Raúl Dellatorre: "Hay una campaña para que el gobierno devalúe"
Por Martin Massad
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuán grave es la crisis por el dólar? Habrá visto que existen campañas en las redes sobre una especie de corralito que estaría en marcha...
Raúl "Rulo" Dellatorre: Respecto de esto suceden varias cosas, pero me interesa detenerme en dos cuestiones. Por un lado, en cuanto a las reservas, se estaba llegando a un límite muy delicado con respecto a las que había disponibles en el Banco Central. Entonces, desde el Gobierno, se tomaron medidas de absoluta emergencia para controlar el drenaje de divisas. Es decir, que no sigan saliendo dólares que tenga que pagar el Banco Central, específicamente en relación al dólar ahorro. En este sentido, se pusieron una serie de restricciones, pero lo cierto es que estas medidas no pueden permanecer por mucho tiempo. Sin embargo, eran necesarias para frenar la salida y después se podrá ir viendo cómo se acomodan otras medidas y políticas con respecto a este tema.
Por otro lado, están las campañas por WhatsApp que son falsas noticias que se van circulando. Lo que agregaría a eso es que hay una campaña para que el gobierno devalúe. Concretamente, se lo está presionando para que ese valor del dólar oficial, que hoy está en casi $80 para nivel minorista y poco más de $76 para el mayorista, es decir el que cobra el exportador, suba sensiblemente. Tal vez no se espera que suba al valor de $130/ $140, que es el valor de los dólares de transferencia, como el contado con liqui o el MEP, pero sí se esperaría un precio a mitad de camino en $90/$100. Esta presión la hacen como ha sido siempre, con ataques de mercado o con presiones sobre distintas maniobras. Es decir, los grandes jugadores que se manejan en el mercado especulativo te manejan el precio.
No nos confundamos ni confundamos a la gente creyendo que el dólar blue es un precio de mercado, de hecho no es un precio que se determina por la oferta y la demanda. Esto significa que lo determinan a la mañana cuatro o cinco grandes jugadores que fijan un precio, lo mantienen, lo aumentan. Otro día lo bajan un poquito para tenerlo un par de días así y luego lo vuelven a subir, porque el dólar paralelo es la herramienta de presión. Son ínfimas la cantidad de operaciones que se hacen ahí y marcan un precio, generando las corridas cambiarias.
APU: ¿Los retiros de dólares podrían hacer tambalear al Banco Central?
R. D.: Los depósitos de dólares están en su gran mayoría encajados en reserva y esto es lo que necesita el Banco Central. Si se llegan a retirar todos los dólares lo vamos a dejar sin reservas, pero no se van a quedar sin dólares los que quieran retirar de su cuenta. Es un problema pero no es una situación de abismo, sería un suicidio para el gobierno generar un corralito. De todas formas hay cuestiones para corregir indudablemente en el sistema cambiario. Algo en lo que insisto, y espero que se esté discutiendo a nivel de las autoridades, es que no se puede pecar de ingenuidad y pretender con medidas de mercado combatir lo que hace la especulación.
Se subió el precio del dólar ahorro a través de esta retención de impuesto, sin embargo es claro que con esta medida le estás fijando un nuevo piso al mercado y con esto te van a subir los otros tipos de dólares también. Es decir, al tocar el dólar oficial o el dólar ahorro, el resto se mueve para arriba porque es lo que el mercado quiere que se haga eso.
APU: ¿Cree que el gobierno está pensando en una devaluación o lo van a poder sostener como hasta ahora?
R. D.: Creo que están haciendo todos los esfuerzos para mantener la situación actual pero no tengo claro si la van a poder sostener. De todas formas, pienso en una devaluación no tan violenta como del 30%, no creo que estemos frente a ese escenario. Probablemente necesiten corregir un poco más el precio del dólar, acompañado de alguna otra medida para que la presión no sea constante.
