Los berrinches de Altamira por no aparecer en los medios capitalistas K

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Los berrinches de Altamira por no aparecer en los medios capitalistas K

09 Agosto 2011

De esta forma Altamira adopta una actitud de víctima y de marginado frente a los comunicadores kirchneristas denunciando una y otra vez la ausencia del PO en los medios K. Sin embargo esto es una verdad a medias donde se ocultan muchas cosas.

 

 

Durante el mes de enero la Agencia Paco Urondo convocó a Altamira en varias oportunidades para que participase del Programa Basta de Zonceras, emitido en ese entonces por FM La Boca. Luego de pactar su presencia para el día martes 18 de enero, un llamado de último momento canceló la invitación y pospuso el encuentro para la semana siguiente. Nosotros aceptamos el recambio y organizamos el debate para el próximo programa. Sin embargo a través de otro llamado canceló nuevamente el encuentro.

Durante todo enero y buena parte de febrero se lo siguió llamando en numerosas oportunidades para que participase del programa. Altamira dijo que si, que no, que tal vez y así sucesivamente. Primero adujo algunos inconvenientes y luego se comprometió a llamarnos para combinar su presencia en la radio. Finalmente nunca se comunicó dejando en claro su decisión de no participar. Los motivos nunca los explicitó.

Nuestra idea para el fallido programa era que Altamira debatiese con el diputado Fernando Navarro. Parte de los ejes del debate apuntaban a dos temas candentes de la coyuntura política de principios de año: la causa por el asesinato de Mariano Ferreyra y la situación de los tercerizados ferroviarios. En ambos puntos, pese al abismo político y de diagnóstico que nos separa del Partido Obrero, teníamos con Altamira un importante caudal de coincidencias y un objetivo político común. Nuestra crítica al petardismo infantil del PO y a su falta de reconocimiento de todos los avances y conquistas logrados bajo los gobiernos de Néstor y Cristina no impedía hacer causa común por el castigo a los culpables del asesinato de Ferreyra y el pase a planta de los tercerizados ferroviarios.

Respecto a la primera cuestión vale recordar que José Pedraza y dos dirigentes de la lista verde están actualmente procesados. En cuanto a la situación de los tercerizados la Agencia tomó la postura de que el Ministerio de Trabajo se hiciese cargo y resolviese el problema como finalmente terminó ocurriendo. De nuestra parte existía un reconocimiento que la lucha entablada con la dirección del Partido Obrero (y otras fuerzas de izquierda) fue necesaria para que luego de algunas vacilaciones, el Ministerio de Trabajo incorporase a planta permanente a más de tres mil trabajadores ferroviarios en las líneas Roca, San Martín, Belgrano y Sarmiento.

Sin embargo también es cierto que esto fue posible por el carácter popular del gobierno nacional. Sin lugar a dudas bajo un gobierno de otro signo la respuesta hubiese sido la lisa y llana represión. Nosotros entendemos que el pase a planta de los tercerizados es un triunfo para el kirchnerismo y una profundización del modelo. Expresa un avance en el programa kirchnerista de creación de empleo y la más rezagada lucha contra la precarización laboral. Una discusión seria sobre este punto hubiese resultado muy incómoda para Altamira porque sus argumentos no bastan para explicar por qué finalmente se logró el pase a planta permanente en las diferentes líneas.

Altamira no es zonzo y tiene sus buenos motivos para haber desistido de participar en el programa. Hay debates que prefiere evitar y sentencias dogmáticas que conviene mantener. Si hubiese participado le habría resultado evidente la contradicción de proclamarse como expresión de la militancia no comprada y tener que debatir su rol con el kirchnerismo de base. Todo el verso sobre que la auténtica juventud militante es sólo la de su partido (desconocemos su opinión sobre sus aliados del FIT) y la aburrida letanía de político marginado hubiese sido cuestionada y puesta en cuestión.

Por otra parte, desde el asesinato de Ferreyra Altamira probó las mieles de los grandes multimedios. Desde entonces se ha paseado por cuanta radio, diario y canal de televisión opositor al gobierno haya tenido al alcance de su mano. Todos los columnistas y noteros lo han elogiado y tratado amablemente. Sin embargo, en una auténtica actitud caradura, Altamira sigue autoconstruyéndose la imagen de marginado de los medios. ¿De qué medios? ¿De los grandes multimedios?

Claramente Jorge se siente más cómodo en esos espacios que en los ámbitos militantes. Quizás para el dirigente trotskista un humilde espacio radial sostenido a pulmón y desde la militancia cotidiana no tenga ese gustito propio de las empresas del Grupo Clarín. Seguramente prefiere ser entrevistado por La Nación y el Diario Perfil y no por la Paco Urondo.

Basta de zonceras se hizo todos estos años desde la militancia diaria. Nunca hubo negocio empresarial ni generación de plusvalía. Fuimos nosotros y no Diego Gvirtz y el Grupo Spolsky quienes publicamos las dos respuestas de Altamira a Galasso. Algo que el PO no hizo desde sus páginas de Prensa Obrera con las notas de Galasso. Sin embargo Altamira sigue insistiendo que es un marginado de los medios kirchneristas. Tal vez debería aclarar que se refiere a 678. Programa que no repudiamos y que reconocemos su aporte para la legitimación del gobierno nacional. Pero que nada tiene que ver con la militancia kirchnerista popular y con genuinas construcciones de base como las del Movimiento Evita, la Juventud Sindical o las numerosas JP desarrolladas a lo largo y ancho del país.

Uno tiene que concluir entonces que Altamira no quiere participar de un debate en los medios kirchneristas. Lo que el dirigente pretende es ser parte de los programas de las empresas mediáticas que hoy apoyan al kirchnerismo. No le interesan las discusiones frontales sino formar parte de un programa con rating garantizado. Los debates importantes para el campo popular los deja en segundo plano. Más importante resulta construir una imagen y promocionarla como si de elaborar un spot publicitario se tratase.

Es evidente que las quejas de Altamira no hacen referencia a los espacios kirchneristas sino a los medios capitalistas kirchneristas. Si tanto desea que el capital integre a los trabajadores (como el mismo se autoproclama) tal vez debería reconsiderar su trotskismo y hacerse peronista. Mientras tanto Jorge, le ratificamos que tiene las puertas abiertas para establecer un debate serio con todo el kirchnerismo de base y militante. Si usted accede deberá dejar de lado por un rato su afición a los show televisivos en los que ya sabemos que se siente muy a gusto. Por lo pronto, antes de vociferar su próximo berrinche recuerde bien las líneas de esta nota. (Agencia Paco Urondo)