedó sin financiamiento externo. Entonces fue el turno de golpear las puertas del Fondo y tomar la mayor deuda que el organismo internacional haya prestado a un país en toda su historia. El salvataje al gobierno de Macri tuvo el visto bueno del gobierno de Estados Unidos y de su ex presidente Donald Trump, a pesar de que el mismo estaba violando las normas del FMI.