No cierran las cuentas: ¿cómo se pagará el endeudamiento récord?

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No cierran las cuentas: ¿cómo se pagará el endeudamiento récord?

16 Enero 2017

Por Nicolás Hernán Zeolla *

Tras el portazo en plenas vacaciones presidenciales del ex JP Morgan Alfonso Pratt Gay, la máquina de endeudamiento externo volvió a ponerse en marcha. El flamante Ministro de Finanzas Luis Caputto, consiguió colocarle a los bancos internacionales 6.000 millones de dólares a 18 meses a una tasa variable LIBOR+290 puntos básicos, lo que totaliza unos 3,9% anual. Es la primera etapa de una colocación que va a seguir durante la próxima semana con emisiones de hasta 5.000 millones de dólares en el mercado internacional y otros 2.000 millones de pesos en el mercado local, a la que pueden subscribir inversores extranjeros. Todavía no se conoce ni la tasa ni el plazo de esta segunda parte de la emisión.

Durante el anuncio realizado por Caputto el jueves 11 de enero, se informó que estas emisiones alcanzarían para cubrir hasta el 65% de las necesidades de endeudamiento del Estado Nacional, el rojo fiscal y el refinanciamiento de vencimientos para todo el 2017, lo que virtualmente congelaría las emisiones de deuda hasta nuevo aviso. Según la visión que se buscó transmitir, lo más difícil del trabajo ya estaría hecho. Pero acá comienzan las dudas. En primer lugar  por el tipo de emisión que se hizo. Se eligió endeudarse con los bancos por un plazo corto para recién después salir a los mercados internacionales a conseguir los dólares que faltan. Esto hace especular con el tipo de tasa y el monto al cual podría adquirir deuda la Argentina en los mercados internacionales después del triunfo de Trump.

De manera más simple, estas colocaciones de corto plazo con “bancos amigos” son ventanillas de financiamiento a las que se recurre cuando las ventanillas usuales, los mercados abiertos, están complicadas. Lo que se especula es cómo va a resultar la colocación de la semana que viene, considerando que se pagó una tasa alta respecto a lo que resulta de la relación plazos y tasas que tiene Argentina en el mercado. Sumado a que es una emisión a tasa variable, en un contexto en el cual la FED (Reserva Federal de los Estados Unidos) anunció tres subas de tasas para el año que viene, lo que obviamente repercutirá en el costo de financiamiento que se acaba de emitir.

Entonces, si la semana que viene se coloca todo lo previsto a una tasa conveniente, esto podría tratarse de un “favor” a los bancos con esta colocación a una buena tasa. O, lo que parece ser más probable, parecería ser una señal para conseguir nuevo financiamiento, tras tanteos preliminares de hace algunas semanas que no llegaron a buen puerto.

En segundo lugar, aparece la cuestión del monto total que se está emitiendo. Sucede que las necesidades financieras medidas en dólares para el total de la economía nacional son muchos mayores que las que el gobierno tiene en el presupuesto.

Y esto surge de una diferencia fundamental que para la mayoría, al parecer, pasa desapercibida. Los gastos en dólares no son lo mismo que los gastos en pesos. Los pesos los imprime el BCRA y los dólares hay que conseguirlos exportando, con inversión externa o con deuda. Esta dificultad implica que las previsiones financieras que hace el gobierno sobre el financiamiento del déficit presupuestario no sean equivalente a los dólares que necesita la economía argentina.

De manera más simple: el Gobierno Nacional piensa que con colocaciones de deuda cercanas a los 40.000 millones de dólares (20.000 millones de dólares para cubrir déficit presupuestario y otros 20.000 millones de dólares para pagar vencimientos de capital de deuda, es decir, tomar deuda para pagar deuda), ya esta hecho.

Sin embargo, como surge del Cuadro 1 a continuación, las necesidades de financiamiento en dólares de la economía argentina son cercanas a los US$ 65.000 millones. El mes clave en esto es abril próximo, donde además de los gastos de todos los meses vence una parte de dólares blanqueados (que pueden ser libremente retirados del sistema financiero local) y el Boden 2017, alcanzando necesidades de financiamiento que podrían llegar a los US$ 17.450 millones. Luego, durante el año, se deberá conseguir un flujo extra de casi US$ 47.000 millones para pagar los gastos de intereses de la deuda, turismo en el exterior, remisión de utilidades de las empresas y la Formación de Activos Externos, que es el nombre con el que se registran los dólares que se compran sin un fin específico y que suele llamarse fuga de capitales.

Cuadro 1: necesidades de financiamiento en dólares del total de la economía argentina para todo el 2017.


 Entonces, las dudas que surgen son ¿De dónde van a salir los US$ 14.000 millones faltantes y que no aparecen en las previsiones financieras de ningún agente de la economía nacional?

Para todos es notorio que la situación internacional para colocar deuda externa en las economías periféricas se deterioró tras la victoria de Trump. Por lo tanto, las alternativas que se manejan no son tantas. Una sería convalidar la mayor tasa y seguir endeudándose, incrementando el costo financiero del déficit presupuestario, haciendo más fuerte la presión por ajustar. A la par de ello, hay dos alternativas. Otra es la de recurrir a los “argendólares” como se hizo en otras ocasiones, colocándole deuda del Estado Nacional a los bancos locales. En tercer lugar, y como última alternativa, un préstamo puente con el FMI. En un año el electoral, el tiempo apremia.

Vale la pena recordar que estas necesidades de financiamiento no son ni urgentes ni inevitables. Aparecen como la única alternativa luego que se decidiera la completa desregulación cambiaria, de modo que la actual política de endeudamiento externo es la contracara del levantamiento de los controles a la compra de dólares para grandes jugadores y la fuga de capitales.

Igualmente, una duda está flotando en el aire y habrá que seguir bien de cerca. Lo que paso esta semana corresponde a una “nueva estrategia técnica en la colocación de deuda” o se trata de la ausencia de plan B en una nueva carrera por los dólares en la economía argentina.

* Economista. C. C. Cooperacion/Dto Economia Política y CESO.