Es un error movilizar a la Quinta de Olivos
Mientras que un sector minoritario de la Policía Bonaerense continúa con un alto nivel de visibilidad protestando en la quinta de Olivos y en Puente 12 (La Matanza), el Gobierno provincial se encuentra negociando con sectores más representativos para llegar a un acuerdo sobre el aumento salarial que exige la fuerza de seguridad provincial. El impactante despliegue mediático de la protesta de los uniformados tocó fibras sensibles de las organizaciones del campo popular. Múltiples movimientos sociales y agrupaciones del sindicalismo se expresaron en declaraciones públicas en apoyo al gobierno de Axel Kicillof, y al presidente Alberto Fernández. En este marco, algunos espacios llamaron a movilizase a la Quinta de Olivos.
Es necesario señalar que una marcha de organizaciones a la Quinta de Olivos implicaría entrar en el juego de la oposición y de aquellos sectores del establishment que parecen estar buscando un clima de inestabilidad y radicalización de la discusión política. A los riegos sanitarios que trae la pandemia, y que tiene foco en el Gran Buenos Aires, una movilización a la Quinta de Olivos sumaría más tensión con este sector minoritario de la fuerza de seguridad que busca justamente la escalada del conflicto y que se encuentra motivado por expresiones políticas que exceden al reclamo salarial y a la discusión legítima que puedan atraer a otros sectores de las fuerzas de seguridad.
En ese sentido, parece mucho más lógico que todo el Frente de Todos de una muestra clara de autoridad política como respuesta al conflicto. En ese marco, vale celebrar las declaraciones del Partido Justicialista, los sindicatos (CTA y CGT), las organizaciones sociales y aliados del progresismo. La respuesta al conflicto debe ser articulada por todos los actores del campo popular. Debe quedar visible para la sociedad cuál es el rol que sectores de la oposición llevan a cabo en el complejo escenario.
No deja de llamar la atención que el reclamo salarial de la Policía Bonaerense, la fuerza con más efectivos del país, llega sólo unos días después de que el ex presidente Eduardo Duhalde hablara de posible "golpe de Estado", la oposición denunciara un "autogolpe" del oficialismo en el Congreso y la ex funcionaria de Patricia Bullrich, la inefable Florencia Arietto, describiera reuniones de policías de la Bonaerense por un malestar con el gobierno de Kicillof.
Ante ese escenario, se debe ser muy cuidadoso desde la militancia del campo popular de no sumarse al juego que justamente proponen aquellos que apuestan al caos y la desestabilización (qué más quisiera Clarín que las imágenes en vivo de situaciones de violencia en la Quinta de Olivos). Es necesario que las organizaciones populares encuentren la templanza y la inteligencia suficientes en este momento delicado, mientras las autoridades provinciales y nacionales encaminen la negociación salarial con los uniormados.