Preparan 500 despidos en la mina de carbón de Río Turbio

Por Sergio Lanzafame

La intervención federal de la mina de carbón de YCRT (Yacimientos carboníferos de Río Turbio) pondrá esta semana en marcha un plan de despidos disfrazados de “retiros voluntarios”. Según trascendió llegarían a 500 en una primera etapa. Medios de comunicación de Santa Cruz dan por hecha la medida y advierten que en el futuro podrían llegar a ser 500 más.

Quienes acaten el “retiro voluntario”, que no será abierto sino dirigido a determinados trabajadores, tendrán a disposición 17 sueldos en concepto de indemnización y la “posibilidad” de ser convocados en un futuro a trabajar en la usina eléctrica que hace dos años está paralizada. Quienes no acepten enfrentan la opción de ser despedidos sin nada que cobrar. Aunque se especula que no a todos les llegará la posibilidad de “acordar” el retiro.

El Interventor de YCRT, Omar Faruk Zeidán, no confirmó la medida, pero no desmintió la información publicada por el diario Tiempo Sur de Santa Cruz. Además los trabajadores mineros ya fueron advertidos por las autoridades de la empresa de lo que sucederá y desde los sindicatos ya comienzan a estudiar medidas de lucha. Según el mismo periódico la empresa se comunicó verbalmente con los trabajadores y avisaron que los telegramas llegarán esta semana. 

Según indicó el secretario general de ATE, Miguel Páez, los despidos alcanzarán a integrantes de la Comisión Directiva del gremio, algo que atenta contra los fueros sindicales. Precisó que les dan la “oportunidad” a los que tienen “legajo limpio” de adherirse a la propuesta, pero quienes no están en esta situación “directamente les enviarán el telegrama de despido”.

Río Turbio, con cerca de 9000 habitantes y la cercana 28 de Noviembre, que alberga 6000, dependen íntegramente de YCRT. Los despidos, sin dudas, provocarán un impacto social y económico devastador.
Además de las cesantías, desde hace dos años los mineros vieron disminuidos los beneficios por ser trabajadores en condiciones de insalubridad y en zona desfavorecida, con lo que en algunos casos les recortaron más de la mitad de su salario mensual. 

La intervención, que llegó de la mano del nuevo gobierno nacional, paralizó las obras de la usina térmica que estaba a punto de proveer 240 megavatios a la red interconectada nacional. 

A falta del 5% de la obra para poner en funcionamiento el proyecto, Zeidán determinó que se hacía necesario previamente realizar una auditoría a la empresa constructora, Isolux Corsán, y que hasta tanto no se concluyera no se reactivaría. Esta demora provocó el ahogo financiero tanto de la empresa, que entró el concurso preventivo, como del yacimiento que se quedó sin el comprador directo del combustible que ellos producen. Así las cosas, bajo el pretexto de que se detectaron sobreprecios en los contratos y con denuncias de diversos actos de corrupción, que llevó a la cárcel de manera preventiva al ex ministro Julio de Vido -con el mismo método sui generis que se usó contra otros funcionarios K-, todo un pueblo corre peligro de recrear lo que en los 90 ya sucedió, la emigración masiva de su población.