Para FMI, la Argentina es el país de la región que más creció en la última década
Publicado en Ámbito Financiero, gentileza Mónica Oporto I Argentina fue el país que en los últimos cinco años creció a una tasa del 7,2% promedio anual aunque, producto de la crisis internacional en el 2012 recortaría el crecimiento a una tasa del 4,6%, sostiene el Fondo Monetario Internacional en su informe Perspectivas Económicas: Las Américas, Vientos cambiantes, nuevos desafíos de política, dado a conocer en la jornada en Washington. Si bien, como viene ocurriendo en los últimos años cuestiona las cifras oficiales, el informe es positivo hacia el país al estimar un superávit fiscal del 1% en discrepancia con analistas privados. En tanto, explica que America Latina "es hoy tan dependiente de las materias primas como hace 40 años" pero destaca que Argentina junto con Brasil y Uruguay, han diversificado su estructura de exportaciones hacia productos que no son primarios. Advierte que el debilitamiento de la demanda mundial podría castigar los términos de intercambio.
Tras haber experimentado el aumento del Producto Bruto Interno más alto del continente americano en el ultimo lustro, 7,2% promedio anual, la tasa de crecimiento de la Argentina se desaceleraría a 4,6% en el 2012 según las proyecciones incluidas en el informe "Perspectivas Económicas: Las Américas, vientos cambiantes, nuevos desafíos de política, del Fondo Monetario Internacional" dado a conocer hoy al mediodía en Washington.
El documento también advierte sobre los riesgos que enfrenta la actividad económica mundial por el temor de una nueva recesión en los países avanzados y por las tensiones financieras, particularmente en el continente Europeo.
Como viene sucediendo en anteriores informes, el FMI pone en dudas las estadísticas oficiales de la Argentina. Si bien se señala que el crecimiento para el año en curso sería del 8 % y la inflación del 11%, los cuadros dados a conocer continúan incluyendo una advertencia. Textualmente, el Fondo al pie de los cuadros aclara que "las autoridades (argentinas) se han comprometido a mejorar la calidad de los datos oficiales sobre el PBI y el IPC de modo tal que se tornen consistentes con el cumplimiento de obligaciones establecidas en el Convenio Constitutivo del FMI". Al respecto reitera que "hasta que mejore la calidad de los datos reportados, el personal técnico del FMI utilizará también otros indicadores". Entre estos indicadores "se incluyen estimaciones de analistas, que han mostrado de 2008 en adelante un crecimiento que, en promedio, es significativamente más bajo que el registrado por el PBI según los datos oficiales; y datos elaborados por oficinas estadísticas provinciales y analistas privados, que han mostrado de 2007 en adelante una tasa de inflación considerablemente más alta que la tasa oficial de inflación".
La situación fiscal sigue siendo sólida ya que prevé un superávit primario del orden de 1 punto del producto tanto para el año en curso como para el próximo, contrariando algunas estimaciones privadas que estiman resultados deficitarios. En tanto, el endeudamiento es manejable ya que la relación de la deuda del sector público en términos del PBI supera ligeramente el 40%.
Tras varios años de alto crecimiento, el PBI per cápita de los argentinos resulta el más alto de América del Sur situándose en u$s 15.900 seguido de Chile (u$s 15.000).
Riesgos
El FMI advierte que el crecimiento en los países avanzados está perdiendo fuerza, debido no sólo a shocks temporales, sino también a que los vientos en contra derivados de las debilidades en los balances públicos y privados son más fuertes de lo previsto.
"El temor a una nueva recesión en las economías avanzadas, así como la preocupación por la interacción negativa entre los gobiernos y las instituciones financieras en Europa, y la falta de acción en algunas economías avanzadas claves, han avivado la aversión al riesgo y la volatilidad en los mercados", señala el informe.
Si bien las economías emergentes siguen creciendo a un ritmo, la aplicación de políticas internas más restrictivas y más recientemente, las incertidumbres mundiales- están moderando también el crecimiento este bloque.
Para las economías avanzadas se proyecta un crecimiento de tan solo al 1,5% en 2011 y apenas por debajo de 2% por ciento en 2012. En cambio, el crecimiento en los países emergentes y en desarrollo alcanzará el 6,5% por ciento en 2011, liderado por las economías de Asia, dado que la desaceleración de las exportaciones se verá de estos países compensados por la aplicación de políticas económicas menos restrictivas y el fortalecimiento de la demanda interna.
El Fondo vuelve advertir, como hiciera en recientes informes y en declaraciones de su titular, Christine Lagarde, que "la falta de una solución decisiva en Europa a las tensiones interrelacionadas de los balances de los gobiernos y de los bancos podría debilitar aun más la confianza y las condiciones de los mercados mundiales de crédito, lo que tendría efectos de contagio en los mercados emergentes".
Al respecto, hoy también dio a conocer las previsiones de crecimiento para Europa estimando una desaceleración del PBI. Este año crecerá 2,3% y en el 2012 1,8%. En tanto, Grecia continuará en recesión como viene ocurriendo desde el 2009. Sin embargo, este año la caída de su PBI sería la mayor -5,5% para recuperar levemente en 2012 a -2%.
Otro de los riesgos sobre los que advierte podría pasar por una fuerte desaceleración en Asia provocada, por ejemplo, por una recesión en las economías avanzadas que podría afectar aun más a los precios de las materias primas, lo que tendría efectos negativos en los países exportadores de materias primas de América Latina.
No obstante, según el trabajo que lideró Nicolás Eyzaguirre, Director del Departamento del Hemisferio Occidental también existe la posibilidad de que actúen factores al alza. De despejarse la incertidumbre en torno al crecimiento mundial y las tensiones en Europa, podrían estabilizarse los mercados financieros y reducirse la aversión al riesgo, lo cual provocaría, según el Fondo, una mayor afluencia de capitales volviendo a exacerbarse el sobrecalentamiento en los mercados emergentes.
El trabajo estudio en particular la exposición de América Latina a los precios de las materias primas. Concluye que la región en promedio "es hoy tan dependiente de las materias primas como hace 40 años" y sus precios son muy sensibles al crecimiento mundial.
Se señala que varios países de América Latina, entre los que incluye a la Argentina, Brasil y Uruguay, han diversificado su estructura de exportaciones hacia productos que no son primarios, aunque éstos en promedio aún representan el 60% de las exportaciones totales de bienes y servicios de la región. Por lo tanto, el debilitamiento de la demanda mundial podría castigar los términos de intercambio. (Agencia Paco Urondo)