El tema es cómo controlas hoy la oferta de dólares, que actualmente lo marcan los exportadores de cereales. Asimismo, no tenemos una gran demanda de dólares porque no hay pagos de deuda, viajes al exterior porque no se puede viajar, tampoco hay exportaciones en una cifra importante, más allá de que la previsión es que haya más importación al reactivar la economía. Entonces, la suba del dólar es por especulación porque no hay ningún otro motivo por el cual exista una presión alcista en el dólar.
Por lo tanto, si el problema no es de demanda, es necesario manejar la oferta, es decir, algo está sucediendo para que los dólares de la exportación no aparezcan. Esto se ve claramente al comparar el resultado de la balanza comercial, es decir, lo que se vende y lo que se compra afuera. También se ve en la cifras del INDEC, donde se ven las operaciones físicas, que están dando un resultado de 1500/2000 millones de dólares a favor todos los meses. Además, por otro lado, al ver el balance cambiario, es decir, los dólares que entran y los que salen, hay una diferencia tremenda. Concretamente, los dólares que están vendiendo no aparecen en la caja porque no liquidan las exportaciones, sin embargo las empresas tienen cinco días para liquidar y esto parecería que no se está cumpliendo. Se está exportando pero no están liquidando. Los dólares se están yendo por otros lados, y uno de esos lugares de fuga es que justifican que están pagando deuda con el exterior. Las empresas dicen tenemos deuda, estamos cancelando deuda, y esto es lo que se está tratando de controlar. El Banco Central les informó que pagara hasta el 40% y el resto lo deben pagar con sus fondos, lo cual es una medida acertada. Sin embargo, debería haberse implementado antes.
Otro punto importante es revisar el contenido de la declaración de deuda para determinar si se refiere exclusivamente a deuda, o bien refiere a alguna operación que justifica la salida del pago a un tercero supuesto, siendo la misma empresa que reclama el pago desde el exterior. Realmente es un punto que está en el límite de lo delictivo. A mi entender, hay muchas operaciones del mercado cambiario que deberían revisarse con otra mirada, más allá de las políticas de mercado, solicitando documentación, balance, justificaciones y cruzando datos con información del exterior que esclarezca si refiere a una fuga de dólares disfrazada. Creo que algo de esto está sucediendo y es la herramienta fundamental de presión que tienen estos sectores.
APU: En relación a la publicación de su nota en Página/12, aclara que hay muchos contribuyentes que han puesto sus propiedades, bienes e inmuebles a nombre de sociedades que no se pueden controlar, por lo tanto no tienen que hacer el aporte por grandes fortunas. ¿Considera que exista una solución para esto?
R. D.: No existe una solución inmediata porque no se soluciona con una ley que regule quién paga y quién no. Es más complejo porque hay cuestiones de fiscalización, de control sobre estos sectores, ver qué pasa con este tipo de operaciones y quiénes son los beneficiaron finales en fondos de inversión o fideicomiso dueño de las grandes extensiones. Este es un trabajo más delicado que se había empezado a hacer en el gobierno de CFK antes del 2015, inclusive con el registro dominial, es decir el registro para ver quién era realmente el dueño de los campos, ya que en aquel momento el problema era que había muchos campos en manos de extranjeros. Me parece que hoy el problema es más serio porque no solo que estén en manos de extranjeros, sino que los campos estén en manos de locales que sacan la plata afuera, actuando como si fueran extranjeros. Entonces no están registrados quiénes son los dueños de esas tierras.
Esto también pasa con los inmuebles en los lugares más caros, como por ejemplo, Barrio Parque o Recoleta, que no están a nombre de quienes los habitan. Seguramente son inmuebles que están a nombre de una sociedad, una empresa, un fondo de inversión, algo que después, en definitiva, termina estando radicado en una off shore.
Este aporte solidario de las grandes fortunas está apuntado solamente sobre las personas físicas, los titulares. Las grandes fortunas en Argentina no están a nombre de personas físicas no solo por este fenómeno que señalé antes sino porque muchos sectores de la mayor capacidad del país tienen buena parte de sus fortunas en cuentas radicadas en el exterior.