¿Qué expresó el 20N?
La condición relativa, limitada, de este malestar pudo verse en 1) que su principal demanda haya sido la suba del mínimo no imponible en el impuesto a las ganancias; 2) la ausencia de una movilización a Plaza de Mayo; 3) su escasa incidencia sobre el aparato productivo; 4) el contenido antikirchnerista del paro, lo que señala un vacío en cuanto a propuesta política.
Sin embargo, esta caracterización no ha sido evidente para el conjunto del campo popular. Reina una confusión generalizada respecto a qué pasó y esto se debe al comportamiento comunicacional de tres actores centrales.
El intento de Moyano de construir un relato que iguale el menemismo con el kirchnerismo. Esta línea argumental es funcional a su ruptura pero confunde a la propia clase trabajadora. Lo mismo ocurre con el cambalache de aliados del moyanismo (del Momo Venegas al Pollo Sobrero) y sus guiños a la derecha (Clarín, la Sociedad Rural, Macri).
Tampoco aporta claridad la lamentable cobertura mediática. En el caso de Clarín y sus medios satélites (La Nación, Perfil), el festejo que realizó del paro silenció las razones detrás del reclamo de los trabajadores. Sin embargo, la protesta de Clarín fue el 8N, no el 20N.
En el caso de C5N, 678 y Grupo Szpolski, entre otros, la cobertura eligió desprestigiar la protesta. Esto genera una pedagogía social en contra de la organización de los trabajadores y el reclamo de sus derechos
La mayor protesta de trabajadores de la última década interpela a la militancia K a no cerrar debates. Si las causas del malestar no son identificadas y corregidas, la problemática irá aumentando. Solo el kirchnerismo tiene la capacidad de resolver el desafío, no las fuerzas que lo enfrentan.